R.I.P.

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Punk-hardcore del más duro de una mítica formación vasca de los 80

Insistían siempre que había ocasión Yul y Txerra Bolinaga, guitarra y batería respectivamente de uno de los grupos legendarios de la oleada punk que sacudió Euskadi en los años 80, R.I.P., en no entender del todo el reconocimiento que pasados los años siguen teniendo por parte de legiones de aficionados. Decían no sentirse referente de nada, porque además ése no era su objetivo cuando empezaron. “La aspiración no era triunfar. Era otra cosa. Un estilo de vida, una forma contestataria, nos pasábamos, nos drogábamos”. Pero lo cierto es que preguntados por las bandas que más les impresionaron a muchos de los testigos de aquella época, los que vieron y vivieron en primera persona lo que algunos denominaron Rock Radical Vasco, son pocos los que no citan sin dudar a este cuarteto de Mondragón-Arrasate (Guipúzcoa).

Iniciaron su carrera allá por el año 1980 denominándose Doble Cero, en alusión a un tipo (y calidad) de hachís. Junto a los ya mencionados hermanos Bolinaga, Eduardo Mancebo –Portu– se encargaba del bajo, y como cantante, tras someter a las consiguientes pruebas en el caserío en el que ensayaban a un cierto número de aspirantes para el puesto, contaban con Juan Luis Mallabi. Tanto Txerra como Yul tienen conocimientos previos de solfeo: ambos tocan en orquestas; el primero el trombón y el segundo la trompa. Pero ninguno de los dos instrumentos parece atraparles lo suficiente como para evitar que los terminen cambiando por guitarras y tocar rock and roll por las calles. Deep Purple, Lou Reed… son referencias que enumeran de aquella época. Pero pronto sus gustos se radicalizan atentos a las señales emitidas desde el Reino Unido por el movimiento punk que desde finales de los 70 despierta a miles de jóvenes de toda Europa.

No es de extrañar pues que los primeros temas de su repertorio fuesen principalmente versiones de bandas como Rezillos, Sham 69… A éstas se van añadiendo las composiciones que de forma voraz va trayendo Portu al local de un día para otro. “Sus canciones las sacaba en sus noches de insomnio” cuenta Txerra. La primera maqueta se graba con un radiocassete viejo de un amigo del barrio. “Inyección alterada”, “No hay futuro”, “Antipolítica” son algunos de los títulos de aquella primera etapa.

Doble Cero se faja además en actuaciones que muchas veces consisten en pequeños bolos que logran al ir de pueblo en pueblo con instrumentos y seguidores para intentar tocar tras el grupo verbenero correspondiente. Poco a poco se van afianzando y logran, junto a otras bandas de la primerísima hornada de grupos punk vascos como Odio y Optalidon cierto reconocimiento en la escena local. Javier Sayés (más conocido como Javier Destruye o Javier D por su programa de radio y fanzine) destacaba de ellos: “Eran rápidos, no hacían pruebas de sonido, no paraban entre tema y tema… Eran muy directos y daban un espectáculo de la hostia”.

El buen comienzo del grupo tiene un brusco parón con la marcha de Mallabi a cumplir el servicio militar. El resto del grupo, que de forma unánime ha decidido hacer caso omiso de la llamada a filas, afronta la ausencia del cantante probando a un amigo y seguidor de la banda: Carlos Agirreurreta-Mahoma-. Tal y como revela con crudeza el relato de los hechos años después por parte de ambas partes en el video “RIP – Punkaren 25 Urteko Historia Bizia / RIP- 25 Años de Historia Viva del Punk” (Goiena-Hotsak, 2005) que grabasen en el 2005 los periodistas Iker Barandiaran e Iban Toledo, deciden tomar la que probablemente fuera una de las decisiones más dramáticas a lo largo de la carrera del grupo: ofrecen el puesto de cantante a Mahoma. Los intentos de mantener a ambos cuando Mallabi regresa no fructifican ante la evidencia de lo que él mismo reconoce: “Lo que pasó no me extrañó. Carlos había sido nuestro manager y entró a cantar porque no tenían a otro. Resultó que era muy bueno”. De gran envergadura y vozarrón animal, es ideal para cantar los latigazos que desde hace un tiempo iba componiendo el grupo.

