Tortura Sistemátika

Tortura Sistemátika

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Pioneros y marginales dentro del punk

¿Qué es lo que hace que un grupo cuya trayectoria apenas durase más de un par de años, no dejara más que unas pocas maquetas y sus conciertos no atrajeran nunca la atención más que de minorías haya generado sin embargo con el paso del tiempo la sensación de haber desempeñado un papel, si no fundamental, sí relevante en la implantación del hardcore en el panorama nacional? Porque ésa es precisamente la situación con Tortura Sistemátika, banda de Tolosa (Guipúzcoa) de mediados de los 80. Una posible explicación es la de que constituyeron una auténtica vanguardia dentro de un género ya de por sí marginal y que incluso dentro de dicho contexto no fueron asimilados ni entendidos por el resto de grupos y seguidores. Su actitud, las letras de sus canciones y su sonido fueron caso aparte dentro del punk de los 80.

En sus comienzos, allá por 1983, la banda formada por Shanti Iribar a la voz, Lamberto Perurena a la guitarra y Joxi Úbeda al bajo se hacían llamar Testículos de Jehová, un nombre que habían elegido porque les parecía divertido. Las razones que les llevan a empezar a tocar tuvieron mucho que ver con la inadaptación a lo que les rodeaba: “Básicamente era para mejorar nuestra vida de alguna forma, hacer algo diferente, abrir nuevas puertas en una vida que estaba de alguna manera programada, pero desde luego no para salvar al mundo de las fuerzas del mal. Tal vez eso vino algo más tarde”, comenta Shanti mientras que Lamberto apunta en una dirección similar a la hora de buscar explicaciones: “La necesidad de catarsis ante un mundo que no comprendíamos y en el que no conseguíamos encajar. Y nuestra afición a la música. Aunque esto último resulte extraño teniendo en cuenta lo que hacíamos…

A falta de batería no tienen problema en utilizar cualquier cosa de apoyo rítmico para sus primeras composiciones: “Eran en general canciones bastante lentas y con ritmos difíciles de considerar como tales, tocadas con una guitarra, voz y algunos libros u cosas similares haciendo de tambores, con títulos como ‘Las putas del gobierno’, ‘La sangre nos ahoga’…”, cuenta el cantante. Las cintas que graban con ellas se enviaban a Javi Sayes, responsable del fanzine Destruye y de un programa en Radio Popular de San Sebastián desde donde se encargaba de lanzar el punk que se facturaba por todo el País Vasco.

Tras los primeros balbuceos como banda entienden que es necesario cambiar de nombre: “Pensamos que necesitábamos un nombre más serio, más acorde con los grises 80 y surgió Tortura Sistemátika, un nombre muy en consonancia con el ambiente que vivíamos día a día en nuestro entorno y que, por otra parte, podría definir bastante bien nuestro sonido”. Un sonido para el que parecen fijarse sobre todo en el punk internacional. Hablan de Crass, de su actitud antimilitarista, pacifista y rabiosamente comprometida de forma militante con mil y una causas, de bandas como Discharge, Dead Kennedys; del hardcore rabioso italiano (Wretched, 5º Braccio, Raw Power) y escandinavo (Kaaos, Terveet Kadet, Riistetyt, Asta Kask, Anti Cimex). “Grupos de canciones muy cortas y ruidosas. Principalmente de tendencia anarco pacifista”, resalta Lamber. La composición de las influencias se completaba con la música de R.I.P.Basura y en general con la de los grupos que se radiaban en el programa de Javi Destruye o los que actuaban en la sala Happy Day de Rentería.

Entre enero y febrero de 1984 graban entre los tres de manera totalmente rupestre una maqueta, la primera ya con el nombre de Tortura Sistemátika. Así lo contaba Joxi en una retrospectiva sobre la banda: “Lamber conectó su guitarra eléctrica marca Ventury a su radiocassete estéreo, y yo toqué las cuerdas más gruesas de una guitarra española a modo de bajo. Las ‘percusiones’ (latas, cubos de detergente…) creo que las toqué yo mismo”. La cinta, que incluía la que bien pudiera ser primera canción de hardcore en euskera: “Zer zerate estatuarekiko”, traía también “P.S.O.E. (Partido Socialista Opresor Español)”, “Ocupación militar” y “Cara al sol”.

Ese mismo año repetirían grabación en casa de Api, un amigo que se encargaría de tocar casi cualquier cosa (tambor, lata, silla, bote de detergente y similares) haciendo las veces de batería. Graban de nuevo rudimentariamente por pistas, con Lamber y Joxi encargándose primero de la parte musical, mientras que Shanti añadiría en su casa la voz mezclando todo. “Gobernu demokratikoa”, “Todos somos culpables”, “Jefes militares”, “Despierta!!”, “Ladrones y asesinos”, “Enterramiento prematuro”, “Unión y ocupación” son los títulos que componían la nueva cinta.

