Fast Food

Fast Food

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Banda madrileña de punk-rock melódico con nostalgia de los 90, el surf y chicas

Dice Javi Fast Food entre bromas que su banda, Fast Food, sólo le ha traído disgustos. No puede ser verdad, claro. Es verdad que ha sido mucho el tiempo, dinero y esfuerzo invertido en el proyecto, y a pesar de la lucha por mantener una estabilidad, tantos los cambios de formación alrededor suyo, que bien se puede decir que Fast Food es su grupo. La manera en la que reacciona indignado cuando considera injustas o demasiado fácilmente vertidas las críticas recibidas; la satisfacción que reconoce obtener cuando da con la estrofa adecuada; el escape que dice conseguir para toda su “mala leche” y frustraciones con la música que compone… todo ello hablan bien a las claras de que Fast Food representa algo más que una de las bandas en las que haya podido tocar.

Para los comienzos musicales recurrió a los que tenía más cerca: su compañero de pupitre del instituto, Castro, quien se encargaría de las guitarras, y otros tres amigos del barrio (el del Pilar de Madrid). Con ellos forman en 1991 Pinheads. Javi, por su parte, se hizo con un bajo imitación a un Fender Precission con el que se proponía imitar a sus ídolos Sid Vicious y Dee Dee Ramone. El repertorio de la banda consistía principalmente en versiones de punk: Ramones, Sex Pistols, M.C.D., Eskorbuto, Andanada 7 , D.O.A. … El bagaje de esa primera experiencia se resume rápido: «Mucha cerveza, muchas risas y poco más. Fue un grupo de aprendizaje y duró el tiempo que el resto del grupo tardó en cansarse de ir a los ensayos«.

No fue éste el caso de Castro y Javi, que siguen interesándose por descubrir más música y más grupos. Frente al resto de la banda que se conforma con la oferta nacional tipo Parabellum o 37 Hostias, la pareja de amigos empieza a rastrear por «toda la historia del rock and roll«. No es de extrañar pues que sintieran ganas de montar una banda nueva. Javi le ofrece a Castro en verano de 1993 unirse a él en otro proyecto diferente. «No tenía nada mejor que hacer, así que se apuntó sin pensarlo«. Juntos inician una etapa de búsqueda de actuaciones por bares, principalmente por el barrio madrileño de Malasaña. No tenían ni batería ni repertorio propio definido, y ante la necesidad de dar un nombre a los dueños de los locales, eligen Fast Food. «Les decíamos a todos que tocábamos en plan Devil Dogs«. Pero realmente no llegarían a tocar casi nunca, ya que siempre les pedían alguna maqueta para comprobar qué tipo de música hacían.

Su gestación como banda se producirá en el caldo de cultivo que prepararan bandas como La Perrera, The Pleasure Fuckers, Snap!, Wipe Out Skaters, Shock Treatment… Además, jóvenes como eran, tienen claro qué les movía: “Cuando eres un chaval, vivir el rock and roll es lo mejor que te puede pasar. Todavía no tienes que preocuparte de pagar facturas ni tienes que dar muchas explicaciones. Todo nuestro mundo giraba en torno a la música. El resto, sencillamente, no importaba”.

En uno de aquellos bares en los que intentaban tocar, La Granja Margarita, situado en el barrio de Huertas, conocen a Rubén, bajista de Piolines al que le había atraído sobremanera la camiseta de Screeching Weasel que Javi se había confeccionado de forma artesanal. Tras entablar conversación con el dúo, termina ofreciéndose como batería para el conjunto. Es ésta formación de trío la primera con la que empezaría su andadura Fast Food. Además de resolverle la cuestión a las baquetas, la entrada de Rubén supuso para el grupo encontrar también un lugar donde ensayar, ya que les abrió las puertas en el centro social ocupado El Gato Salvaje situado en Vallecas. La razón es que él había colaborado en el pasado en su montaje. Los recuerdos de Javi del que fuera su primer local era que el squat funcionaba bastante bien. No se molestaba a los vecinos e incluso salió en la televisión en un documental de los de entonces: “Sale hablando Rubén y luego Fast Food tocando un tema, ‘Now and then’, que nunca llegamos a grabar”.