Al cambio en la formación sigue también el cambio en el nombre. Buscando algo “lúgubre, negro”, se decantan por R.I.P. Acababa de nacer una de las bandas pioneras del punk en su versión hardcore más dura, no sólo en Euskadi, sino en el resto de la península. Fueron hijos bastardos de una época especialmente convulsa; así describía Txerra el panorama: “Los 80 creo que fueron un momento muy especial en Euskalherria donde entró mucha droga porque a muchos les interesó que existiera droga. Fue una época también de salir de este falso franquismo, esta supuesta democracia y sí que hubo un reventón de historias (…) la cacerola estaba que ardía”. Su música, resultado de ese caldo de cultivo, expresó odio, rabia, convencimiento de que no había solución ni futuro posible. Era implacable, cruda, directa y afilada.

El apoyo de fanzines y emisoras de radio que van surgiendo a medida que crece la escena de grupos les permite establecer contactos, de manera menos local, primero con bandas de distintas zonas de Euskadi, y luego con otras llegadas de los focos que surgían en Aragón, Cataluña… El grupo, poco amigo entonces de promociones o grabaciones, se dedica a lo que más le gusta: tocar en directo en todos los sitios posibles. Se prodigan en actuaciones y festivales como los de Oñate en 1985, en los que tocaron con Odio, Basura, Desorden, Cirrosis, Vulpess, Último Resorte, Cicatriz en la Matriz; el del quinto aniversario de la muerte de Sid Vicious; el de la Plaza del Castillo de Pamplona con La Polla Records, el concierto organizado en Salamanca por el entonces estudiante en la capital charra, Fermín Muguruza junto a sus compañeros de piso (“Fue la primera vez que se bailó pogo en Salamanca”, explicaba el de Irún), el organizado por el Partido Socialista Vasco, actuaciones en Zarauz. Muchos de estos conciertos terminan, en la mayoría de los casos, en destrozos, alborotos, peleas y navajazos.

Txerra y Yul rememoran todas estas vicisitudes sin poder contener la risa. Relatan por ejemplo las decenas de veces en las que no les dejaban entrar en las salas donde se suponía que iban a tocar porque ya había entrado alguno antes diciendo ser precisamente el guitarra de R.I.P. O los percances sufridos en Puertollano cuando, en el concierto que daban con Eskorbuto y Desechables, Carlos queda fuera de combate tras recibir el impacto de una teja. Cuando se les está tratando de curar y reanimar en camerinos, irrumpe la policía y tienen que desalojar a la carrera.

Mucha de la efervescencia de la época fue posible por la proliferación de gaztetxes, locales y bares concretos que las bandas frecuentaban en sus visitas a amigos en poblaciones vecinas. Esta variedad de lugares donde actuar garantizaba conciertos casi cada fin de semana. R.I.P. también tenía uno de estos bares como centro habitual de operaciones: El Biona. El local donde llegaron a tocar casi auto-invitados bandas como Cicatriz, Kortatu (Fermín Muguruza recuerda haber presenciado en escena cómo la ausencia del soporte de un micro se resolvía con el palo de una fregona), cerró hace un tiempo sus puertas. Precisamente el video con la celebración del acontecimiento y homenaje al papel fundamental que desempeñó el bar en el desarrollo de la escena musical local recoge a Yul y Txerra, como dos espectadores más, disfrutando de lo lindo.