Según cuentan los propios protagonistas, el sonido de Tortura Sistemátika fue “encontrado” más que “buscado”. Pero el caso es que empiezan a perfilar un estilo rápido, impetuoso, frenético, en el que las guitarras descarrilan apresuradas, los textos de las letras se atropellan en la ejecución rabiosa de unos temas que se distinguen sobre todo por su brevedad. “Básicamente la mayoría de las canciones tenían dos ritmos: rápido, es decir, todo lo que pudieras aunque te comieras algo por el camino, y lento, vamos como para descansar un rato”, le contaba el cantante a David Von Rivers, responsable del sello Truco Espárrago. Inmersos en semejante caos era habitual “estar perdido en la ejecución, era parte del estilo del grupo”. Lamber por su parte comentaba en una entrevista en la radio que “en directo, nadie se enteraba de las letras”. De hecho no escatimaban esfuerzos en escribirlas para que, en la medida de lo posible, llegaran a un mayor número de gente. Editaron incluso un par de números de un fanzine titulado La Pesadilla del Poder.

La banda pasó por varios locales de ensayo y hasta una buhardilla de la que les echaron por el ruido y sus pintas. Fue a finales de 1984 cuando reciben la oferta de los integrantes de BAP! para compartir el que ellos utilizaban en el frontón de Arrate en Andoain (Guipúzcoa). Por las mismas fechas llega Txopo, respondiendo al anuncio que había puesto la banda buscando batería. Tampoco consideraron como un problema el carecer de alguien que se hiciera cargo permanentemente de las baquetas: “Creo que no tiene mucho misterio, sencillamente no encontramos la persona que quisiera hacerlo oficialmente”, comenta Shanti. Lamber achaca a la novedad del hardcore una dificultad añadida a la hora de encontrar quien se ocupara de la batería: “En otros estilos era más fácil”. Es por eso que funcionaron casi siempre contando con la colaboración de amigos. El propio Txopo sólo llegaría a tocar en un par de conciertos con ellos; como en su debut con BAP! y con Autodefensa en Trintxerpe (San Sebastián) el 24 de noviembre de 1984.

Cuando por ejemplo la banda entra de nuevo a grabar una cinta en noviembre de 1984, la primera con todos los instrumentos, quien se encarga de la batería es Eneko Abrego (que luego terminaría tocando también en BAP!). La maqueta, con más de diez temas, incluía “No acepto”, quizá una de sus canciones más emblemáticas y que luego adoptaría en su repertorio Ruido de Rabia, el proyecto que surgiría tras la disolución de Tortura Sistemátika. Un mes después telonearían a Anti-Dogmatikss y los holandeses BGK.

Los conciertos que daba el grupo eran, en palabras del cantante, un caos, no dejaban indiferentes a nadie. En algunos casos para mal, como cuando en Deba (Guipúzcoa) participan en un festival: “Era un concierto de muchos grupos, entre ellos RIP y Cicatriz. Tuvimos que tocar después de estos, a última hora. El público que estaba viendo a Cicatriz en aquel día eran en gran parte skinheads o cercanos al Oi!, bastante borrachos para cuando nos tocó subir. Al poco de subir algunos comenzaron a llamarnos hippies. Tal vez mis faldones rotos con símbolos pacifistas tuviera algo que ver (o no). Comenzaron a lanzarnos latas, alguna le dio a nuestro bajista Joxi, a lo que respondí con un ‘os amamos’ que animó algo más a los lanzadores. Conseguimos hacer nuestro set ultra rápido. Aquello reforzó nuestra personalidad como grupo y se lo debemos a esa pandilla de energúmenos, todos ellos seguramente, bellísimas personas (y no es ironía)”. Quienes tuvieron la oportunidad de verlos en directo afirman que sus actuaciones eran: “duras, parcas, caóticas, vómitos sonoros”. Aunque prestos siempre a evitar cualquier mitificación, se apresuran a puntualizar: “Iban cuatro personas a ver a Tortura (…) Estabas en otro circuito, más minoritario”, afirmaba Lamber en la radio. A nosotros nos completaba esta idea afirmando: “Javi Destruye nos dijo hace poco cómo le pedían grupos hardcore para tocar y nos mandaba a nosotros y luego le llamaban y le decían: ¿Qué es esto que nos has mandado?”.

