Negu Gorriak

Negu Gorriak

Preparados los temas con el sigilo que daba el no haber anunciado siquiera la formación de la banda, Negu Gorriak contaría además con los estudios IZ casi a su entera disposición. Debieron de trabajar a capricho ya que su responsable era precisamente Kaki Arkarazo, uno de los guitarristas y responsable técnico de secuenciadores y cajas de ritmo varias que utilizaba la banda.

La contra del disco estaba diseñada con la foto del trío, los hermanos Muguruza en canónica estética hip-hop, gorra incluida (Íñigo incluso con gafas de sol) y Arkarazo a la derecha con vestimenta mucho más neutra. Para la portada montaje de dos niños sobre un patín y tanques en fondo rojo tras ellos. Nombre del grupo y las dos hachas cruzadas, verdadero logo con el que se distinguieron Negu Gorriak.

«La historia que nos enseñaron la escribieron los asesinos» dicen en «Irakatsi ziguten historia«, y si hacía falta recalcar algo más a estas alturas el compromiso con lo que entienden como una lucha ineludible: «En el imperio en el que no se pone el sol, las provincias vascongadas son tres: La Pinta, La Niña y la Santa María«.

También avisan en «Nahi duzuena (milenioa III)«, tras el repaso de las que se suponen son las características que los demás ven en el vasco, de la que está aún por venir: «A este paso pronto nos quedamos sin agua también. Pero cuidado porque un día de estos, caerá un buen chaparrón y en ese diluvio os ahogaréis«.

Es cierto que las maneras con las que empieza el proyecto Negu Gorriak están claramente influenciadas por el rap y hip-hop, pero éste es un buen ejemplo de la simiente rock de guitarras bien potentes que ya demostraran en los momentos claves como Kortatu. Algo que también ocurre con «Amodiozko kanta«. Son igualmente guitarras contundentes y afiladas las que sostienen por ejemplo «Nahi duzuena milenioa III)«. Y es que hay que recordar el contexto en el que se produce la edición del debut del nuevo grupo; siendo como es innegable la impronta del hip-hop, el comienzo de los 90 en Euskadi fueron el marco en el que se producen discos como el «Baldin Bada» (Ohiuka, 1990) de Baldin Bada o los de Delirium Tremens, dos buenos ejemplos de guitarras particulares y casi se podría decir que específicas de ese especial momento que vive el punk rock vasco. Negu Gorriak tiene, en su estela de los último Kortatu, mucho de todo esta corriente.

Si Kortatu, como otras muchas bandas como Baldin Bada, por ejemplo, utilizaron el punk-rock como elemento en el que integrar aspectos autóctonos del folklore o identidad vasca, ahora con Negu Gorriak el elemento conductor es el hip-hop. «Bertso hop» es probablemente una de las pruebas palpables mejor logradas. La historia, propia de un cantar de pueblo, narra la llegada a casa del hombre después de haber estado bebiendo por la noche. Borracho confunde las camas y se mete en la de la abuela en vez de la de la mujer. Relatado con fondo de secuencias que pudieran semejar las percusiones de una txalaparta, intercala lo que dicen tanto la egaña (abuela) como lo que cuenta el susodicho Peñagaritano. Esta última parte la ejecuta Fermín con una auténtica manta de sonido por detrás que pone los pelos de punta de la misma manera que hacían los Beastie Boys con su «No sleep till Brooklyn«.

Hablando de los neoyorkinos y de su capacidad para entremezclar la contundencia de guitarras con el espíritu hip-hop, Negu Gorriak consiguen transmitir en numerosas ocasiones las mismas sensaciones. «Seinalea» es un claro ejemplo. La canción advierte de la llegada de la señal, de la explosión de todas las bombas de relojería que hay en cada uno de los que acude a su puesto de trabajo como un autómata todos los días.

«Malkoak» sencillamente corta la respiración. Por su música, sus guitarras, el timbre de voz y la historia: no poder soportar las lágrimas en el rostro de ella.

Se repetían los personajes de «The Commitments» (1991), la película de Alan Parker, aquello de «I am black and I’m proud» para meterse en el papel de grupo de soul en Irlanda. En más de una ocasión de hecho, se ha hecho la analogía de que los irlandeses son los negros de Europa para hacer hincapié en el desprecio que han sentido con respecto a sus conciudadanos europeos. Negu Gorriak parece seguir el argumento y extrapolarlo a las similitudes que se viven en Sudáfrica y El País Vasco: «El hombre blanco ha invadido nuestras tierras / No hay paz, hemos desenterrado el hacha de guerra para siempre y se mantendrá de pie hasta que la muerte acabe con nosotros» mantienen en «Napartheid«, una línea que igualmente podría haber servido de cita de una máxima de un jefe guerrero indio. Compromiso presentado con guitarras que sencillamente arrasan.

Incluyen asimismo aires de fiesta raggamurfi hablando del espíritu ecléctico y aglutinador que siempre tuvieron.

«Radio rahim» se convertiría en unos de los hits del disco. Junto a la ya mencionada «Bertso hop«, fue uno de los dos sencillos que se extrajeron del disco. Menciones a  iconografía negra norteamericana como Myke Tyson o Spike Lee. Hip hop combativo y pegadizo para la que se hizo incluso un videoclip. Terminó siendo santo y seña del grupo para muchos.

Se cierra el disco con la versión del “Find a way” de Rich Kids on L.S.D. y en ediciones posteriores del mismo se incluiría la versión de Mikel Laboa «Gaberako aterbea«.

Bombazo de salida de un nuevo proyecto que contribuiría a cambiar el curso de la música vasca.

Grupo:

¿Cuál puede ser la razón para que...

Compartir:

Tracklist:

  1. Esan ozenki
  2. Irakatsi ziguten historia
  3. Ng dator
  4. Azken tangoa
  5. Nahi duzunea (Milenioa III)
  6. Amodiozko kanta
  7. Bertso-hop
  8. Radio rahim
  9. Seinalea
  10. Nire bizitza osoa
  11. Malkoak
  12. Napartheid
  13. Raggamuffin jaia
  14. Bide baten bila

Compartir: