Los Unísonos

Esta biografía es un apéndice de la del grupo Nuevos Horizontes, pues, en principio, los cuatro componentes de Los Unísonos son los mismos que los del citado conjunto. En realidad, Los Unísonos fueron la primera experiencia profesional de Ana María Guillén (órgano, piano y voz), Tomás –Tommy- Orts (guitarra y voz principal), Juan Bautista del Río (bajo y voz) y Alfonso Cabello (batería y voz). Ellos se conocían prácticamente desde niños, ya que eran estudiantes en el Conservatorio de Música de Madrid, que por entonces se encontraba en dependencias del Teatro Real. En 1965 deciden formar un conjunto moderno. Eran músicos más que competentes, pero su fuerte eran sus voces. De hecho, tanto a Los Unísonos como a Nuevos Horizontes se les considera comúnmente como grupos vocales.

Realizan su debut discográfico con un extended play en el que junto a un par de covers de temas pop muy populares colocan dos composiciones propias, que son, desde luego, lo más significativo del disco. “Catedral de Winchester / Ven a Bailar / Quiero Soñar / Loco no Estoy” (Philips, 1967) es bien acogido dentro del saturado mercado de nuevos conjuntos de ese año. Su sello les propone participar enseguida en el Festival Hispano-Portugués de la Canción del Miño, que cada año se celebraba en Orense, con la canción “Lazos Azules y Rosas” (Philips, 1967), un tema compuesto por un desconocido autor llamado Víctor Manuel San José, que un año después triunfaría como cantautor y se convertiría en un referente de la música española. Los Unísonos y Paco RuanoAñade este contenido (entonces cada canción era defendida por dos artistas) ganan el primer premio del festival y eso supone un espaldarazo a la carrera del cuarteto, apareciendo en varios programas televisivos, donde tuvieron problemas, pues ellos siempre se empeñaban en actuar o al menos, cantar en directo y en TVE les exigían play back.

Antes de finalizar el año, publicarán un tercer microsurco: “Torrevieja” (Philips, 1967), una de esas canciones turísticas tan en boga en la España del desarrollismo, aunque su cara B, “Decídete” salva un tanto el mediocre disco

En las Navidades de 1967 son uno de los artistas llamados a participar en un gran festival patrocinado por la UNICEF y celebrado en el Teatro Real. Allí interpretaron “Loco no estoy”, uno de los temas que ellos mismos habían compuesto.

Tras superar los escollos de la mili y estudios, en 1969 se plantean regresar a la actividad en el sello Columbia, pero como tenían el nombre registrado por Philips, se ven obligados a cambiarlo y así nacen Nuevos Horizontes, un auténtico grupo de culto del pop español de los 70, especialmente con las canciones que grabaron firmadas por las Vainica Doble, pero eso ya es otra historia que, por supuesto, podrás encontrar en Lafonoteca.