La lista de referencias que definen el sonido que quiere la banda abarca a Ramones, Angry Samoans, Zero Boys, Buzzcocks, Screeching Weasel, Misfits, Hard-Ons, Black Flag. Las labores de composición serían pronto patrimonio de Javi, para el que la cuestión tiene su importancia. En un principio las canciones vienen definidas por unos parámetros bien concretos: “Todas en inglés, de estructuras bastante simples, de corta duración, con melodías evidentes y con letras que intentaban ser graciosas sin conseguirlo”, nos cuenta. Con la misma sinceridad nos confiesa que los tres andaban demasiado verdes.

El debut en directo se produce el 30 de septiembre de 1994 en la ya mencionada Granja Margarita. Compartían cartel con Frogger, Piolines, DDR, Tocadiscos Humanos y Positi Caústico. De un concierto cuya entrada costaba cien pesetas, el entonces bajista de Fast Food recuerda hasta los títulos de las canciones que tocaron. Hubo hasta una versión de Zero Boys (“Tryin’ harder”). “El resto eran canciones en su mayoría mediocres o directamente malas. Todavía no había aprendido a hacer canciones decentes”. De toda la lista, en la que había temas como “Pizza de calimocho”, “My girlfriend is a hooligan” o “Helen’s in love with the fishmonger”, sólo aprovecharían tiempo después una: “Rubber love”. “El concierto en sí fue una mierda, aunque no tengo un recuerdo muy nítido de aquella noche, pero estuvo cachondo ver mi mano sangrando abundantemente tras arrancar tres de las cuatro cuerdas de mi bajo”, recuerda nuestro interlocutor.

Al año escaso de la formación del grupo, tuvieron la oportunidad de incorporar a Gonzalo, en palabras de Javi, un batería más solvente que Rubén, que en realidad en su grupo original era bajista. Aunque se trató de una decisión dolorosa, el ofrecimiento del nuevo batería, amigo además, resultaba demasiado tentador.

Las primeras grabaciones de Fast Food que vieron la luz fueron para contribuciones en recopilatorios como el CD “El Ataque de la Gente NOT” (NOT, 1995), en el que participaron con una demo “Kissin’ friends”, o el disco de banda sonora “B.S.O. Killer Barbies” (Subterfuge, 1996), en la que incluían la canción “El ascensor”. El primero de ellos pertenecía a su primera maqueta “16 Forever” (1994). Sería con un compartido con Aerobitch, “No Beer Left” (Punch, 1995), como llegaría el estreno en forma de trabajo más extenso. El disco lo editaría Punch Records, el sello de Laura y Mario Bitch, cantante y guitarra respectivamente de Aerobitch. Con ellos precisamente llegaría a tocar Javi durante un tiempo. Se incorporó a la banda a principios de 1996 tras recibir la oferta de Laura, que veía complicado compatibilizar micrófono como voz principal y el bajo. “Siendo amigo suyo y gustándome el grupo mucho, no podía negarme. Mi seudónimo en el grupo era Bitch Boy”. En lo que a cuestiones técnicas se refiere, Javi reconoce que su participación en Aerobitch le vino muy bien porque le permitió practicar un hardcore punk y punk-rock agresivo que con Fast Food sólo exploraba de forma puntual. La conexión entre ambas bandas se intensificará aún más cuando Gonzalo pasó a encargarse de la batería en los dos grupos (también participaría en Frogger), ante la salida de Enano Ramone de Aerobitch.

