En los meses de octubre y noviembre de 2014 Enrique Bunbury y Andrés Calamaro realizan un tour mexicano de nueve fechas. Unos directos multitudinarios en los que ambos artistas conectan con un público entregado. Cada show termina con ambos cantantes en el escenario para un tramo final en el que mezclan voces y repertorio rindiendo homenaje al rock en castellano mediante canciones propias y ajenas. Ahí está la base de este disco.
Como primer sencillo lanzan «Crimen«. Una versión del tema compuesto por el que fuera vocalista y guitarrista de la banda de rock argentina Soda Stereo, Gustavo Cerati, fallecido recientemente. Además nos encontramos con éxitos solistas («Estadio Azteca«, «Infinito«), el recuerdo a sus antiguas bandas («Sin documentos«, «Maldito duende«) y versiones adoptadas a lo largo de los años («Apuesta por el rock & roll«, «Aunque no sea conmigo«, «Copa rota«).
Calamaro, comenta la reunión y el fin de gira: «Terminamos en Tijuana, con formidables sensaciones y una fantasmagórica pero agradable neblina que llegaba del mar de frontera; fue un concierto inspirado, la despedida perfecta y el perfecto ‘hasta siempre, México’… Celebro entonces la indeclinable importancia de compartir un álbum con mi querido compañero Enrique, una de las inteligencias mas importantes de Iberoamérica … Mexicanos por fortuna y por adopción«.