Almodóvar & McNamara

Tanto Pedro Almodóvar como Fabio de Miguel eran personajes más que conocidos en la escena madrileña de los primeros 80. El primero, nacido en 1951 en Calzada de Calatrava (Ciudad Real), se había ido a Madrid para, compaginándolo con un trabajo como mecanógrafo en Telefónica, empezar la que con los años sería una más que estelar carrera como cineasta. Sacaba unos cuantos añitos a los imberbes de La Movida, pero se había integrado perfectamente y, además de escribir para la revista Luna con el seudónimo de Patty Diphusa y colaborar en otros medios como El Víbora, El País o Diario 16, se había abierto un hueco definitivo en ella con «Pepi, Lucy, Bom y Otras Chicas del Montón» (1980), en la que por cierto, Alaska, que interpreta a Bom, empezaría a coger el gustillo a eso del micrófono. El segundo, nacido en Madrid en 1957, era especialista en no pasar inadvertido, no perderse un solo sarao y ser la reina indiscutible de la noche. Iniciado a la vera de Las Costus, la Fanny pertenecía a esa corte plumosa de personajes almodovarianos que pululaban de aquí para allá esperando su oportunidad. Además, había adquirido especial notoriedad por sus presentaciones, como la que realizó para Alaska y los Pegamoides vestido de flamenca en un festival heavy en la plaza de Las Ventas en 1981. Le llovió de todo al pobre, y es que si a día de hoy seguiría chocando, en aquel entonces mucho más, por muchos 80 que fueran.

Ya en 1982 Pedro estrenaba «Laberinto de Pasiones» (1982), un filme que giraba en torno a una historia de amor entre una chica erotómana y el hijo homosexual de un emperador árabe. De nuevo, la esencia de la nueva ola madrileña estaría más que presente, pues la protagonista en la película es miembro de un violento grupo musical y en ella participa el propio Santiago Auserón. Pero lo más relevante en lo que a música se refiere (que es lo que aquí nos atañe), es que tanto Fabio McNamara como él mismo ponían voz a las canciones que Bernardo Bonezzi, líder de los Zombies, había creado para la banda sonora, y que Los Pegamoides habían musicado. El resultado fue satisfactorio para todos y el sello Victoria publicaba el primer single del dúo, «Suck it to me / Gran Ganga»(Victoria, 1982), siendo la acogida del mismo mejor de lo esperado. El disco se reedita en formato maxi y se defiende en directo por los distintos santuarios de la modernez, desde Rock-Ola a Zeleste, siempre privilegiadamente acompañados en lo musical de bandas como Derribos Arias o Dinarama.

Las dificultades para sincronizarse con estas otras ocupadas formaciones les lleva a plantearse que si ellos no son músicos, por qué depender de nadie si para montar su espectáculo no necesitan más que un radiocassete. Eso, y la labor en la sombra de Bernardo Bonezzi, que como productor convierte en canciones las ideas que surgían en noches cualquiera de fiesta. De hecho, el proyecto en sí nace cuando a mediados de 1981 se produce un reencuentro entre Bonezzi y Berlanga, creándose un nuevo grupo de amigos con Sigfrido Martín Begué y la pareja en cuestión. Una cuadrilla que tenía su centro de operaciones en el apartamento de Bonezzi en Torre de Madrid, y que, entre numerosas correrías en el R5 de Sigfrido de vuelta a la casa de Carlos en Somosaguas tras las noches de marcha, daban lugar a estas hilarantes canciones. Aunque Carlos sólo firmó un tema, su alma, en palabras del propio Bonezzi, estaba en todo momento. Como curiosidad añadir que al parecer en un principio iban a haberse llamado The Black Kiss Dolls.

Así que Almodóvar y McNamara sacan adelante un nuevo maxi con Victoria, «Susan Get Down» (Victoria, 1983) que sería el prólogo de nada más y nada menos que todo un álbum, «¡Como Está el Servicio… de Señoras!» (Victoria, 1983), una gamberrada en toda regla de la cual se extraería un sencillo imprescindible para todo amante de la nueva ola española, «Satana S. A. / Voy a Ser Mamá» (Victoria, 1983).

En junio de 1983, «La Edad de Oro» (TVE) de Paloma Chamorro inmortalizaba al dúo de tal guisa que las imágenes, de ser vistas, permanecerán en la retina para siempre: McNamara con chaquetilla, pantalones de cuero y botas de tacón, y Almodóvar todo maruja, con falda y pendientes de perla, para ofrecer un espectáculo casi teatral en el que el petardeo y el exacerbo de la homosexualidad son sus principales armas. Por si ello fuero poco, en la entrevista posterior, un Fabio con la mirada fija en el infinito y totalmente pletórico nos regalaba un momento antológico:

Paloma: Fabio, de todas tus actividades, modelo, cantante, pintor, poeta, ¿cuál es la que más te gusta?

Pedro: ¿Eres todo eso, Fabio? ¡No me habías dicho nada!

Fabio: La que más me gusta es… la de mujer superficial.

(Todo ello aderezado con peluca y pausas de rigor entre bocanada y bocanada de cigarro). Toda una estrella del rock ‘n’ roll. De hecho, según cuenta la leyenda, en una de las visitas de Andy Warhol a la capital, tras asistir a una de sus actuaciones, se dirigió a Fabio y le dijo: «You are a star»«. ¿Almodóvar? Pues también, pero intentando poner algo de cordura.

Sin embargo, el éxito cinematográfico de Pedro Almodóvar provocaría la pronta desaparición del nuevo Dúo Dinámico. Fanny McNamara continuó en la música junto a Miguélez, guitarrista de Alaska y Dinarama, y Juan Tormento, alcanzando de nuevo el éxito en 2001 con «Rockstation» (Boozo Music, 2001). Sin dar nunca de lado su faceta como actor y pintor, en 2006 crea una nueva formación, Sarassas Music, junto Antonio Villa-Toro y Agustín Querol, volviendo de nuevo al candelero con todo el revival de los 80 vivido, protagonizando incluso algún spot publicitario.

En cuanto al dúo, el sello Lollipop reeditaba en 2005 el largo en formato CD. También es interesante «Radio 3. Rescate de un Recuerdo» (Espejo de Tinta, 2004), Libro + CD, en el que se recoge uno de sus conciertos.