Nuevamente con Punch Records, repetirían sólo un año después para editar otro disco compartido entre dos bandas, en esta ocasión junto a Sugus: «Ataque Punk-Rock» (Punch, 1997). A los dos pildorazos que incluirían en el sencillo, seguirían una participación en un recopilatorio de la misma compañía “Loose Drive” (Punch / No Tomorrow, 1997), donde aparecería su “Ella vino del espacio exterior”, y sobre todo el primer larga duración de Fast Food, “Soy Un Ramone” (Punch, 1997). El disco es la gran puesta de largo del grupo. Generosa lista de temas de vigoroso punk-rock, algunos de sus primerísimos momentos como grupo, con ganas de mostrar su amor por guitarras aceleradas, cuestiones entre chico y chica e insolentes ganas de pasarlo bien. Su admiración patente por los Ramones terminaría no obstante por pasarle cierta factura, pues supuso un agarradero fácil con el que evaluar la música del grupo. Javi siempre se ha revuelto contra lo que califica como una asimilación demasiado rápida y simplista para con el sonido de Fast Food. Admitidos por supuesto como una referencia válida (“¿Cómo no van a serlo? ¡Si han sido los más grandes!”) no duda en defender con uñas y dientes una mayor amplitud de miras para la propuesta de la banda: “Nuestra admiración no es del tipo queremos ser iguales que ellos, una réplica. La influencia de Ramones en Fast Food es la misma que te puedas encontrar en Nuevo Catecismo Católico o en Suzy y Los Quattro, por ponerte un par de ejemplos bastante distintos”.

En entrevista años después contaba del disco: “Por un lado, me siento orgulloso, pero por otro, han pasado muchos años, y son unas grabaciones que me cuesta mucho escuchar; estábamos un poco verdes”. Hablaba además de “ejecución demasiado atropellada”, y sonido “bastante plano”. Concedía como evidentes las influencias de Ramones, Screeching Weasel, Mistfits, Queers y Angry Samoans. “Es el disco menos Fast Food de todos los que tenemos… y la gente se cree que eso somos nosotros”. A pesar de todo el disco de debut de Fast Food supuso la posibilidad para el grupo de darse a conocer fuera de la capital. No sólo en España además, sino que llegó a venderse también en EEUU, Alemania, Italia y Japón donde, según contaba Javi, se convirtió en un clásico del género.

Al igual que todo el material de esta primera etapa de la banda, las canciones de “Soy un Ramone” se grabaron en los estudios Reactor de Lavapiés. Propiedad de Servando Carballar (El Aviador Dro y Sus Obreros Especializados) era, a juicio de Javi, “un estudio pequeño, con un equipo pasable, pero con un técnico -Moncho Campa- que se las apañaba para sacarles el mejor partido”. Fue allí donde se grabó gran parte del punk que se hizo en la capital en la época.

Tanto Gonzalo como Javi participarían en un LP, un sencillo y un 10” de Aerobitch. Sin embargo los dos decidieron a la vez dejar de tocar con ellos. Lo hicieron poco antes de iniciar una gira que tenían apalabrada con Shock Treatment. Javi nos cuenta que sus razones para tomar semejante decisión tenían que ver principalmente con el tiempo, y dinero en ocasiones, que le estaban suponiendo las frecuentes salidas fuera de Madrid. “Yo no me lo podía permitir porque estaba dejando de hacer eso mismo con Fast Food para hacerlo con Aerobitch, y Fast Food era mi primer grupo, mi prioridad”.

La salida de ambos tuvo consecuencias en lo que a su relación con el resto de Aerobitch, y por tanto de Punch Records, se refiere. Laura y Mario, que tomaron casi como deserción la marcha de los dos músicos, rechazaron su ofrecimiento para hacer la gira y prefirieron cubrir las vacantes lo antes posible. El deterioro en las relaciones, que tardarían un tiempo en restablecerse, se traducirían en el cambio inmediato de discográfica con la que editaría Fast Food sus trabajos posteriores.

Con las primeras grabaciones y las que llevaron al LP “Soy Un Ramone” se inauguraba la alternancia entre español e inglés para las letras. Inicialmente todo era en inglés, “hasta que me dí cuenta de que las letras eran una basura”. Pero parece que tampoco así las cosas terminaban de funcionar: “Comprendí que no consistía únicamente en cambiar de idioma para que las letras mejoraran (…) Así que comencé a tomarme más en serio el asunto”. Desde entonces, y aunque supusiera un esfuerzo extra, Javi, trabaja esa faceta compositiva de manera cuidadosa: “Cuesta mucho más encontrar palabras que encajen en cuestión de acentos (algo que me empeño en cuidar al máximo) y que suenen bien incluso cuando lees la letra sin escuchar la música, pero el resultado es mucho más gratificante”.