Los conciertos en lugares pequeños de los comienzos dan paso pronto a actuaciones ante audiencias mayores en pabellones y similares. El que más impresionó al grupo fue el Egin Rock, organizado por el periódico vasco, al resultar elegidos como mejor banda por Guipuzcoa en encuesta realizada entre los lectores. Sus compañeros en el escenario para la ocasión fueron Barricada (elegidos por Navarra), Hertzainak (por Álava) y Zarama (por Vizcaya). Roberto Moso, cantante de estos últimos, recuerda que la impresión que le dieron R.I.P. era que “No había risas. Había orgullo de ser de Mondragón y estar hasta los cojones de todo”. En formato muy similar, participaron en la gira Euskal Rock que les llevó, junto a otras bandas, a Barcelona.

Se produce entonces la invitación a compartir un disco de larga duración con Eskorbuto. Los vizcaínos tienen seis temas para editar y tras muchas discusiones con Perico Sánchez, responsable del sello Spansuls, deciden grabarlos como una de las dos caras del vinilo, dejando la otra para algún grupo de similares características. Los elegidos serían precisamente R.I.P. que tenían grabados de una sesión en los estudios Colores de Mejorada del Campo con José Luis y Manolo Garrido. La idea original de esas canciones era editarlas con el EP que pensaba sacar el fanzine Deoido mediante un nuevo sello La Cara A, al escuchar la sugerencia de Kike Turmix, que colaboraba en el mismo. Al retrasarse dicha edición se ponen al habla con Perico, que propone el disco compartido “Zona Especial Norte” (Spansuls, 1984), en vez del EP en solitario. El disco resultó ser histórico por tratarse del debut de dos bandas claves de la escena que empieza a desarrollarse por entonces. La grabación vino precedida de malos augurios, ya que en un viaje previo a Madrid para enseñar la correspondiente maqueta, los integrantes de Eskorbuto habían sido detenidos por la policía. Idéntica suerte corrieron Perico Spansuls y los miembros de R.I.P. cuando, en su visita a la capital, también fueron detenidos al intentar sacar algo de dinero en un banco antes de meterse en el estudio. La grabación tuvo que retrasarse y según relata Diego Cerdán en su “Eskorbuto: Historia Triste” (Ediciones Marcianas, 2001) Perico recibió incluso una bofetada por parte de los agentes de seguridad.

Según nos relata Txerra, el grupo participaba en todo el proceso de elaboración de los discos. «No teníamos productores, ni tecnicos ni nada de eso«. En las sesiones de estudio el grupo tocaba en directo y «si había algún fallo, se repetía y punto«. Aunque cuando grababan bajo, guitarra y batería Carlos cantaba como si de un directo normal y corriente se tratase, la voz era la único que se grababa aparte.

La inclusión de los cuatro temas “Kaos”, “Brigada criminal”, “No hay futuro” y “Antimilitar” suponen todo un refrendo para la banda. Se trata de cuatro descargas de apenas minuto y medio cada una que muestran punk hardcore de un calibre que en estas latitudes sólo era posible escuchar en los discos importados de bandas de renombre como Abrassive Wheels, Discharge o G.B.H. En concreto, la última canción, un auténtico trallazo en contra del servicio militar en la que cantaba Portu, es incluida además en un recopilatorio que la revista americana Maximum Rock’n’Roll hace de punk-hardcore internacional. Cuenta Javi D que desde aquel momento la banda recibió cantidad de cartas de discográficas de toda Europa pidiendo escuchar más temas de R.I.P. No respondieron a ninguna ya que nadie en la banda hablaba inglés. La posibilidad de una quizás inesperada proyección internacional de la incipiente escena peninsular en un género que se empezaba entonces a explorar llevó a la edición de cassetes como la que bajo el título “Spanish HC” (BCT Tapes, 1984) reunía en 1984 a bandas como (además de los propios R.I.P.) MG 15, Frenopaticss, IV Reich, Anti/Dogmatikss o Ultimo Resorte.