El periodista jugó un papel fundamental a la hora de conectar la escena vasca con la catalana, donde se estaba desarrollando una potentísima corriente de bandas de hardcore. Además de facilitar la visita de grupos de Barcelona y sus alrededores a tocar en el circuito local de gaztetxes y centros sociales ocupados, fue artífice de algunas de las que hicieron grupos vascos a escenarios catalanes. En concreto, Tortura Sistemátika actuaron en la sala Zeleste de la Ciudad Condal el 8 de abril de 1985 sustituyendo a Kangrena en un cartel en el que también aparecían GRB y Frites Modern. En aquella ocasión Txanpi, otro componente de BAP!, que haría de batería en numerosas ocasiones, no se anima a ir a Barcelona, y les toca convencer a Bolitxe (Frenopaticss, Shit S.A., Subterranean Kids) para que les echara una mano. Probablemente sonriendo todavía al acordarse, cuenta que le habían ofrecido unas cacerolas para tocar, “pero prefería hacerlo con una batería”. Lamber por otro lado, no olvida lo nerviosos y “empanados” que estaba el grupo en el escenario: “Fue un poco desastre. Bolitxe se sabía las canciones mejor que nosotros”.

El batería catalán, amigo de los componentes de Tortura Sistemátika desde que les presentara Javi Destruye en Andoain y que también empuñó las baquetas con ellos en su paso por Zaragoza en un festival anti mili, tiene claro qué les diferenciaba del hardcore que se facturaba en aquel momento: “La rapidez y la mala hostia. Eran una nueva hornada de bandas con influencias más modernas, más nuevas. Fueron como los Attak en una Barcelona que aún no estaba preparada para ellos. Demasiado rápidos y sucios para los punks. Las letras siempre me gustaron, críticas y directas”. De hecho menciona cómo en su actuación en la capital catalana parte de la audiencia reacciona medio entre bromas ante lo que está presenciando: “Musicalmente hablando no llamaban la atención comparados con bandas del momento. Sólo gustaban a los enfermos del ruido más extremo, pero son todo un referente en cuanto a la fecha de formación”.

Lamber, del que Íñigo Muguruza (Kortatu, Negu Gorriak, Delirium Tremens) llegó a decir en la entrevista que les hizo para la revista Muskaria, que se trataba del guitarrista “seguramente el más rápido de Euskadi tocando una sola postura de acorde por todo el mástil” gustaba de alargar riffs, hasta el punto de que el tema “Guzen etxera”, en el que habían añadido como letra algún aporte de su propia abuela, se lo dedicaban como final de los conciertos, indicándole que terminara y se fueran para casa.

Un día después de su concierto en Zeleste tocaron en el programa «Popazoro» de la ETB, dirigido por Kaki Arkarazo, con Txanpi a la batería. En aquella ocasión la televisión emite la actuación a puerta cerrada del grupo en los estudios de la calle Miramón de San Sebastián.

Pioneros pues del “trash cacofónico, proto-grindcore o proto power violence”, radicales en su mensaje pacifista y anti sistema, también circulaba la convicción de que mantenían una rígida postura en contra del abuso de alcohol y drogas. Punto que Lamber no tiene problema alguno en desmontar: “Esto es un mito y sólo es verdad parcialmente. Shanti no tomaba ningún tipo de droga, ni fumaba ni bebía (…) Yo entonces no conocía la moderación, ahora vamos trabando amistad”. El cantante aclara por su parte que su decisión no respondía en principio a militancia alguna: “Antes de que comenzáramos con el grupo yo sí bebía. Bebía principalmente para emborracharme en un intento inocente de desbloquear las puertas de la cárcel emocional en la que me encontraba. Lo que hallaba finalmente era la frustración de no lograrlo y un malestar físico muy notable. Visto lo visto y sentido lo sentido, justo antes de cumplir diecisiete años decidí no tomar más alcohol ni otros ‘intoxicantes’ en un intento de controlar a los demonios (el miedo estaba muy presente)”. Posteriormente, y por mediación de Alberto, responsable del fanzine Penetración, conoce la existencia del movimiento straight edge, al que reconoce haberse adherido en un intento de diferenciación “pero a pesar de ser muy fiel en la acción, nunca pude considerarme un buen militante”.