Ésta es la línea por cierto seguida para Martin Max, el seudónimo que adoptaría Javi para un proyecto en paralelo iniciado unos meses después de la publicación de “Soy Un Ramone”. En 1998, Fast Food sufriría un cambio importante en su estructura. Entraron Héctor (Los Rombos) para hacerse cargo de una segunda guitarra y Miguel, que sería el nuevo bajista. Javi pasaba a ser el guitarra principal y voz solista. En este formato de cuarteto llegarían  a funcionar en diferentes actuaciones en directo, aunque no terminasen grabando nada. Temas para ello desde luego tenían y además, como anunciaban tras su primer LP, Fast Food planeaba una importante apertura de su paleta estilística para dar cabida a influencias de “los 60, power-pop y de grupos de chicas, aparte de otros más estrictamente punk-rock”. Pero, en vista de que el ritmo del trabajo en la banda se estaba ralentizando, principalmente por lo reciente de los cambios de formación y de la salida del LP anterior, casi todo el nuevo material pasó a engrosar el debut de Martin Max. Nos contaba Javi que, de otra manera, hubiese tardado muchísimo más tiempo en ver la luz. Para el nuevo proyecto contó con la colaboración desde Fast Food de Gonzalo a la batería y de Héctor más tarde, llegándose a tener hasta tres formaciones diferentes.

A finales de 1998 se decide parar con Fast Food. Algo cansados del “encasillamiento ramoniano” que mencionaban en entrevistas, Martin Max supone una válvula de escape ideal con la que poner tierra de por medio. Se dedican con ahínco al disco del nuevo grupo. La carrera de esta nueva aventura, sin embargo, apenas duraría un par de años y correría paralela a la de Recargables, el combo que montaría Javi con la misma gente con la que había parado Fast Food, y que llegaría a durar hasta verano de 1999. De estilo también más amplio que el grupo seminal, y con una participación mayor del resto del grupo a la hora de componer, el cansancio existente entre ellos impidió que se llegara a grabar nada: “Entramos a los estudios Reactor a grabar nuestro primer LP para Poliester Records en el verano de 1999 y a los dos días nos salimos porque las cosas no estaban funcionando bien. Estábamos hasta los cojones los unos de los otros. Eso puso fin al grupo”. La enfermedad que le diagnosticaron a su padre y el cansancio le quitaron las ganas de seguir tocando. No salían las canciones y dejó de escribir.

El parón duraría hasta 2001, momento en el que empezó a hacer canciones pensando de nuevo en Fast Food. Un año antes habían participado en el recopilatorio de Rumble Records “Never Trust A Punk Vol. 2” (Rumble, 2000) con la canción “Black flag”. El retorno a las actividades fue resultado del toque de corneta que realizase Javi para aunar fuerzas alrededor suyo y reflotar Fast Food en el verano de 2002. Para la ocasión no reclutaría a los tres compañeros con los que había parado la banda unos años antes, sino que, con idea de agilizar las cosas, empieza en forma de estricto dúo con Luis Begutus (Sugus) a la batería. Luis ya había tocado puntualmente la guitarra con el grupo en alguna sesión de grabación pasada alrededor de1996, y tocaba con Sugus, banda de la que era miembro fundador. Javi por su parte, se encargaría de bajo, guitarra y voz en este reinicio del grupo.

Se gesta así el nuevo LP de Fast Food, “And The World Keeps Turning” (CB, 2003), prueba palpable de que el grupo vuelve a dar señales de vida. Definido por Javi como “disco gris y bastante más agresivo que el primero, reflejo anímico con el que los temas habían sido escritos”, es un trabajo de punk rock áspero y mucho más combativo de las maneras que se le suponían al grupo. Además, las letras empiezan a ganar consistencia. De las correspondientes a este disco Javi manifestó en su momento: “Hay letras en las que trato temas muy personales y otras en las que simplemente robo ideas de otros y me las llevo a nuestro terreno”. Grabado en octubre de 2003 en los estudios Reactor y masterizado un par de meses después, la nueva entrega acreditaba además la participación de Castro, que volvía de nuevo para hacerse cargo de la guitarra, y en algunos momentos el bajo. De la sesión en los estudios recordaban cierto caos, ya que las instalaciones andaban paradas en aquella época, y su técnico, Moncho, accedió a registrarles los temas como un favor personal. El CD salió autoeditado bajo las siglas de CB (Comida Basura), ya que no veían claro que hubiera sello interesado que se quisiera “mojar” por ellos.

