Los años del folk en nuestro país fueron sin duda los primeros 70. Nuestro Pequeño Mundo y Mocedades eran las referencias. Todos queríamos parecernos a ellos. No existía facultad, instituto o parroquia que no tuviera su grupo. Adoptaban la forma rondalla con voces mixtas, guitarras acústicas y españolas, banjo o laúd según la procedencia de sus canciones, pandereta e instrumentos variados de percusión entre los que no solía faltar un almirez o una botella de anís vacía y, en ocasiones, algún instrumento de viento, por lo normal flauta dulce o armónica. Como se ve, el desembolso era mínimo y las posibilidades de pasar la tarde, amplias. Muchos fuimos los que hicimos nuestras primeras armas musicales en algún grupo de folk. Especialmente Madrid era un hervidero. Numerosos festivales en colegios, algún concurso avalado por discotecas como Long Play o instituciones de turismo como Puente Cultural daban vidilla a estas formaciones. El repertorio era un batiburrillo de folk song norteamericana, temas populares españoles, espirituales negros, alguna pieza de los cantautores sudamericanos, alguna canción protesta de lo más light…
El gran momento del género llegó, no obstante, de la mano de la televisión. Los sábados por la noche, en horario de máxima audiencia, planteó el programa La Gran Ocasión, destinado a descubrir nuevos valores en diferentes categorías estilísticas. Una de aquellas categorías era la de grupos folk. Esto permitía que cada sábado uno de estos grupos abandonará el anonimato y se colara en millones de casas. Uno de los primeros en actuar en aquel programa concurso fue Vino Tinto, que finalmente ganarían el Premio de Interpretación de aquel concurso en el que los ganadores absolutos serían Jubal.
Todo aquello ocurría en 1972; sin embargo, Vino Tinto existía desde dos años antes, cuando en Yecla (Murcia), Pepe Ruiz (cantante, guitarra y líder) tuvo la idea de fundar un grupo. Él había estudiado en el Conservatorio Superior y tenía más idea que la mayoría de sus compañeros en cuanto a armonizaciones, repertorio, arreglos instrumentales, etc. Le acompañan en la aventura varios amigos que en esos momentos cursaban carreras universitarias: Margarita (voz y percusión), Chema (contrabajo, guitarra y voz), Salvador (voz, banjo y guitarra), José Pascual (voz y flauta), Lola (voz principal) y Guillermo (voz y guitarra).
Se presentan en el citado programa cantando dos temas sudamericanos: “Volver en vino” y “El polo margariteño” y pasan a la final. Llaman la atención y enseguida sacan su primer sencillo: “Volver en Vino” (Regal, 1972). Vencen en la final de su especialidad por delante de grupos como Jubal, Madroñal o Carcoma. Todos ellos salen del programa contratados por alguna discográfica y los murcianos sacan su primer LP: “Vino Tinto” (EMI, 1972). Su contenido es una mezcla de números sudamericanos, cantos espirituales, alguna canción española, como “Esta noche ha llovido” y un par de temas compuestos por Pepe Ruiz.
El long play y sobre todo el single tienen buena acogida, llegando este último a entrar en el top 20, algo nada desdeñable para un grupo primerizo. Esto propicia un nuevo sencillo: “América América / Duerme Negrito” (Regal, 1972) que también se escucha bastante. Por entonces se trasladan a vivir a Madrid y se les une Juan Manuel del Valle, que procede de Aguaviva.
A partir de ahí, su estrella se oscurece rápidamente. Participan en el Festival Internacional de la Canción de Almería con la canción: “Pueblos, Hombres” (EMI, 1973) compuesta por dos miembros del grupo: Guillermo Duarte y Pepe Ruiz.
Su discográfica hace un intento de convertir Vino Tinto en una especie de Mocedades. Abandonan poco a poco el repertorio folk para adoptar temas más melódicos y hacer alguna incursión en la canción protesta más convencional. La cosa no funciona demasiado bien y el grupo empieza a perder fuelle. Como último cartucho publica un nuevo LP: “Mi Alma Está en España” (EMI, 1975), un buen trabajo que va a pasar desapercibido hasta el punto que la discográfica se desliga de ellos.
Vino Tinto, que ya ha perdido a algunos de sus miembros, va a encontrar refugio en el sello más folk del momento: Movieplay. Y va a ser grabando su primer disco con este sello cuando va a ocurrir algo que los va a inmortalizar para los restos. En España el general Franco ha muerto en noviembre de 1975, se ha formado un gobierno con Adolfo Suárez al frente y un encargo: democratizar la política tras 40 años de dictadura. Se prepara un referéndum que dé luz verde a los cambios y se busca una sintonía que anime la voluntad de los desentrenados votantes. En esos momentos, Vino Tinto anda preparando un tema titulado “Habla, Pueblo”. La UCD de Adolfo Suárez; es decir, el gobierno, compra los derechos y lo convierte en un himno ciudadano. De este modo, la canción más conocida de Vino Tinto y que forma ya parte de la historia de España jamás será editada en disco comercial.
Todavía sacarán un nuevo sencillo, “La Generación del Pacto Americano” (Movieplay, 1977), antes de separarse definitivamente. Muchos años después, en 2011, en el Teatro Madrid, se rindió homenaje a aquellos mal llamados pioneros del folk, pues en realidad muchos de ellos supusieron una segunda oleada. Allí actuaron Ismael, Nuevo Mester de Juglaría, Carcoma, Maíz y Laurel y también Vino Tinto. Hubo una persona que faltó, desgraciadamente. Pepe Ruiz, el alma del grupo, había fallecido el año anterior. Vino Tinto representa a la perfección esa eclosión folk en los cuatro puntos cardinales de la música española en la primera mitad de los 70.
Comentarios