Cuando en 1972, los tres componentes de Los Payos tiran cada uno por su lado, dejando huérfano de una de sus principales bazas al sello Hispavox, Rafael Trabuchelli convence a uno de ellos, José Moreno -Josele –para continuar de alguna manera la carrera del trío. El resultado será un dúo llamado Yerbabuena. La pareja de Josele en esta aventura será Paco Aguilar, un cantante y guitarrista que había formado parte de uno de los más grandes grupos de sevillanas de todos los tiempos: Los Amigos de Ginés.
Ambos comienzan una nueva carrera ese mismo año con el single que incluía como principal reclamo comercial el tema “Caperú”, una versión libre y libertina del cuento de Caperucita Roja que se escuchó mucho y se vendió más bien poco. Su simpatía, un buen grupo de acompañamiento y los chistes y comentarios sarcásticos con que salpicaban sus actuaciones hicieron que en los siguientes años gozaran de un buen montón de galas veraniegas.
Con el segundo sencillo, ya en 1973, las cosas rodaron mejor y “Te conocí” se asomó a los puestos medios de las listas de ventas. Por cierto, con esta canción debutaba como compositor un tímido muchacho conquense llamado José Luis Perales. Repartían su vida en un continuo ajetreo entre Madrid y Sevilla, ciudad en la que finalmente se establecerían de manera definitiva.
Durante 1973 y 1974 publicaron algunos discos más entre los que destacó: “Sé que me quieres” compuesta por su arreglista y productor habitual, Juan Márquez. En 1974 van a participar con un tema inédito propio en un LP colectivo a beneficio de UNICEF que tuvo un buen amparo publicitario.
Yerbabuena amplió los horizontes estilísticos de Los Payos. No se conformaron con hacer una rumba tras otra, sino que mezclaron ese palo con sonidos netamente pop e incluso aires brasileiros y latinos de bossa nova, bolero o samba. Todo ello sin perder del todo ese característico aroma andaluz.
En 1976 salió a la venta su último disco con “Por las calles” en su cara principal. Aún continuarían un tiempo realizando actuaciones hasta 1978. Su última gala tuvo lugar en el pequeño pueblo sevillano de Herrera. Una actuación que resultaría histórica, pues compartieron cartel con Antonio Machín, que también hizo su última actuación cara al público, pues fallecería semanas más tarde.
A su disolución, ambos siguieron sus carreras de humoristas por separado, grabando cassettes y discos con chistes y ocurrencias. Josele también instaló en Sevilla un estudio de grabación. Paco Aguilar intentó, además, una carrera de cantante en solitario que se vería reducida a un único single.
Yerbabuena nos ha dejado un puñado de canciones desenfadadas, de fácil consumo y alegría a raudales que hoy pueden escucharse como un claro ejemplo del pop ligero y pachanguero, contrapunto feliz a una de las épocas más difíciles y complejas de la reciente historia de nuestro país.
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