La mala experiencia con motivo de la grabación de su disco compartido con Eskorbuto no es la única que tienen en sus viajes a Madrid. Consta en su haber una actuación en la sala Marquee, en la que les cortaron la luz al poco de empezar. Los responsables de la sala les dijeron que las letras, que según declaraban, también compartían, eran demasiado fuertes para una actuación en directo. Así nos lo resume Txerra cuando le pedimos detalles de la experiencia: «Sólo nos dio tiempo a tocar cuatro temas, nos cortaron. No les gustaba nuestras letras, jeje«. Como represalia, eso sí, los miembros de la banda, escaparon del local de forma apresurada tras hacer acopio de bebidas a pesar de la resistencia de los camareros.

No es sino tres años después que R.I.P. decide editar un larga duración en solitario. Es “No te Muevas” (Basati, 1987). Para la ocasión convocaron un concurso para la portada y logo de la banda. Aunque los tres ó cuatro recibidos terminaron incluyéndose en el libreto interior, muy jugoso en información y fotos por otro lado, el diseño de Kopi, que consistía en la cabeza de un punkie hecha a partir del nombre de la banda se convirtió en distintivo de la misma desde entonces. La portada seleccionada, un impactante montón de pistolas apuntando directamente a quien sostenga el disco en sus manos, ya indica que el material grabado consiste en nuevas dosis de punk-hardcore de alto octanaje. Grabado en tan sólo tres días en mayo de 1987, constituye, aun a riesgo de sonar a exageración de fan irremediable, una colección de catorce temas sin desperdicio alguno, que componen el ideario esencial en contra de casi todo: patria, policia, sociedad, futuro… Composiciones propias salvo los dos únicos cantados en euskera “Txapelgorri” (basado en una canción de Wire y con letra en contra de las primeras hornadas de la Ertainzta, la policía autonómica vasca) y “Lepoan hartu segi Aurrera” (versión de un tema de 1969 de Telesforo Monzón, auténtico himno del nacionalismo vasco).

A pesar de que la elección de la compañía de discos, Basati, (y la propia decisión de grabar un disco) se hace principalmente por la participación en la misma de Javi D, su posterior marcha no hizo sino desencadenar una serie de desencuentros con la banda. Ésta ha manifestado en reiteradas ocasiones haberse sentido estafada en todo lo referente a la publicación y posterior reedición de este disco por parte de Discos Suicidas, sello que tras hacerse con los derechos de los dos discos del grupo, no contó con ellos en los lanzamientos de los mismos. Tras confesar lo molesto que aun resulta rememorar estas cuestiones, Txerra deja entrever una gran dosis de desilusión al respecto: «En nuestra idea de grupo, entre nuestros objetivos nunca ha estado el de sacar pasta, no sé, había otras motivaciones. Y la verdad, eramos unos pardillos, no firmábamos nada, en fin… asi que algunos se aprovecharon«.

Poco tiempo después de  la edición de “No te Muevas” (Basati, 1984) la banda decide parar. Es, en palabras de Yul y Txerra, una etapa dura, en la que la relación entre los cuatro miembros se había incluso enfriado. El batería nos especifica sobre el momento en cuestión: «No es que hubiera una decisión de parar (…) Por aquel entonces estabamos bastante enganchados, y nuestros parones tenían mucho que ver con eso. No hubo nunca un juntarnos y decir: ‘Lo dejamos‘». En la misma línea, se manifestaba irónicamente Carlos Mahoma en su momento, cuando decía que la trayectoria del grupo se vio directamente afectada por “las incursiones en el mundo del hipódromo”.

A partir de entonces se dedicarán a proyectos alternativos como Elkorobarrutia una especie de broma, orfeón (¡brutal!) en la que Carlos participa casi a modo de diversión, o Ume Gaiztuak, quizás el proyecto más en serio de todos, con el que Portu editó una serie de trabajos. Elkorobarrutia fue en realidad una agrupación que Carlos formó con amigos del gaztetxe de Arrasate, provenientes en la mayoría de los casos, de orquestas y coros locales. A pesar del carácter festivo de la empresa, duró un par de años, periodo en el que dieron unas cuantas actuaciones.

