Lo primero que uno piensa al escuchar este disco -más aun conociendo su trayectoria previa- es algo así como… ¡hay qué ver qué mal les ha sentado su paso al castellano! Pero ello es muy injusto. El castellano no tiene culpa de que «Fascinado» (Sony, 2005) sea tan malo. Malo porque, entre otras cosas, se puede reducir a un pegadizo estribillo del tema que lo abre. Y claro, ello es demasiado poco bagaje. Vale, otro poquito de “Gente de Barret”. Pero poquito.
Llama la atención que mientras la mayoría de grupos sesenteros evolucionaron rápidamente su propuesta hacia ritmos más maduros o sofisticados, Sidonie parte de una psicodelia bien asimilada para abrir su nuevo disco con una canción regustillo mod (con tartamudeo incluído), simple, con letra bobalicona (como la mayoría de las canciones del estilo) pero efectiva y, sobre todo, tremendamente divertida.
Pero menudo gatillazo, amigo. Pronto se da paso a una especia de música preparada para cantante melódico, con ritmos latinos y cubanos incluídos, duetos a lo Operación Triunfo dispuestos a arrasar en “la radiofórmula” que todos estamos pensando y psicodelia, si… psicodelia metida con calzador, presente en la estupidez de las letras y en unos arreglos encajados como pieza en sitio que no corresponde: a presión pero estropeando todo el puzzle. Lo único interesante es ese sonido de clavicordio bastante conseguido, ahogado entre un protagonismo exasperante de la (no excesivamente prodigiosa) voz. ¡¿Dónde quedarían esas jams?!.
¿Sera que “I will water the flowers of my polar garden” suena mucho mejor que “regaré las flores de mi jardín polar”? Pues sinceramente, no lo creo. Que las letras son sonrojantes, y para muestra “Boheme”.
La pregunta es, ¿se puede triunfar (digamos a lo grande, en plan superventas y tal) en España sin renunciar a tu estilo? Deluxe y Sidonie no lo han demostrado, desde luego. Lo que presumo difícil es recuperar la perspectiva y autocrítica cuando es con esto con lo que has alcanzado el tan ansiado éxito… “La luna quiere enredar mi pelo desde ayer / me trajo vino, fruta y miel”. Lo mejor, la portada.