La cara A tiene toda la pinta de haber sido impuesta por algún oscuro poder o para agradar a alguna comisión de festejos. “Siete maravillas” es un tema prácticamente publicitario que canta las excelencias mallorquinas y lo conveniente que es hacer turismo por allí. Y es que el turismo empezaba a sacarnos de pobres en aquellos 60 y había que cantarle a pleno pulmón. Naturalmente, concurrió al Festival de Mallorca de aquel año.
Para compensar al comprador de aquel bodrio en la cara B se incluía otra versión de un hit de la francesa Sheila a la que Licia le estaba cogiendo bien la medida. “La famille” tiene bastante de homilía pop y nos canta las excelencias de la vida familiar, a pesar de tener que aguantar determinadas contingencias que toda convivencia intergeneracional acarrea. Todo a ello con un ritmo saltarín y un estribillo contagioso. En fin, que si la escucha la Conferencia Episcopal se la hace cantar a todos los coros de la iglesia en misa de 12.
Con buen criterio, locutores especializados y la propia interpreta en sus apariciones televisivas pasaron de la cara A y fue “La familia” la canción que promocionaron, si bien con no mucho éxito.