Aprovechamos aquí la oportunidad de rescatar una de nuestras colaboraciones con el fanzine Procedimentum en la que escribimos sobre el sello Alehop! caladero y escondite de grupos chirriantes, cacharriles, oscuros y especiales. El texto completo lo encuentras en la web de la propia revista, pero aquí queremos centrarnos en la conversación que mantuvimos con Murky López, junto a Eva García, responsable de la pequeña discográfica madrileña.
Algo especial destila Alehop!, algo hay que lo convierte en reducto particular e irrepetible de bandas con una personalidad tan marcada y personal que muy probablemente no habrían encontrado acomodo en otra compañía. Radica su distinción no sólo en el plano musical, ya que de forma consciente o no, todo el trabajo de diseño alrededor de muchos de sus discos, de las portadas, las hojas interiores, los logos asociados a cada uno de los grupos o los carteles para anunciar sus conciertos conforman un estilo y estética asociada a la manera de trabajar de la compañía. La filosofía de autogestión e independencia que se impusieron Murky y Eva se extiende más allá de las facetas puramente comerciales, y seguro que no es casualidad el que Alehop! acoja a más de una banda que construye los instrumentos con los que hacen su música.
Solex, Ulan Bator Trío, Capitán Entresijos, Electric Garden, Jugos Lixiviados, Atom Rhumba, Pretty Fuck Luck, Pantasma, Soul Bisontes, El Desvän del Macho, Guiller Momonje… son algunos de los nombres que han pasado por la nómina de Alehop! Muchos de ellos tienen además en la experimentación uno de los distintivos claros. Bien sea en la lectura personal del rock pantanoso –veáse el caso de Pretty Fuck Luck, Grimorio, Jugos Lixiviados-, en la combinación de estilos, en la apuesta por una psicodelia muy particular –Soul Bisontes- en la provocación de la propuesta –Ulan Bator Trío, Capitán Entresijos-, en lo atípico de la misma –Pantasma-, en la exploración de la oscuridad – El Desvän del Macho-…
Originalmente afincados en Villaviciosa de Odón, localidad situada a unos 15km del centro urbano de Madrid, Murky y Eva, los responsables y creadores del sello, terminarían sin embargo desplazándose al corazón mismo del Rastro madrileño, junto a la estatua de Cascorro. Los dos atesoran experiencia en lo que se refiere a la pertenencia a grupos. Eva ha tocado en Solex y Murky ha pasado por Electric Garden, Grimorio, Pantasma o Patrullero Mancuso. Juntos coincidirían tanto en Pretty Fuck Luck como en Los Caballos de Dusseldorf.
El caldo de cultivo en el que se gesta la aparición de Alehop! incluía, además de la música de alguna de estas bandas y otras próximas a la órbita de la pareja, actividad cultural variada. Ejemplo de la misma es el fanzine La Carnicería, dedicado a relatos y poesía en el que participaban amigos de Villaviciosa de Odón y Móstoles e integrantes de grupos como Manuel Godino (Patrullero Mancuso), Covadonga de Silva (Penélope Trip) o Pablo Cobollo (Soul Bisontes). Precisamente fue en una canción, “Los sonidos de la charca”, del disco “Vértigo Peninsular” (Alehop, 1994)Añade este contenido de este último combo madrileño en lo que se inspiraron para el nombre del sello. Disco por otro lado con el que inauguraron la sección de LP del catálogo de Alehop! Murky nos aclara además que para Eva y él “hacer un alehop significa afrontar un riesgo para acabar con una situación molesta”.
La compañía arranca inicialmente para satisfacer una necesidad: “El sello se crea para sacar grupos que amábamos y que de otra forma veíamos que se podían quedar perdidos en el olvido, o simplemente tardarían más tiempo en publicar y ser disfrutados”. Si bien es cierto que en un primer momento se centra en aquellas bandas más cercanas a Eva y Murky (Electric Garden, Soul Bisontes, Solex), pronto empezarían a editar trabajos de grupos de fuera de la capital como El Desvän del Macho (Mondragón), Jugos Lixiviados (Pamplona), Atom Rhumba (Bilbao), Ulan Bator Trío (Valencia)… Los contactos con todos ellos se realizaban abordando al grupo en cuestión directamente en las actuaciones a las que acudía la pareja: “No buscábamos grupos porque no teníamos la necesidad de publicar con regularidad estudiada para vivir de ello, teníamos otros trabajos para sobrevivir. Nos topábamos con ellos, no existía la facilidad que te da Internet para conocer millones de agrupaciones musicales. A la mayoría de las bandas las veíamos primero en directo y después del ‘chow’ charlábamos con ellos y les proponíamos sacar algo en Alehop!, casi siempre compartiendo gastos con la fórmula que a cada grupo le venía mejor. El caso de Jugos Lixiviados fue diferente, Mikel nos mandó muchas postales / cartas aberrantes y un par de maquetas antes de fabricar su primer single. Más tarde le conocimos en el Festival de Pradejón, sentado en el suelo con una camiseta casera que ponía ‘I hate Neil Young’”.
