La canción que más se escuchó de este disco fue “Poquita cosa”, un twist de los prolíficos Mario Seyes y Miguel Portolés. Música alegre y letra pícara “Poquita cosa pero los chicos me persiguen y quieren bailar conmigo el twist”. El acompañamiento es tópico y típico de la época con una guitarra eléctrica llevando el ritmo de las caderas y un saxo en el puente dando un respiro a la agitada cantante. Una muy buena interpretación de Yoli. Rítmica con unos coros a base de grititos femeninos es “Un abrigo de visón”, que nos muestra el anhelo de muchas mujeres de los 60. Una letra graciosa y una música algo anticuada no exenta de gracia.
Más ampulosa y dramática resulta “Encrucijada” que cuenta con una instrumentación más compacta Con todo, el disco más completo y mejor producido de la exigua carrera de Yoli. Una pena que también fuese su despedida.