Hacía ya siete años que Julio Iglesias no hacía un disco en directo y este año, 1983, de escasa actividad discográfica para él, fue un buen momento para publicar este doble long play para que no decayera su astronómico volumen de ventas. Las grabaciones corresponden a dos conciertos distintos y en ellos abundan los medleys que reúnen fragmentos de diversas canciones.