Trabajaban por lo general el formato de vinilo, en sencillos preferentemente, aunque también se editaron bastantes LP. Asimismo hubo excepciones a la regla general y en un par de ocasiones se facturaron discos en forma de CD: “Los únicos CD que publicamos fueron los de Soul Bisontes y El Desvän del Macho, ya que ellos nos lo pidieron. Nosotros (Eva y yo, el resto de bandas) éramos anti-CD, pero en ese momento preferimos dar a conocer esas canciones olvidándonos del odio visceral al formato digital”.
Desde fuera uno cree percibir un denominador común en todas las bandas que han pasado por Alehop! A pesar de las diferencias evidentes en el sonido de muchas de ellas, lo cierto es que algo en su estilo o actitud las distinguía del resto, haciendo de su llegada a la pequeña discográfica madrileña casi una consecuencia lógica. Murky parece conceder algo de validez en la apreciación: “Creo que los grupos que sacábamos además de ser diferentes a todo lo que existía en ese momento e ir al margen de las modas, eran sinceros con la música que hacían, su música era como ellos y su forma de ser y vivir”. Cabría incluso preguntarse si no existía en todas ellas una querencia a la auto marginación en su apuesta decidida por hacer las cosas de forma tan personal e independiente, con grabaciones a veces muy rudimentarias en las que primaba un sonido lo-fi: “No creo que existiera una intención artística de auto marginación, es la música que nos salía de dentro, por los gustos musicales de cada uno unido a las carencias / habilidades / virtudes técnicas con los instrumentos. En cuanto a lo del sonido lo-fi hay que decir que no todos los grupos eran fans de las grabaciones guarras, El Desvän del Macho o Soul Bisontes se lo curraban (se lo curran) para conseguir grabar lo mejor posible. El resto tirábamos de lo más asequible a nuestros bolsillos; un cuatro pistas de un amigo o el estudio de Tele (ex componente de Triana y en cuyo estudio Telesound se grabarían muchos de los discos de la primera etapa del sello) que nos hacía precio-amigo”.
Cuando planteamos la posibilidad de que las bandas cambiasen su sonido en caso de dejar el sello, ofreciendo el ejemplo de Atom Rhumba, Murky no duda en tirar por tierra nuestra hipótesis. Los vascos comenzaron su carrera musical precisamente en Alehop! con el sencillo “Bad Record / No Square” (Alehop!, 1996) para pasar a grabar sólo un año después con Munster Records. “No veo cambio. El single que sacaron en Munster estaba muy influenciado, a mi parecer, por Gallon Drunk y Scientists. Influencias que permanecieron en sus siguientes discos y a las que se fueron añadiendo otras muchas como The Beasts Of Bourbon, JSBX, James Chance & The Cortontions…”, nos comenta. El paso por el sello “grande”, verdadero custodio, no sólo de Alehop! sino de compañías hermanas como Beat Generation, era algo natural por otro lado; Patrullero Mancuso, por ejemplo, el grupo con mayor repercusión quizá en el que ha militado Murky, grabaron todos sus discos en Munster Records: “Queríamos grabar en buenos estudios y la única manera de hacerlo era dentro de disqueras con pasta”.
El radio de acción de Alehop! no se limitó exclusivamente al ámbito nacional. Eva y Murky llegaron a entablar relación también con bandas de fuera de nuestras fronteras en las que creyeron ver cosas lo suficientemente interesantes como para proponerles la edición de alguno de sus trabajos. La manera de abordarles era siempre la misma, la de hablar con ellos tras las actuaciones: “A Doo Rag (EE.UU.) le organizamos una girilla en Madrid y a Lightining Beat-Man (Suiza) y Tab Hunter (Suiza) les propusimos sacar un single en un concierto tras intercambiar unos discos. A Speedball Baby (EE.UU.) les conocimos personalmente en un concierto apoteósico en el CBGB en el tiempo que pasamos grabando Pretty Fuck Luck en Nueva York (más tarde les organizamos un par de giras) y a Country Teasers (Escocia) les conocimos en un concierto en la sala Maravillas, después les teloneábamos cada vez que tocaban en Madrid”. De los escoceses dirían que eran un “grupo etílico de música inclasificable”. Habían trabajado en otros sellos como Crypt, In The Red, Fast Possum, Guided Missile… Para el concierto que darían en Madrid junto a Solex, Olaf Ladousse diseñó un cartel en el que aparecían caricaturizados como quinteto portando sus instrumentos sobre una vaca.
