Los Enemigos están de vuelta con un nuevo trabajo discográfico: «Vida Inteligente» (Alkilo Discos, 2014), publicado a través del sello del propio grupo y distribuido por Altafonte. Hacía la friolera de quince años que el cuarteto no publicaba material nuevo, pero lo cierto es que la banda da la sensación de haber estado siempre ahí, de no haberse separado nunca: El público continúa a su lado. Presentan catorce canciones grabadas en los estudios madrileños CATA y VM Broadcast. La producción lleva la firma de Carlos Martos, un profesional de toda confianza para la banda, que ha trabajado con él de forma prácticamente ininterrumpida desde los tiempos del legendario «La Vida Mata» (GASA, 1990).
Preguntamos a la banda por el disco, la grabación y sus intenciones de futuro.
Han pasado diez años desde la separación, y quince después de vuestros últimos discos de estudio volvéis a grabar. ¿Por qué?
Cuando nos reunimos en 2012 en lo que se llamó «La Revuelta Enemiga», lo hicimos con motivo de un par de conciertos puntuales. No sabíamos muy bien lo que nos íbamos a encontrar y, aunque esperábamos una buena respuesta, lo que el público, los fans, nos dieron fue tan grande, había tanta energía, que nos incitó a seguir. Por supuesto esa energía estaba ya en nosotros, de lo contrario no habríamos ni empezado, pero el público nos la devolvía en los conciertos, y eso es un subidón. Con el paso de los meses y viendo que el público también lo reclamaba, Josele se vió inspirado y trajo al local cuatro temas y propuso grabar de nuevo. Todos estuvimos de acuerdo de inmediato. Se ve que lo estábamos deseando.
Realmente da la sensación de que todo fue un descanso, más que una separación. Es decir, parece que nunca os habéis ido… En este tiempo ha habido reuniones puntuales, se han lanzando discos recopilatorios…
El hecho de tener cada uno nuestro proyecto ha impedido que nos viéramos más. Eso y la lejanía. Josele se fue a Barcelona. Pero si no los cuatro juntos, sí es verdad que hemos coincidido de vez en cuando algunos de nosotros. Cuando lo dejamos no nos pusimos plazos ni decidimos que la separación fuera para siempre o que nos juntaríamos en una fecha determinada. El presente de Los Enemigos se debe a que los acontecimientos nos están llevando por estos derroteros. Y no está nada mal.
De hecho el público sigue tan fiel como siempre. ¿Qué sensaciones dejó «La Revuelta Enemiga»? ¿Fue el espaldarazo definitivo para decidirse a grabar nuevo material?
Desde luego el público ha influido mucho en decidirnos a grabar «Vida Inteligente», pero estaba en nosotros ver si la energía interna del grupo era la adecuada. Y así fue. «La Revuelta» avivó esa energía que traíamos. Nos encontramos con los fans de siempre y además con nuevos acólitos. Gente muy joven a la que no le gusta ser manipulada por la corriente y que decide buscar y encontrar música alternativa a la «música de rápida consumición». Eso alegra doblemente.
¿Carlos Martos es ya un enemigo más? Al menos sí, un fijo en la producción.
Carlos Martos, además de un gran amigo, se podría decir que es el que mejor entiende el concepto «enemigo». Han sido muchos discos grabados con él y muchas charlas sobre el sonido que queríamos y la forma de conseguirlo. Ya ha llegado un punto en el que apenas hay que decir nada para llegar al mismo resultado.
¿La idea es sacar un disco y ver qué pasa u os planteáis algo a largo plazo?
Desde que empezó «La Revuelta» nos hemos tomado las cosas con calma y no nos planteamos nada a largo plazo. Lo que nos dé este disco será bien recibido, y lo que vaya surgiendo se hará. Ni nos planteamos estar juntos para los restos ni hacer una gira de un año y se acabó.
Letra sobre preferentes, desesperanzas, también esperanzas… ¿Influyó mucho en las letras la situación socioeconómica actual del país? Lo pregunto porque ya de por sí, el imaginario «enemigo» siempre tuvo presente ese lado canalla y truculento de la vida.
A la hora de escribir, desde luego las cosas que te rodean, hechos del momento actual, son importantes. Pero no para pensar ex profeso en ello, sino dejando que las ideas salgan de forma natural y luego sí, dándoles forma.
¿Es ahora la prioridad Los Enemigos o los proyectos personales de los miembros de la banda?
Ahora la prioridad es Los Enemigos. Por suerte tenemos tiempo para compaginar nuestros proyectos por separado con el grupo.
El año que viene cumplís treinta años. ¿Está prevista alguna celebración?
En principio no, pero se admiten ideas.
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