El grupo ha vuelto con ganas, y aparte del endurecimiento en el sonido entran en actuaciones para presentar el disco. Pasada la resaca de estos conciertos ven más temas suyos en nuevas ediciones. Así contribuyen con “Menos de una semana” para el recopilatorio “La Era Pop Vol. 2” (A.G.A. Records, 2004), un encargo que les llegaría de un fanzine. Se refuerzan además con nuevos elementos llegados de Sugus, entrando Koke -Head Power– para hacerse cargo del bajo. Así, Javi pasará en exclusividad a la guitarra.

Con esta formación de cuarteto deciden acelerar plazos en lo que a nuevas apariciones se refiere. Madurar todo para un nuevo LP les va a llevar demasiado tiempo y Javi tiene ganas de seguir tocando. Además tiene claro que los veinte temas que tiene preparados los quiere utilizar en el disco largo, tal y como había planeado. Se decide pues editar entre tanto un mini-CD: “Había que sacar algo que nos permitiera tener una excusa para seguir dando bolos, sino la gente se olvida de ti muy pronto”. Compone en un par de semanas dos canciones con letras totalmente en inglés: “Sweet and sour” y “How low will you go?”, adapta un par de temas de Jackie De Shannon y se recupera alguna versión que hicieran en directo. La oferta se completó con sobrantes de grabaciones para discos anteriores. Esos fueron los mimbres con los que se tejió “Funny Beats  & Little Bites” (Animal, 2005).

No niegan desde el grupo por tanto el carácter de transición del nuevo trabajo, lo que no resultó en menoscabo alguno de su calidad. Las canciones abrían una interesante ventana al pop energético con utilización de numerosos arreglos: cellos, teclados, campanas, voces femeninas… El disco se grabó en Mejorada, cerca de Madrid, en los Heatroom, con Karim Burkhalter como responsable técnico. Javi nos cuenta que había seguido la pista del trabajo del ingeniero en discos previos como el de debut de Fortune Tellers: “Me molaba mucho el sonido que sacaban a los grupos que pasaban por allí”. Terminaron contentos con el trabajo que hicieron con su “Funny Beats & Little Bites”.

Si en el disco anterior las letras se habían caracterizado por su repentina amargura y crudeza, este nuevo trabajo vuelve a relajar este apartado. Y es que por lo general no es Fast Food una banda de la que haya que esperar críticas de corte político o social. Javi nos confirma que no es este el objetivo de la banda: «En el punk-rock no busco nada en concreto, es un simple vehículo que te ayuda a plasmar sensaciones concretas del momento en que las canciones son compuestas (…) Nuestra manera de entender la música tiene bastante que ver con intentar evadirte un poco el día a día de mierda«. Al larga duración seguiría una contribución a un recopilatorio del mismo sello Animal Records, el “Animal Party” (Animal, 2005), en el que participaron con dos canciones extraídas del disco anterior, aunque una de ellas, «When you walk in the room«, incluía una toma alternativa de voz.

El período de transición que estaba proyectado que cubriera el mini-CD incluyó incluso un cambio de formación. Luis Begutus y Koke Head Power terminaron saliendo del grupo; llegó un momento en el que no encontraban tiempo para compaginar su presencia en Sugus y Fast Food. Castro, en una más de sus entradas y salidas, también se va. El recambio llega de la mano de The Ant (Sparky Darth Vaders, Pantones) al bajo, Edu (The Fastlane) a la batería y Ricardo Tyrd a la guitarra. The Ant, seguidor del grupo, nos cuenta que el primer contacto con el núcleo duro de la banda le llegó con la llamada telefónica que Javi le hizo a mediados de 2005 con la que le ofrecía entrar en Fast Food. Volvió emocionado a casa aquel día: “¡Imagínate, alguien de quien eres fan, te llama para que formes parte de la banda!”. De todas formas los ensayos empezarían meses más tarde, y su primer concierto fue a mediados de 2006 en Albacete. La alternativa en Madrid sería a finales de año.

