LOS NIKIS Y DERRIBOS ARIAS

LOS NIKIS Y DERRIBOS ARIAS

En una nueva entrega de nuestra sección dedicada a los libros, hacemos hueco a dos títulos editados poco antes de terminar el 2015, y que giran en torno a Los Nikis y a Derribos Arias.

los-nikis-npi2NPI DE MÚSICA

Joaquín Rodríguez
Ediciones Chelsea, 2015

Joaquín Rodríguez, bajista tanto de Los Nikis como de Los Acusicas ha escrito un manual con los pasos primordiales a seguir para montar un grupo de música. Las instrucciones que va desglosando para ello sirven principalmente para desmitificar semejante proyecto, porque tal y como adelanta desde el mismo título, no hace falta siquiera saber tocar, ya que incluso sin tener «ni puta idea» de música es posible llegar a lograrlo.

Haciendo gala de un estilo sencillo, ameno y directo derriba lenta pero eficazmente cualquier atisbo de llevar todo lo relacionado con la música a dimensiones místicas o estratosféricas que alejen el hecho de tocar en un grupo de lo que realmente se trata, que no es sino pasarlo bien con los amigos que conoces desde la infancia en la piscina de la urbanización. En su empeño por demostrar lo factible de la empresa no escatima esfuerzo alguno, llegando a impartir un curso breve y acelerado para adquirir los rudimentos para poder tocar la guitarra. Tanto lujo de detalle no evita sin embargo, que los más torpes nos perdamos, aunque nos mastiquen de esta manera las instrucciones.

Si bien es innegable que contiene datos, material gráfico y anécdotas de lo más jugoso sobre ellos, «NPI de Música» dista mucho de ser una biografía de Los Nikis, algo con lo que golosamente nos relamíamos algunos al filtrarse que su bajista andaba enfrascado en la tarea de escribir un libro. A lo largo de la narración, el autor recurre, para lo bueno y lo malo, a un gran número de bandas, haciendo participar a amigos de Airbag, ddt, Pantones, Aerolíneas Federales, Vigilante Gitano, Gabinete Caligari, Siniestro Total… para ejemplificar aquello que va tratando. Sospecho que esta «desmonopolización» desde un punto de vista exclusivo de las bandas en las que militó el propio Joaquín, responde más a un aspecto genético de los propios Nikis (o de la manera en la que entendió la militancia en el grupo) que a una maniobra escapista a lo avestruz. La nota de la contraportada habla de la experiencia del autor en «dar el pego»; sin querer entrar en polémicas que no me corresponden, yo hablaría más bien de la serenidad de la que ha hecho gala desde siempre para relativizar y aplacar de forma totalmente natural cualquier exceso a la hora tanto de idolatrar como de defenestrar al grupo. Con esta perspectiva, es probable que lo de escribir una biografía desde dentro no terminaba de casar con el espíritu de una banda concebida como proyecto común entre colegas que siempre tuvieron claro que lo que primaba sobre cualquier cosa era seguir siéndolo en cualquier circunstancia.

La apuesta es por tanto otra, y el libro se diseña pues como un ejercicio imbatible de comunicación cordial y muy divertida con el lector en el que me aventuraría a destacar pasajes como el dedicado a la composición de las letras de las canciones, donde por ejemplo hay cabida incluso para abordar la polémica que suscitó la de «El Imperio contraataca«. El estilo rezuma mucha de la flema e ironía que había precisamente en las historias que se contaban en las canciones de Los Nikis, de las que era autor Joaquín en la mayoría de las ocasiones. De ello y de la presión que decía sentir especialmente con dicha responsabilidad cuando tocaba en Los Acusicas ya nos habló cuando le entrevistamos en este blog.

Con prólogo de Jesús Ordovás y un formato algo más ancho del habitual en sus libros, «NPI de Música» tiene algo de especial en el catálogo de Ediciones Chelsea. Tiene de hecho todas las papeletas para convertirse en un auténtico best-seller de la editorial.

