Bostak Bat

Bostak Bat

Segundo disco del grupo con el sello Elkar, con César Ibarretxe como técnico de sonido. Incorporación de teclados por parte, no sólo de Joseba Lafuente (que aparece en los créditos como Jose Luis Palmer) que luego sería miembro permanente, sino también de Aitor Amezaga. Nutrida lista también de colaboraciones a los coros: Ane Mate (en “Dominus Bobiskum”), Amaia Urkia y Javi Santarén. Maisa Lizeaga en “Txakurremea” hace de voz principal mas que simple coros.

En el apartado de los apoyos con las cuestiones lingüisticas aparecen los nombres de Jesús Etxezarraga, Jesús Mari Eizmendi, Jesús Mari Arruabarrena e Idoia Jauregi, alguno de los cuales ya echaron una mano en el trabajo anterior “Dena Ongi Dabil” (Elkar, 1987). Jorge Cerrato también repite aportando la letra de uno de los temas, la de “625 lerro aluak”.

La portada muestra en fondo marrón tierra un número uno, en mención al título, que aparece en la parte superior, con el nombre del grupo en la inferior. Es obra de Javi Santaren. El encarte y el libreto del vinilo son atractivos. Letras sólo en euskera, intercaladas con fotos de, entre otros, el mismo Javi Santaren y el periodista Pablo Cabeza.

La producción del disco corrió, sobre todo, a cargo de Tontxu Tabares, fichado precisamente un par de trabajos antes para reforzar la sección de guitarras. El caso es que probablemente “Bostak Bat” (Elkar, 1989) sea un ejemplo excesivo de su participación. Cuenta Roberto Moso, el cantante, que se llegaron a emplear hasta treintaicinco guitarras, con las que se fotografió incluso el guitarrista. El sonido es ciertamente poderoso en ocasiones, intenso pero bastante controlado, domesticado, quizás por su convivencia con la profusión de teclados. Como ejemplo, “Grakaz” suena algo a ZZ Top.

El título (“los cinco en uno”) juega con el lema “Zazpiak Bat” (las siete provincias en una) en referencia a los siete territorios vascos, para hablar de un Pangea, con los cinco continentes hermanados en uno solo.

Cuenta Roberto que, desde la óptica del grupo, es un disco fallido. Trataron en un principio de hacer una obra conceptual a favor de la insumisión. Se quería contar una hipotética historia de un desertor. Al final la cosa se redujo a un solo tema con ese enfoque (“Guda eta Pakea”) y se dedicaron el resto a una amplia variedad de causas: ecologismo (“Mokordo ibaia”), feminismo (“Txakurremea”), la cárcel (“Grakaz”)… pero el resultado final no es convincente. A ello se une el hecho de que en lo musical es ciertamente el disco en el que el grupo suena menos duro, muchísimo más volcado a una vertiente pop.

El comienzo del disco tiene precisamente mucho de esas guitarras a las que nos referíamos al principo: “Aurpegia: Bostak bat”, “Kolpeka beti”, “Grakaz”… Contiene luego muchas sorpresas para cualquier seguidor desde los principios de la banda. Así “Dominus Bobiskum” es una incursión a ritmos funkies, discotequeros. Cantos Hare Krishna para empezar en una peculiar revisión religiosa universal. Una versión inédita de Zarama. También sorprende la versión del tema de David Bowie, con la ya mencionada dirección a las voces de Maisa Lizeaga.

Siguen luego una serie de temas realmente flojos, demasiado ligeros y melódicos: “Ipurdia: arratoi arraza” (donde no convence el comienzo, con Roberto y unas percusiones que suenan programadas), “Guda eta bakea”, “625 lerro anuak”… “Mokordo ibaia” tiene algo de línea ascendente, con la rabia de la voz de Roberto sin quedar tan huérfana respecto al arrope musical como en otros temas.

Se cierra el telón con “Paradisuak”, cuyos primeros acordes podráin esperarse de bandas indies muy posteriores. Otro enigma.

Quizás sea el disco a descartar del grupo.

Grupo:

Zarama, banda de Santurtzi-Santurce (Vizcaya) formada el...

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Tracklist:

  1. Aurpegia: Bostak bat
  2. Kolpeka beti
  3. Dominus Bobiskum
  4. Grakaz
  5. Txakurremea
  6. Ipurdia: arratoi arraza
  7. Guda eta bakea
  8. 625 lerro aluak
  9. Mokordo ibaia
  10. Paradisuak

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