El grupo sin embargo parece concederse una segunda oportunidad cuando en 1991 les contactan desde Arrasate Press para actuar en la celebración de su nº 100. Carlos recibe la propuesta de participar para cantar en el concierto que se va a organizar para la ocasión en Mondragón en el que varias bandas versionarán diferentes temas, entre ellos, algunos de R.I.P. La respuesta de Mahoma consiste en ofrecer la posibilidad de aprovechar el evento para reunir a la banda para la ocasión. Es así como los cuatro comprueban el tirón que todavía tienen. De forma análoga deciden participar en el festival apoyando a los enfermos de SIDA organizado en septiembre de 1994. Sin que la banda lo sepa, el concierto se está grabando, por lo que, tras las buenas vibraciones que notan entre ellos (Txerra respondía emocionado en entrevista a los medios comentando la fuerza de los ensayos tras casi tres años sin verse), la posibilidad de editar el material como disco en directo no le parece descabellada a nadie. Desde Esan Ozenki, Fermín Muguruza, que ha tocado con R.I.P. en esta nueva reunión, crea incluso un nuevo apartado del sello (Ta Segi Aurrera) para editar el nuevo disco «Hiesari Aurre Egiten!» (Ta Segi Aurrera, 1995), que sale el mes de abril. Como nos recalca Txerra acerca de la experiencia con el sello, el grupo quedó muy contento: «Fueron absolutamente legales y transparentes, nada que ver con las demás experiencias«.

El directo de R.I.P., años después de la que parecía su despedida oficial, constituye una feliz sorpresa, en la que hay cabida para una nutrida colección de temas formada por los clásicos de siempre y diversas versiones. No hay composiciones nuevas porque como manifestó entonces la banda, la idea no era resucitar a R.I.P. para editar nuevos discos.

Esta secuencia de reapariciones y silencios se ve tristemente interrumpida por la muerte de Portu unos años después. Víctima de lo que Pablo Cabeza, periodista y cronista de la época, definió en su obituario como la elección de “la vida a plena intensidad” frente a la elección de otros que “prefirieron el gris del día a día”, el que fuera bajo y pilar en las composiciones del grupo era encontrado muerto en su casa.

Yul y Txerra, que ya antes habían puesto en marcha un proyecto llamado los Pitxones, grupo de «rock cañero» entre amigos y  que graba una maqueta, colaboran entonces con Evaristo Páramos, cantante de los entonces disueltos La Polla Records. Con él forman  The Meas, posteriormente renombrado The Kagas, en los que jugando con identidades ficticias de supuestos grupos neozelandeses, dan rienda suelta a más punk-hardcore. El grupo duró hasta que Evaristo y el bajista Jon Zubiaga se centraron en un nuevo proyecto Gatillazo.

Tienen también tiempo para una serie de cuatro o cinco conciertos que dan con Carlos y un hermano de Portu para sustituirle al bajo, para mostrar qué era R.I.P. a las generaciones más jóvenes. Para su asombro, y con letras y canciones compuestas veinte años antes, comprueban que siguen siendo capaces de reunir grandes audiencias. Sometidos sin embargo al escepticismo, a veces malpensante, de quienes no entienden cómo un grupo caracterizado por la coherencia con unos planteamientos anti-comerciales muy definidos, puede estar tratando de rentabilizar una marca pasados los años, la banda y su círculo más íntimo de amigos recuerda que siempre han tocado cuándo y cómo les apetecía; muchas veces “simplemente por dos mil pelas”. Se trataba, más que de una vuelta programada, de dar la oportunidad a muchos jóvenes que no les habían visto nunca. Declinaron de hecho invitaciones para tocar en muchos festivales. “Querían dar dos o tres conciertos puntuales y ya está”.

