Para su disco de debut, Suzio 13 eligieron ir a grabar en una casa en un pueblo de Soria, Matamala de Almazán, a donde Alberto, uno de los guitarristas, trasladó todo el equipo técnico necesario. La masterización final correría a cargo de Isma (La Broma de Ssatán).
Con querencias más que evidentes por el 77, los madrileños rememoran las maneras vibrantes de Slaughter and the Dogs en «Medios de comunicación» y sobre todo no tienen empacho alguno en mostrar la vena más melódica, apuntando quizás a los Clash más entrañables como en los coros y guitarras de «No vuelvas«. Es una fórmula que repiten, por ejemplo, en «El atraco«.
Los coros por detrás secundando lo que canta Sergio en modo desgarrado ponen cierto aire de street-punk a “El callejón”, aunque lo que predomina es la vertiente rasposa (“Cobardes”) y vertiginosa (“Volveremos a las sombras”, “Llegó tu hora”, “Distinto”).
Destaca la composición de “Hospital nazi”, una pesadilla en la que acción se sitúa ingresado y escuchando sólo alemán, pero a la que el grupo da una proyección a la actualidad.
«Celda de borrachos» tiene un ritmo mucho más trotón, compuesta en un tono aparente jocoso, como de broma de Siniestro Total.
El grupo maneja ya desde este primer trabajo la posibilidad de combinar diferentes ambientes y tonos, con temas como «Suzio 13«, en el que suenan incluso con cierta épica vaquera.
Puesta de largo potente y que pone sobre la mesa las posibilidades del punk de los madrileños.