No fue una etapa de inactividad del grupo ya que tocaron bastante por todo el país para asentar el sonido con los nuevos integrantes. Poco antes de empezar a preparar el nuevo disco, sin embargo, Javi decide prescindir de Tyrd, al entender que en las ocasiones en las que salen de Madrid a actuar, su actitud le distancia claramente del resto de la banda. El guitarra había iniciado una nueva etapa como miembro de Middlefingers en lo que tocaba con Fast Food, y tras su salida terminaría integrando una de las últimas formaciones de TDeK.

Es como trío pues que se graba el CD “Electric Romance” (Rumble / Música Para Top / CB, 2008) y un sencillo, “Surfin’ Dora” (Rumble ,2008). Las canciones para ambos discos se grabaron en mayo y agosto de 2007 en los Rockaway Studios de Castellón, bajo la asistencia técnica de Coky Ordoñez (Shock Treatment, Depressing Claim, Suzy y Los Quattro, Reactivos). Javi, que se declara amigo del músico e ingeniero de sonido desde mediados de los 90 no ahorra piropos acerca de las posibilidades técnicas del estudio: “Está acondicionado por el inglés Philip Newell, toda una eminencia en acústica. Además el equipo del que disponen es impresionante. Para que te hagas a la idea, si esos estudios estuvieran en Madrid en vez de Castellón, ni nosotros ni los sellos para los que grabamos nos podríamos permitir trabajar en ellos”. Interesados por los detalles técnicos de los que habla el cantante y guitarrista, le preguntamos por el método de grabación. “Nada fuera de lo habitual”, nos responde. “Grabamos, por orden, baterías (con guitarra y voz de guía), luego bajo, después guitarras rítmicas y a continuación voces principales. Una vez tenemos esto, el resto, arreglos de guitarras, teclados, coros… No salemos hacer una maqueta con los temas antes de ir al estudio, aunque alguna vez lo hayamos hecho. Pero siempre tengo anotados en mi cuaderno de grabación todos esos pequeños detalles que, de no ser así, posiblemente se olvidarían luego. Aunque se graba en digital, en Protools, tanto la mesa como una buena cantidad de los procesadores son analógicos. Eso hace que el sonido tenga cierta calidez especial”.

Disco con temas llenos de armonías vocales, con nostalgias adolescentes de punk-rockers callejeros y letras, capítulo en el que Javi guarda especial cuidado, con bastante gancho. “Electric Romance” saldría coeditado además de por el propio grupo, por Rumble Records y Música Para Top. La conexión con Pablo López, responsable de Rumble, se remonta al primer disco de Aerobitch. La grabación se realizó con dinero del grupo, y posteriormente, ante el interés de las dos compañías, terminaría saliendo como una jugada a tres bandas. El sencillo “Surfin’ Dora” que acompañaba al CD, incluía precisamente el tema que había sido cofinanciado por las tres partes.

Preguntando a Javi acerca del formato de sencillo, descubrimos a un firme partidario: “Los 7″ tienen algo especial, no sé exactamente el qué, pero lo tienen. Son pura magia concentrada. Si no fueran tan caros de fabricar y tan poco rentables, nos pasaríamos la vida publicando cosas en ese formato”.

Otro de los temas de “Electric Romance”, “Latino kids in leather jackets”, entraría también en otro recopilatorio “Open 24 Hours” (Diner Junkie, 2009).

No habría de pasar demasiado tiempo para que el grupo volviera a encarar la grabación de nuevo material, con una idea clara en la mente: principalmente “para tener una nueva excusa para salir a tocar”. De sesiones en Rockaway Studios preparan un mini-CD con tres canciones y dos versiones: “Summer hit”, una adaptación al español de un tema de los italianos Phonoramas, y una visión personal, mucho más electrificada que el original de “Starry eyes”, tema de Roky Erickson, el que fuera líder de los 13th Floor Elevators. Con todo ello preparan el CD “Cohete a tu Corazón” (CB / Ayuken, 2009), un trabajo que aparecería con la etiqueta compartida del grupo y de Ayuken Records. Javi nos explicaba que a pesar de que financieramente el disco corrió a cargo de la banda, la operación se explicaba por el vínculo que les une con su manager, responsable de Ayuken y además, familia de Javi. No era la única versión que registraron en su viaje a Castellón, ya que también adaptarían el “Make up your mind” de Parasites para enviárselo al propio Dave Parasite, encargado de gestionar la edición de un disco homenaje para la banda.

