El nombre de Víctor Valdés no es exclusivo del portero del F.C. Barcelona. Desde mucho antes, en Murcia, cualquier aficionado al pop nuevaolero, sabe de quien se trata cuando se utiliza este nombre. No en vano, Víctor Valdés es uno de los músicos y compositores más queridos y respetados dentro de la escena musical murciana desde aquellos lejanos primeros años 80.
Fue entonces cuando, en compañía de José J. del Campo y José Ródenas, decide formar el grupo Unidad Psiquiátrica (también conocidos como UPS), una de las bandas pioneras del pop en la capital murciana. Facturaban una música que fue evolucionando del punk al afterpunk más oscuro, hasta llegar al pop más luminoso y brillante, antes de separarse dejando como legado tres estupendas maquetas, muchísimas actuaciones memorables y un único sencillo, «Listas Para Morir» (Xirivella, 1985) grabado como premio tras ganar el concurso Murcia Jovén en 1984, (Ex aequo con Los Fanáticos del Ritmo, posteriormente Fanáticos) y en el que integraban dos buenas canciones oscuras, con ecos siniestros pero también nuevaoleros (de grupos como The Police, por ejemplo).
Posteriormente, y antes de la separación de UPS, Víctor Valdés es invitado a unirse a Los Ensayos, el grupo de referencia para el público del movimiento mod, en los 80 murcianos, y que obtendría cierta repercusión, vendiendo muchos discos para una banda de sus características, con su primer EP, «Los Ensayos» (DRO, 1988) pero que poco a poco se iría diluyendo, sin llegar a ver plastificadas sus maquetas en un larga duración. Lo harían ya, de forma independiente y amateur, a principios de este siglo, ya en una pequeña compañía, y con el amargo título de «Canciones que Nunca Fueron Grandes Éxitos» (Stereopop, 2004). Fue invitado a la reunión de Los Ensayos, que se viene produciendo desde el año 2009, aunque rehusó amablemente, por razones de tiempo.
Durante todos estos años, Victor Valdés siguió componiendo para sí mismo, y tocando esporádicamente, pero sin decidirse a publicar. Al fin, durante el año 2002, se convenció y saca a la luz un disco, «Pacífico» (Pachita, 2002): una auténtica obra de arte; cinco preciosas canciones de pop luminoso, melódico y emocionante que, por desgracia, no obtuvieron apenas repercusión.
Poco después se volvió a retirar y, discográficamente, no hemos vuelto a saber nada de él. Solamente sabemos que tiene un pequeño proyecto musical con el que, de vez en cuando, se sube a un escenario, y que se conoce como Big Tornado. Esperemos que, en alguna ocasión, se decida a editar algo más. Nos estamos perdiendo, mientras, a este magnifico autor de canciones pop, uno de los mayores talentos de la escena musical murciana. Y no están las cosas para permitirnos estos lujos.
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