Licencia_para_aberrar2DERRIBOS ARIAS. LICENCIA PARA ABERRAR
Carlos Rego
66 rpm, 2015

Biografía del que fuera uno de los grupos españoles más singulares e interesantes de los 80 elaborada por alguien que los vivió desde Ourense, o lo que es lo mismo, «la periferia de la periferia». Apasionada y documentada a partes iguales, la biografía de Derribos Arias se compone a partir de las contribuciones, no sólo de los tres miembros supervivientes (Alejo Alberdi, Juan Verdera y Manuel Moreno «Paul») sino de algunos que pasaron esporádicamente y otro muchos que de una u otra manera acompañaron y convivieron con el grupo durante su trayectoria. Se establecen así, sólidos y explicados, los vínculos con nombres como Ejecutivos Agresivos, Glutamato Ye-Yé, Décima Víctima, Gabinete Caligari, Toreros MuertosAñade este contenido, Siniestro Total

Como era de esperar, el libro repasa el largo anecdotario alrededor de la banda y en especial de Ignacio Gasca, Poch, su inigualable cantante, que por carácter y, más tarde, por el deterioro sufrido por la enfermedad degenerativa que padecía, protagonizó un sinfín de momentos pintorescos. Aunque eso sí, sirve la consulta a los personajes del momento, para readjudicar la autoría de algunos de ellos (Ángel Altolaguirre por ejemplo no tiene reparo en reconocer su participación activa en algunas de las correrías que hasta ahora se habían atribuido a Poch).

Pero donde «Licencia Para Aberrar» brilla especialmente es en documentar varias de las etapas fundamentales por las que atravesaron Derribos Arias. Comienza describiendo el ambiente enrarecido del País Vasco, completamente ortogonal a la actitud hedonista con la que Alejo y Poch encaraban la vida, y que precipitaría la marcha de ambos para Madrid. Sitúa, igualmente, la génesis de la banda con los proyectos previos de La Banda Sin Futuro y Ejecutivos Agresivos.

De lectura fácil y altamente adictiva, el libro profundiza asimismo en aspectos interesantes como el desarrollo de las Hornadas Irritantes en los 80 madrileños y las consecuencias que trajeron en lo que a la relación con los grupos denominados «basosos», víctimas del ataque y burla de las mismas, se refiere. De igual forma destacan capítulos claves en el devenir de la banda, como el de la grabación del que a la postre fue, en vez del segundo disco de Derribos Arias, el primero en la fallida carrera en solitario de Poch: «Poch Se Ha Vuelto a Equivocar» (EPIC, 1985), y a la postre detonante del final del grupo. De la misma habló en ocasiones anteriores Alejo de forma mucho más airada de cómo lo hace para Carlos Rego, que sin embargo, concede la palabra tanto a Santiago Cano, mánager por entonces del grupo, y a Teo Cardalda (Golpes Bajos, Cómplices) que se ocupó de la producción del disco. Todo un acierto, dado que son dos de los nombres que aparecen en la mayoría de los casos cuando se buscan culpables de una operación con tan funestas consecuencias para todos.

También es de destacar la participación de Lili Díez, novia de Poch, y Julieta Gasca, su hermana, en el coro de voces que se han acercado con objeto de aportar algo de luz al complicado proyecto de entender la compleja personalidad del que sin duda es protagonista principal de mucho de lo que aquí se cuenta. Lo hacen sólo para hablar la primera del momento de la ruptura con el cantante y de la última etapa de su vida, cuando tenía que ser cuidado en San Sebastián en el seno familiar, pero sin duda enriquecen la documentación ofrecida al lector.

Si hubiera que poner alguna pega yo mencionaría lo abrupto de alguno de los interludios al final de cada capítulo y la gestión de algún pie de página, minucias qué duda cabe ante el resultado final, porque esta «Licencia Para Aberrar» es una biografía que faltaba, y cuya publicación hay que agradecer de corazón.

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