SIEMPRE HAY SITIO PARA LOS CARRADINE

SIEMPRE HAY SITIO PARA LOS CARRADINE

Amor, amistad, lucha de clases, una ciudad que se abre al mar pero sigue dando la espalda a la multitud que llena sus calles y vagones de metro. Las cosas no han cambiado tanto en los últimos 27 años en Barcelona, incluso Los Carradine vuelven a tocar en directo (el 12 de febrero como grupo invitado en una de las sesiones del ciclo Old Wave New Wave que actualmente se celebra en La2). Es la cuarta o quinta vez que se reúnen para hacerlo, ellos mismos tienen que hacer memoria, como un Guadiana que aflora cuando los tiempos son propicios. En todo este tiempo el grupo ha lidiado con carreras profesionales de sus miembros al margen de la música, incluida la célebre y reciente en el mundo de la política de Antonio Baños, así como con otros proyectos musicales personales desarrollados en los últimos años, pero su amistad ha mantenido al grupo vivo, con una llama más o menos intensa, pero nunca totalmente apagada.

En los últimos meses el grupo de Antonio Baños, Rafael Tapounet, Xavi Martín y Nacho Gil ha vuelto a la actualidad gracias a la publicación a mediados del 2015 de «Academia Rocanrol» (Bobo Integral, 2015), el disco – libro que idearon para familias con hijos justo antes del boom de la música para este público y que llevaba siete años guardado en un cajón. «Era un disco  grabado, masterizado y apto para ser publicado», explica Baños a lo que Gil añade que «hubo muchos problemas asociados y daba rabia que faltara una parte imprescindible para nosotros para sacarlo y además tampoco teníamos a nadie interesado en hacerlo. Gracias a la gente de Blisstopic que lo publicó en la red la persona de Madrid que sacó el vinilo –el sello Bobo Integral– lo pudo escuchar». Entre esos problemas, las ilustraciones no acabadas que debían acompañar las canciones y que finalmente realizó Esther Burgueño.

Además, durante la jornada de reflexión de las últimas elecciones catalanas y en las cuales Baños encabezaba la lista de la CUP, Los Carradine se volvieron a juntar sobre un escenario para ofrecer un breve concierto casi clandestino al que debemos su «vuelta por un día o quien sabe». «Nos encontramos hace unos meses en un concierto medio sorpresa medio improvisado y nos lo pasamos muy bien aunque no habíamos ni ensayado. Sonó muy Carradine, yo en algunas canciones hice así como que tocaba porque algunos acordes no los recordaba. Nos lo pasamos muy bien pero sobre todo sonó muy bien, como sonábamos hace veinte años», dice Antonio mientras Nacho apunta que de su último directo hacía ya cinco o seis años y que a esas buenas sensaciones hay que sumar la insistencia de los organizadores desde que se publicó «Academia Rocanrol». Ninguno de los dos se moja en confirmar si será algo anecdótico o no: «No lo hemos consensuado en asamblea, no lo hemos pensado. La actitud es muy rockera en este aspecto, primero hacemos un concierto y luego vamos decidiendo sobre la marcha», explica Baños a lo que Gil añade que siempre han funcionado así, «nunca ha habido planes a medio plazo». «Está el punto muy chulo de volver a encontrarnos después de un tiempo, de amistad pero también musicalmente de encontrar las canciones más enérgicas y volver a encontrarnos los cuatro», palabras de Baños que invitan, promotores de conciertos del país, a hacerles propuestas jugosas.

Grupo de trayectoria peculiar, tras 27 años juntos y hasta hace unos meses solo tenían un LP publicado, «Sospechoso Tren de Vida» (Sones, 2007). En el 2008 proyectaron grabar el segundo pero no lo acabaron, según Nacho «cosa que ya es bastante Carradine: uno no lo terminan, el otro al cajón, pues así que quieres. No somos un desastre, somos perfeccionistas». Ahora esta tímida reivindicación les ha cogido por sorpresa. ¿No les da un poco de rabia que sea ahora y no cuando el grupo estaba en su momento de máxima actividad? ¿Antonio? «A mi sí». ¿Nacho? «A mí también». «Ahora todo el mundo te ha visto pero ¿dónde estaban, si siempre había quince personas de público?», se pregunta Baños y añade: «si te coje con 35 años todavía eres un chaval y la idea del rock ‘n’ roll… pero triunfar a los 50 es inquietante no solo por ti sino por los demás. ¿Qué os ha pasado, dónde estábais? Es bastante curioso, también porque el tema del éxito y la promoción no se nos ha dado bien ni nos ha interesado, tenemos una relación bastante paródica e irónica con el pop y el rock». A pesar de ello según Nacho «pero si pasa pues mola». 