Las actividades del sello venían acompañadas, como queda de manifiesto en “Alehop En Carteles” (Atiza, 2005), por labores de diseño gráfico para entradas, carteles y portadas de los discos en perfecta consonancia con la filosofía del hazlo tú mismo con la que se regían para todo: “Digamos que el ahorro nos hacía agudizar el ingenio. En aquella época no usábamos el ordenador, tirábamos de tijeras y fotocopia, nada nuevo por otra parte, como tampoco lo era la estética punk, algo que siempre estuvo ahí. Nos ponían enfermos los carteles y portadas hechas con el computador”. Llegaron incluso a caracterizar a muchas de las bandas con un logo diferente. Además de la niña que hacía malabares con la que se identificaba el propio sello, a El Desvän del Macho le asignaron un ataúd con un bebé momificado, Electric Garden tenía una alfombra voladora, Pretty Fuck Luck un cuervo al que se le caía una corona…
Preocupados en todos y cada uno de los detalles, por mínimo que fuera, del diseño de cada uno de los discos, donde quizá cuidaran más la presentación era en aquellas ocasiones en las que el sello se embarcó en la preparación de un disco recopilatorio. Verdaderas pequeñas fiestas para la compañía, fueron dos títulos, que el paso del tiempo ha convertido en auténticas joyas, las que vieron la luz: “La Legaña Sinfónica” (Alehop!, 1997) y “La Cagarruta Sónica” (Alehop!, 2003): “Nos hacía ilusión hacer un recopilatorio con toda la basura que nos llegaba, era una manera de dar a conocer muchos grupos con un solo artefacto. Y también publicar canciones de artistas que nos gustaban pero que pertenecían a otros sellos discográficos. La selección de las bandas era simple, tenían que pasar por el atrofiado filtro de nuestro gusto personal”. La elaboración de las portadas de estos dos discos fue el resultado de la ayuda de allegados y amigos directamente relacionados con el sello: “Para la portada de ‘La Legaña’ contamos con el francés Paquito Bolino de Le Dernier Cri al que conocimos gracias a Olaf. Nos molaban sus dibujos y sus serigrafías, le pasamos una idea de lo que queríamos en un boceto y nos sorprendió con ese portadón. Nos mandó las planchas sin doblar, y entre los de siempre doblamos la serigrafía y le pusimos las pegatas con los créditos.”
Alehop! mantendría una activa relación con este colectivo de artistas franceses congregado alrededor de Pakito Bolino y Caroline Sury. Funcionaron con iconos de ambientación de tebeo, con expresionismo pornográfico, collage… Expondría su trabajo en visitas a Madrid en las que combinaban la proyección de dibujos animados con bandas en directo como Ensaladilla Rusa o Grimorio.
“La Legaña Sinfónica” venía en formato de vinilo doble a los que se accedía abriendo una portada de material denso del que se podía paladear el tacto del cartonaje, su penetrante olor, el color del abigarrado diseño y el coqueto vinilo de color rojo. 21 temas del primer disco y 16 del segundo entre los que se leen los nombres de Ensaladilla Rusa, Pablo Cobollo (Soul Bisontes), Guiller Momonje, Grimorio, Patrullero Mancuso, Ginferno, Pretty Fuck Luck, Piolines, Borbones, Solex, El Bicho, Pili y sus Lechones, Capitán Entresijos…
Con “La Cagarruta Sónica” decidieron trabajar sobre un dibujo inicial de Fela Borbone, al que Olaf Ladousse daría un efecto tridimensional, apreciable con las gafas que elaborarían Eva y Murky y que iban en el interior de los discos.
El disco reunía una veintena de temas aportados por sospechosos habituales como Solex, Pretty Fuck Luck o Ulan Bator Trío; próximos vecinos como Capitán Entresijos, Piolines, Momonje y Laluli, Momonje y Su Conjunto o Eko Sisters, proyectos ambos de Guillermo exPatrullero Mancuso, bien con Olaf Ladousse o con otros colaboradores; fichajes de Alehop! como Atom Rhumba o Jugos Lixiviados, así como un elenco de bandas extranjeras.
Debería de resultar evidente a estas alturas que Alehop! no tiene que haber sido un proyecto con el que Eva y Murky se hayan hecho ricos. Las premisas con las que se diseñó y la manera de trabajar del sello hablan bien a las claras de que los objetivos eran otros: “Nunca fue rentable económicamente, y nunca lo pretendimos, pero nos llenaba de satisfacción y orgullo dar a conocer al mundo toda esa música maravillosa, y conocer a toda gente tan locatis que se acabaron convirtiendo en amigos para siempre. En la actualidad, de año en año, sacamos alguna cosa con el mismo espíritu del principio: el hazlo tú mismo”.
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