Con claras alusiones en su título a la película «Y Dios creó a la mujer» que encumbró como mito erótico a Brigitte Bardot, se publicó este álbum evidentemente destinado al mercado francófono, y que allí funcionó de maravilla como casi todo lo que hace Julio Iglesias. Aquí se hizo una edición bastante limitada, que no pasó de la categoría de rareza.