Rumble Records era la primera opción que consideraron para “Cohete a tu Corazón”, pero la urgencia que tenía el grupo en sacar nuevos temas hizo que se desestimase al comprobar que dado lo ocupado que estaba el sello con cosas pendientes hubieran tenido que esperar varios meses. Sin embargo, lo que si salió a la calle en el sello madrileño fue el compartido “Lights Out” (Rumble, 2009) con Sonic Surf City. Fast Food disponía en ese momento, de unas canciones (la revisión actual de su tema antiguo “Embrujada” y el inédito “Polaroid”) que aunque inicialmente se habían grabado pensando en un disco a medias con The Guts, terminaron empleándose en esta otra entrega.

Gran parte del material editado en estos trabajos de 2009 muestran a una banda que se desenvuelve a las mil maravillas en armonías vocales, arreglos y detalles varios que les delatan como perfectos conocedores y amantes de estilos fuera del estricto campo del punk-rock que han practicado desde sus comienzos.

De la proyección del grupo fuera de nuestras fronteras habla el acuerdo firmado con la compañía japonesa SP Records, sello actual de la misma junto con Rumble Records. La fe en Fast Food les llevó a editar “Party Of Three” (SP, 2010), un CD exclusivo para el mercado de aquel país que recoge nuevas tomas de viejas composiciones sacadas de los dos primeros discos del grupo. La acogida del trabajo de los madrileños en el mercado oriental es buena, con ventas y críticas más que aceptables. Si a todo ello le añadimos el trasvase, en pequeñas cantidades, que el sello está haciendo en Italia y EEUU, el balance para un disco principalmente en castellano es más que favorable.

Los proyectos a corto plazo además no pueden ser mejores: edición en unos meses de un sencillo compartido con los australianos Batfoot destinado al mercado japonés y la reedición en formato CD del primer LP, “Soy Un Ramone”, con un buen puñado de temas extra de regalo. Javi no habla pues sino maravillas de un sello que “se está convirtiendo en referencia en Japón, al igual que lo fue  1+2 en su día”. No extraña oirle decir lo encantado que están de ser compañeros de viaje de la discográfica en este esfuerzo de expansión que están acometiendo.

En el 2010 se produce un cambio en la batería. Edu lo deja por diferencias musicales. Sus raíces venían del hardcore, y como nos cuenta Javi, terminó algo cansado de la fijación de este último por imponer la máxima simplificación posible a las baterías. En su sustitución entra Eu The Rocker, que también toca en 27 Horas y Piko. Antes de irse sin embargo, Edu grabaría con el grupo los dos temas que aportarían al compartido con los italianos Manges: “Waikiki beach” y la versión de “Sueño de verano”, una canción de Depressing Claim que popularizase Shock Treatment.  “Are Piigs” (Rumble, 2012), una auténtica belleza desde su presentación, sería el resultado de toda esta actividad.

Fast Food seguía pues con ganas. Javi hablaba de la elaboración de un LP y, entre bromas, manifestaba un inquebrantable deseo de seguir tocando: “Tenemos que echarnos a la carretera de una vez. Me muero de ganas de palmar pelas y cargar todo el equipo después de cada concierto que has dado para veinte personas…”. Tendrían ocasión de saciar las ganas con una formación en la que se habían incorporado a las guitarras de Dani Fields (Rollercoaster Kills) y Sprite (Las Señoritas Estrechas). Llegarían incluso a tocar por Europa. Al regresar de nuevo a suelo patrio, Dani lo deja por incompatibilidades con su otro proyecto musical, entrando The Spoiler en su sustitución, mientras que se produce un relevo similar en el bajo, que ahora correría a cargo de Vic Savage (No Nipples).

