Balano

Según la Real Academia Española, Bálano o Balano significa:

1. m. Parte extrema o cabeza del miembro viril.

2. m. Crustáceo cirrópodo, sin pedúnculo, que vive fijo sobre las rocas, a veces en gran número.

Desconozco si el nombre, tanto del grupo como de este disco, corresponde al glande -cosa probable, pues el siguiente grupo que montaron los hermanos Junquera se llamó Salchicha– o a las bellotas de mar, que es eso que se adhiere a los barcos en un número considerable. Lo único que podemos afirmar sin temor a equivocarnos es que este, su primer y, a la postre, único álbum es deudor de los sonidos que a inicios de los 90 nos llegaron desde la ciudad estadounidense de Louisville que, unido a ciertas influencias de grupos hardcore de los 80, configuran el sonido de Balano.

Y es que la sombra de las bandas de dicha escena -grupos como Slint, The For Carnation, June of 44 o Rodan- es muy alargada y se nota en todo el álbum, que apenas cuenta con cinco canciones y cuya duración es de poco más de media hora. Se inicia con “Just like walking” que avanza de un modo lento y persitente, que lo entronca directamente con el género math-rock, un ritmo cadencioso sólo interrumpido por los riffs de guitarra. Posteriormente se abre paso “October in movement” que sigue los mismos esquemas que su predecesora pero aquí no hay riffs que valgan, sino verdaderos torrentes sonoros son los que se abren paso. Con visos continuistas, “How to do things without words”, se cierra la cara A del vinilo, quien sabe si como respuesta a la obra de John Langshaw Austin.

La cara B del vinilo se inicia con “With every step” que junto con el tema final “Building himself” muestran la cara más potente de Balano, en ambos temas se intercalan paisaje sonoros más introspectivos junto a otros lapsos llenos de brío y nervio.