El primer disco de Kaos Urbano con Peke a la batería, y quizás el primer trabajo en el que la banda deja atrás su momento más Oi!, el de sus dos entregas anteriores.
Graban de nuevo con Dani (Petra de Fenetra, 13 Bats) al cargo de las cuestiones técnicas, aunque en este caso él se desplazó a Vallecas para trabajar con el grupo.
Con portada mostrando el logo a base de flechas que distinguiría a partir de entonces del grupo.
«Somos los nadie, los hijos de la calle» cantan en el que probablemente sea el punto más amargamente intimista del disco. Constatación de pertenecer a una estirpe perdedora para un sistema regido por un capitalismo que nos lo ve aprovechables y rentables. Agotados de esperar el cambio claman que es el momento del desorden y del caos.
La aspereza de la garganta de Sku se encarga, como una bofetada de cruda y fría realidad, de atemperar unas líneas melódicas emperradas en tensar la atmósfera emocional. Aunque sigue predominando el estilo directo, aparecen canciones más elaboradas, en las que la inmediatez de la descarga de rabia puede dejar espacio a alternativas más sutiles.
Cierran el disco con una colaboración con Non Servium, proyecto hermano y amigo en actitud y sonido, con los que además comparten sello: Potencial Hardcore. Terminar con la intensidad de «Nuestra venganza» dice mucho de las intenciones de Kaos Urbano.