La siguiente referencia discográfica de Fast Food sería el compartido con las australianas Spazzys. Su «Antipodes EP» (Rufus Recordings / SP / Cb, 2014), que tiene en los créditos a Luis Begutus a la batería y a Kurt Baker al bajo sería un acierto más en el capítulo de pequeñas joyas de su producción en formato de corta duración. Su edición, que venía a saldar un proyecto que venía de antiguo, se hizo coincidir con la visita del trío de féminas desde las antípodas por tierras españolas. En concreto, en el concierto que dieron en Madrid, se hicieron acompañar por Fast Food.

El anunciado LP no vería la luz hasta mucho después. «Sinfonía de Frustración» (Monster Zero / SP / Cb, 2016) se había empezado a grabar tiempo atrás con una formación que no era la que tenía la banda para los directos. Como por entonces Eu estaba recién incorporado al grupo, Javi, contó con Luis Begutus a las baquetas. En una decisión salomónica similar, le ofreció asimismo a Dani, que acaba de dejarles, colaborar en la elaboración del mismo. Disco que no escatimaba nada de crudeza en unas letras resultado de un poso de inconformismo y malestar personal, pero en el que se empleaba con enorme acierto un cuidadoso tratamiento de las melodías y coros vocales. Con cierta dosis de obra conceptual que recurría de manera ficticia a Los Ángeles y sus luchas callejeras, puede pasar por uno de sus mejores trabajos hasta la fecha.

Preguntado en su momento por el balance de todo lo recorrido por la banda hasta el momento, Javi hablaba de “un buen puñado de momentos”, de poder decir con la cabeza bien alta que han “grabado varios discos de los que aún no nos avergonzamos”. Este recorrido terminaba de todas formas con una creencia en firme: “Estoy absolutamente convencido de que lo mejor está por llegar”. Estas ganas de seguir batallando nos aseguran que seguiremos oyendo de Fast Food en muy poco tiempo.

Álbumes:

Larga duración:

Sinfonía de Frustración

2016

A estas alturas no sorprende ya comprobar la solvencia de en esto de hacer punk rock melódico vigoroso apoyado tanto...

Electric Romance

2008

Para el propio Javi, cantante y auténtico motor del grupo, quizás sea el mejor disco de . El que mejor...

Funny Beats & Little Bites

2005

Mini-CD que siguió a , el disco con el que volvió tras el parón que tuvieron a finales de los...

And The World Keeps Turning

2003

decidieron parar a finales de 1998 y no volvieron a reactivar el grupo, empezando a componer de nuevo, hasta el...

Soy Un Ramone

1997

El disco de debut de . Tras participaciones en recopilatorios y compartidos, con uno y otro, Punch Records, el sello...

Corta duración:

Antipodes EP

2014

Portada que aclara con símbolos de cuarto de baño que es un compartido entre grupo de chicas (Spazzys de Australia)...

Are Piigs!

2012

Nuevo compartido de con representante internacional de parámetros musicales similares a los de los madrileños. En esta ocasión se trata...

Cohete a tu Corazón

2009

Grabado en los Rockaway Studios de Castellón entre noviembre-diciembre de 2008 y mayo de 2009. El técnico, Coky Ordóñez (,...

Lights Out

2009

Compartido de los madrileños con los suecos de Sonic Surf City. Un gran emparejamiento que comienzan los primeros con su...

Surfin' Dora

2008

Sencillo que acompañó al LP . Al igual que el larga duración, salió coeditado con Rumble Records y Música Para...

Ataque Punk-Rock

1997

Sencillo compartido de y en Punch Records, el sello de Laura y Mario, responsables también de la medular de ....

No Beer Left

1996

Disco compartido entre y en el sello Punch Records, cuyos responsables eran Laura y Rockaway Bitch, la medular de los...

Recopilatorios y directos:
No existen álbumes de recopilatorios y directos relacionados a este grupo.
Reediciones:
No existen álbumes de reediciones relacionados a este grupo.

Grupos:

Dani y Diego se conocían desde bien...
Pantones tiene su origen en el propósito...

ddt

Es más que probable que gran parte...
La trayectoria de largo recorrido de los...
Mauro Canut y  Joaquín Rodríguez son músicos...

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