No tarda mucho El Último de la Fila en editar un nuevo álbum y, esta vez sí, dan en el clavo. “Enemigos de lo Ajeno” (PDI, 1986) ha pasado a la posteridad como uno de los mejores álbumes de la historia del rock cantados en español.
De nuevo se acompañan de Rafael Moll, esta vez como ayudante, en la tarea de producción. Juntos logran un equilibrado y muy personal conjunto de mestizaje y bastardía musical que mira a oriente y occidente, a norte y sur y se carga de brisa mediterránea. Las canciones de pop-rock usan elementos electrónicos cuando son necesarios, y las atmósferas se recrean a partir de referencias árabes, flamencas, etc. logrado con un equipo de músicos más reducido que en el que tuvieron en su debut. Manolo García, además, controla sus tics interpretativos y da una imagen más brillante de sí mismo. Las letras son especialmente aplaudidas, con imágenes excelentes como la de “Mi patria en mis zapatos, mis manos son mi ejército” que recitan en “Mi patria en mis zapatos” u otros tan poéticos como en “Los ángeles no tiene hélices”: “Como garfios de plata se clavan tus dedos en mi cuerpo / y tu risa se gasta entre mis besos encendidos; / olor de algo que no existe / de amor, que tal vez no existió jamás”.
Creo que pocos dudarán en destacar “Insurrección” como una de las más brillantes canciones de EUDLF, con sus reminiscencias de jangle pop y rumba gitana, un auténtico hito de nuestra historia musical.
Un excelente disco que empapa el alma de luz y vitalidad que en su presentación en directo es recordado hoy como uno de los mejores del momento.