Los Carradine en 1993 cuando se aún llamaban Lost Acapulco
Los Carradine en 1993 cuando aún se llamaban Lost Paraguayos 

No estaría mal que esta vuelta a la actualidad musical de Los Carradine supusiera recuperar y publicar canciones que no llegaron a materializarse en formato físico, algo que según Baños daría para «un cuádruple disco». «El otro día me puse a escuchar maquetas y hay diez canciones, de las dos primeras y algunas otras sueltas, que están bien pero están grabadas con mucha inocencia en cuanto a arreglos. Son muy chulas, muy noventas y muy pop. Hay cosas que están colgadas y a las que nadie ha hecho ni caso» y añade que «algunas de las canciones nuevas de los Carradine tienen 25 años, entre las que no hemos publicado pero hemos grabado, tenemos en maqueta o se han quedado en el estudio. Algunas de las canciones de este repertorio son nuevas para mucha gente pero para nosotros son un clásico». 

En los últimos años hemos asistido a encendidos debates sobre si los músicos deben o no posicionarse políticamente a través de sus canciones, cuando ellos ya supieron conjugar pop, rock y crítica social sin que la cosa chirriara. Para Baños es una cuestión de tradición: «Aquí falta tradición, cuando acabó el franquismo la gente acabó harta de la canción protesta. A la generación de los 80 o la indie de los 90 no les interesaba el tema político primero porque España iba bien en comparación con los años 70 y después porque no hay una tradición en castellano de pop-rock, sino de cantautor o en la línea de Manu Chao. Como no tienes referentes no puedes copiar y copiar es el primer paso para hacer música» y para Gil se trata también de «una cosa lógica como que algunas palabras no estás acostumbrado a escucharlas en una canción». «No habíamos escuchado ninguna canción en catalán del ámbito del pop rock. Entonces¿cómo pronuncias, con qué actitud cantas si no hay referentes? Con el tema político pasa lo mismo, como dices ‘a la huelga’ si tu única referencia es un latinoamericano de los años 70. En cambio en la new wave o el brit pop había canciones políticas», opina Baños.

Los Carradine a finales de los 90, tras una cena en la que decidieron volver a tocar juntos después de unos años sin hacerlo.
Los Carradine a finales de los 90, tras una cena en la que decidieron volver a tocar juntos después de unos años sin hacerlo.

El humor Carradine sale a relucir entre mordisco y mordisco a bocadillo de lomo y entrecot de ternera en esta entrevista – cena previa a uno de los ensayos para el esperado concierto: «Ahora si haces música de amor eres un burgués reaccionario, por eso el disco que haremos será de amor, ahora se lo explicamos a Rafa y Xavi», afirmación de Baños seguida de la aclaración de Nacho de que estuvieron «a punto de hacer algo así, para llevar la contraria». Con este último comparto su opinión sobre las letras de de las canciones del grupo y su debilidad por una de ellas en concreto. «Hay una cosa que me gusta mucho de los Carradine que es sobre todo cosa de Antonio y Rafa, que no es solo lo que dicen si no como lo dicen, la naturalidad que tienen las letras, que dicen directamente lo que quieren decir sin artificios. En cambio, tenemos una canción que es metafórica que para mí si no es la mejor es una de las mejores que es ‘Vietnam sentimental’, que invierte las tornas, parecería política y es de amor». Ojalá la reunión que nos ocupa ahora no sea un camino lleno de minas que recorrer bajo el incesante ruido de los helicópteros si no más bien un domingo sin referencia horaria de esos donde todo puede pasar, incluso que viejos amigos se reúnan para crear nuevas e inteligentes canciones.

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