“Órbitas de ceniza en la mirada: negaré siempre un mundo en que no está tu eternamente cuerpo”.
El escritor Juan Eduardo Cirlot nace en Barcelona en 1916, y en su última etapa literaria, de 1966 a 1972, crea toda una mitología poética en torno a la figura de Bronwyn, la mujer procedente de «El Señor de la Guerra» (1965) de Franklin S. Schaffner, que Cirlot determina como “el centro del lugar que dentro de la muerte se prepara para resucitar”. Así, convertida en mito cósmico, de su nombre -permutado- surge hasta un idioma inventado. Y también el enésimo proyecto de Fernando Márquez.
Después de abandonar La Mode en 1984 por su consabida insuficiencia pulmonar, y tras plasmar lo surgido de su anterior infructuosa aventura, Pop Decó, dos años después Fernando emprende el Proyecto Bronwyn, y si ya la resonancia del primero había sido más bien escasa, de la existencia de este segundo tan sólo se enteraron (o, como Fernando defiende, se quisieron enterar) pocos. Muy pocos. Tan pocos como los propios integrantes del grupo –Merche de Miguel (La Honorable Sociedad) a los teclados, Fernando Romero al bajo, Vicente Alonso a la guitarra y Jesús Martín a la batería-, Joe Borsani, que produce el disco sin cobrar, y algunos más que saldrán nombrados más adelante.
Tras el fracaso comercial de “La Exposición Universal de los 80” (Nuevos Medios, 1986), Fernando ha de buscarse nueva casa disquera. Es así como, asesorado por el propio Joe Borsani, en 1987 aparece el mini-LP «De Otro Modo» (Twins, 1987), costeado por el propio bolsillo de Fernando (un millón de las de entonces, dice se gastó; los músicos al parecer iban a sueldo) y con escasa producción. Provisto de cinco canciones -dos de ellas, “De memoria” y “Credo”, compuestas a la sazón por Fernando y Merche, y la mejor del lote, “Al margen”, a medias con el otro Fernando-, el trabajo, de no excesiva valía, también hay que decirlo, sería totalmente ignorado. Aún así, saldría ese mismo año un single promocional con «De memoria» y «Al margen» en la Cara B.
Afirma Fernando que “la categoría introspectiva se desfondó bajo la anécdota propagandística. No obstante, creo que había material rescatable (más en músicas que en letras), como ‘Al margen’, ‘El hombre que sabía demasiado’, ‘Credo’ y en posteriores grabaciones he procurado rescatar títulos (con otra letra, pienso que bastante mejor) como ‘Línea de sombra’, ‘Desayuno con diamantes’ o ‘La mueca’”. El trabajo al que se refiere es “Sangre Sabia” (Lollipop, 2002). Y la «anécdota propagandística» que menciona es su significación con FE/JONS, apareciendo en n spot publicitario llamando al voto joven.
Dicho spot ya había supuesto la ruina de su anterior proyecto. Y es que afirma El Zurdo, a consecuencia de ello fue sometido a un veto velado. Cierto o no, tan sólo recibió el respaldo de Eduardo Haro Ibars, el único que se molestó en intentar averiguar las causas de su aproximación a dicho partido, y Carlos Tena, que no sólo le entrevista y acoge profesionalmente como colaborador en su programa a finales de los 80 (rescatándole de un posible suicidio, como él mismo afirma), sino que cuando la aventura de Proyecto Bronwyn estaba prácticamente a punto de finalizar, le consigue dos actuaciones en Elígeme y en El Café del Mercado, que llevaba el hermano del Wyoming, e incluso trató de conseguir con Elígeme un contrato para un álbum del grupo. También contó con el respaldo de Miguel Angel Vázquez, fuera de FEI desde el 81 en desacuerdo con el apoyo a Tejero, patrocinando el Proyecto Bronwyn.
Como se ve, el grupo estaba profundamente politizado, pero este apoyo no fue suficiente para que el disco, y el proyecto, pasaran con más pena que gloria a mejor vida. Ni que decir tiene que Twins se pegó también una pequeña torta, y lo curioso del tema es que dos años después le volvería a suceder lo mismo con Micky y su «Octubre» (Twins, 1989), con música de Pablo Novoa (Golpes Bajos) y letras de… Fernando. Cuenta El Zurdo que Paco Martín estaba dispuesto a hacer pasta de vinilo con el lote, pero Micky, ante lo que consideraba su mejor trabajo, prefirió comprar la tirada entera.
Un nuevo proyecto maldito. Un nuevo fracaso comercial. Un nuevo trabajo ignorado. ¿De quién otro podríamos estar hablando sino de...
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