El éxito obtenido con “La ley del Desierto / La Ley del Mar” (Ariola, 1984) permite consolidarse a Radio Futura, adquirir seguridad y seguir profundizando en un rock personal y original, con tintes latinos, funk o soul. En esta ocasión deciden viajar a Londres para grabar el nuevo disco, con el que pretenden dar un paso adelante en ese sonido personal, que integra influencias que van desde los Talking Heads hasta David Bowie o John Cale, aún manteniendo un carácter propio. La idea es hacer un trabajo mucho más elaborado y barroco, y así dejan la producción en manos de Duncan Bridgeman y Jo Dworniak, que habían sido miembros de los grupos de funk blanco Shake Shake y I Level.
Estos músicos conforman una producción repleta de efectos (ecos, ruidos, golpes metálicos, etc), un sonido oscuro y contundente, que crea una atmósfera inquietante y misteriosa. Sobre ella destacan las guitarras de Enrique Sierra y la voz de Santiago Auserón, muy convincente, cantando unos textos poco comprensibles, crípticos, que van de la España profunda (“El tonto Simón”) a la jungla urbana (“La ciudad interior”) pasando por paisajes de pesadilla (“La vida en la Frontera”, “El viento de África”, “Han caido los dos”), siempre dando la sensación de que la mirada es al interior de la propia persona, con sus miedos y sus inquietudes, miserias y demonios, a base de textos bien construidos y desasosegantes.
Por encima de ese sonido amenazante y, en cierto modo, agresivo, distinto a lo que se venía escuchando en España por aquella época, están las canciones. El disco cuenta con muy buenas canciones, auténticos clásicos del repertorio del grupo como “La ciudad interior” (en clave de funk, oscura y siniestra, que fue el primer sencillo extraído del disco), “No tocarte” (en palabras del grupo, un pasodoble al que le dieron la vuelta), la sonera “El tonto Simón”, que introduce los rítmos latinos, por lo general presentes en todo el disco, aunque no de una forma tan evidente como aquí y en “El viento de África”, la sensacional “Han caído los dos” (oscura y magnética y, según Santiago Auserón, canción con métrica de bolero), “En el chino” (canción que anticipa el sonido de la próxima entrega del grupo), “Un vaso de agua (al enemigo)” y, sobre todo “La vida en la frontera”.
En fin, un disco difícil, inquietante, pero, a la vez, magnético y misterioso, con el que Radio Futura dan un paso adelante en la consolidación de su sonido, manteniendo y hasta ampliando su éxito gracias a singles como “El tonto Simón” o “No tocarte”, que los convierten en uno de los grupos del momento.