Tampoco hubo mucha oportunidad para más debates, porque la desgracia volvió a golpear al grupo el año 2003: a la edad de 44 años, Carlos Mahoma fue encontrado muerto en su domicilio de Bilbao. El triste final del cantante que se declaraba “enamorado de la muerte”, uno de sus temas más impactantes del “No te Muevas”, alienta a los ya mencionados periodistas Iker Barandiaran e Iban Toledo a rodar su historia sobre los veinticinco años del grupo. El DVD, que incluye un gran número de actuaciones en directo y un recorrido a lo largo de su carrera en un documental de casi una hora, es pieza fundamental para los seguidores de uno de los grupos que, incluso para su propia sorpresa, marcó la música que se facturó en la década de los 80 en el País Vasco.

Desde el 2004 hasta el 2006 las únicas actividades de los hermanos Bolinaga fueron las de una agrupación de amigos a la que denominaron Los Siete Magníficos y Amigos, con la que hacían, sobre todo, versiones de The Clash. Fue en 2006 cuando, a iniciativa de un grupo social al que pertenecían, que les hace la propuesta de tocar en la fiesta de un gaztetxe, inician Karrocerías Betoño. Grupo formado inicialmente con dos cantantes, uno de ellos Belén, con formación teatral, dos guitarras, bajo y batería, se dedican a lo que Yul mismo denomina «verbena punk«. Aunque la formación ha sufrido cambios y desgracias varias (que incluyen fallecimientos y detenciones) a lo largo de su corta trayectoria, el grupo continúa en la actualidad sus actividades con un núcleo de cuatro componentes.

Consecuentes con su trayectoria y sus vivencias Yul y Txerra no cedían a la tentación de posibles arrepentimientos de última hora. Preguntados sobre los momentos y hábitos más controvertidos del grupo responden sin titubear. Como ejemplo, la entrevista para la Factoría del Ritmo: “Desde luego no nos arrepentimos de la forma de vida que llevábamos, sino todo lo contrario. Aprendimos mucho. Había mucho movimiento (radios libres, fanzines, Gaztetxes, grupos…..). Éramos una gran familia que se movía de un sitio a otro y en cada nuevo lugar al que íbamos conocíamos a más gente. Hicimos grandes amigos, tanto en Euskal Herria como en el estado”.

En noviembre de 2014 moría Yul tocando con en el gaztetxe de Vergara (Guipuzcoa) con su grupo de entonces The Potes, combo de punk-folk, El guitarrista caería fulminado sobre el escenario cuando interpretaban precisamente «Condenado«, un clásico del repertorio de RIP.

Álbumes:

Larga duración:

No te Muevas!

1987

El único verdadero larga duración de en estudio tras el disco compartido con . Aunque llegó algo tarde (habían pasado...

Zona Especial Norte

1984

Zona Especial Norte -Plan ZEN de modo abreviado- fue un programa diseñado por el Ministerio de Interior, entonces dirigido por...

Corta duración:
No existen álbumes de corta duración relacionados a este grupo.
Recopilatorios y directos:

Punkaren 25 Urteko Historia Bizia

2006

Los periodistas Iker Barandiaran e Iban Toledo se embarcaron en la realización de esta obra de recuento histórico y de...

Hiesari Aurre Egiten!!

1995

Único directo grabado por la banda. A pesar de tratarse de un grupo con un clara vocación de actuaciones en...

Reediciones:

Zona Especial Norte (reedición)

2009

El sello Munster en su tarea de reeditar material antiguo de se pone con el mítico split , que aunque...

Zona Especial Norte (reedición)

1991

A inicios de los 90 se reeditó el mítico split por parte del sello Discos Suicidas. Como novedad se incluyeron...

Grupos:

Partidarios de enfrentar al oyente con los...
Si en Catalunya la musica oi!, esa...
Resulta arriesgado hacer cualquier tipo de clasificación...
La historia de Cicatriz está marcada, desde...
Preguntado por los comienzos del grupo, allá...
«Somos la banda más honrada que ha...

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