Dada la intensidad con la que vivieron su trayectoria como banda, resulta casi inevitable indagar algo más acerca de los planteamientos de los componentes de Tortura Sistemátika en lo que se refiere al punk como posible medio de protesta y lucha. Shanti comienza indicando la imposibilidad de definir el género de forma objetiva: “Cada uno tiene su visión de lo que es el punk”, dejando para cada uno la labor de enjuiciar su validez a partir de cómo se afronta personalmente. En su caso, se trataba “de ser sincero conmigo mismo, con lo que vivo y con lo que siento, algo muy interno, y llegado a ese punto, su nombre importa poco (…) Si el punk, como algo externo, puede ser considerado un cúmulo de definiciones en ideas, estética, normas, etc. en el cual uno puede ser considerado hereje, traidor, fiel, mártir, su parecido con lo que pretende combatir puede resultar preocupante”. Lamber también apunta en esta dirección a la hora de describir cómo percibió el punk en su momento: “Como protesta y catarsis es genial. Como modo de lucha a veces tengo la sensación de que había mucha ‘queja’ y muchas actitudes oscuras cerradas, estrictas, duras (…) Externamente los actos pueden parecer muy anarcos pero muchas actitudes interiores eran muy castrantes. Hubo muchísimas cosas excelentes también como el movimiento de ocupación y el de insumisión, que marcaron un antes y un después”.

Enclavados en pleno apogeo del punk y en una zona especialmente activa como fue el Pais Vasco, Tortura Sistemátika participó sin embargo poco o nada en lo que se denominó Rock Radikal Vasco. Preguntados por los contactos con las bandas más destacadas del momento, Shanti reconoce no recordar nada relevante. Se perdió por estar acompañando por Francia al coro en el que cantaba por la época la ocasión en la que la banda tocó con La Polla Records. Lamber sin embargo sí constata la interacción con los alaveses: “Con La Polla Records tocamos una vez en Tolosa. En la cena nos tocó cenar al lado del guitarrista, Txarli, y mostró bastante interés con lo que hacíamos”. Menos explícito con las posibles anécdotas compartidas con Kortatu, con los que coincidían mucho sobre todo al principio, aporta sin embargo jugosa información acerca de RIP: “Organizamos un concierto el 17 de noviembre del 84 en Tolosa y allí hablamos con ellos, recuerdo que Carlos vacilaba con todo el mundo, me quitó las gafas y se las puso. Le vacilaba a Yul. El resto de la noche no fue tan amena, hubo peleas etc. Alguien tiró una fila de bafles al suelo. Bajó Carlos y le soltó un puñetazo”. El guitarra se refiere al macrofestival de punk organizado junto a BAP! en Tolosa en el que sólo pudieron llegar a tocar unas tres bandas antes de que se tuviera que suspender por los disturbios.

A pesar de esa posición complicada dentro de la escena punk del momento, los de Tolosa supieron encontrar aliados entre las formaciones más afines a su propuesta tan extrema. Además de los ya mencionados BAP! con los que les unía amistad previa a toda actividad musical (Shanti y Drake -bajista de estos últimos- eran compañeros de ikastola), hablan de la conexión estilística que existía con Autodefensa (vital luego en la formación de Ruido de Rabia), y la relación con Anti-Dogmatikss, H.H.H. o los andaluces MG15. Con IV Reich recuerdan intercambios epistolares y el coincidir en algún que otro evento.

La banda para en el 1985, tras grabar en marzo (parece ser que en el mismo local de Andoain que la anterior) la última demo, la más larga. Fue el verano de ese año en el que Shanti había dejado momentáneamente la banda, que mientras tanto ha tocado, en formato reducido de trío, en Tolosa, Getaria y San Sebastián. A su vuelta, durarán poco. En el seno del grupo se han ido forjando dos vertientes estilísticas diferentes: “Shanti y yo queríamos hacer algo más ruidoso. Habíamos visto a Lärm y estábamos traspuestos. Joxi quería hacer algo más de otro tipo”. Es por ello por lo que los dos primeros terminan formando Ruido de Rabia junto con ex componentes de Autodefensa y Eizen, en lo que Joxi pone en marcha Bukaera. Lamberto dejaría la nueva formación y salvo ensayos posteriores con Los Terapeutas, no se le volvería a conocer participación en actividad musical alguna. Por el contrario, Shanti participaría también en Lobo Eléctrico mientras que el bajista hacía lo propio con Anima Vili, BatzukTanta y BelarmiñakAñade este contenido.

De Tortura Sistemátika no hubiera quedado grabación alguna para la posteridad de no haber sido por el esfuerzo de David Von Rivers. Interesado en un principio en recopilar información sobre bandas de hardcore ruidosas, contacta con el grupo y con su insistencia (llega a ir a visitarlos a Tolosa) involucra a los componentes en un proyecto que termina derivando en la edición de un CD con maquetas y una selección de diferentes conciertos. “Todos Somos Culpables: Live & Demo Collection 84-85” (Truco Espárrago, 2013) es la obra definitiva sobre el grupo. Acompañado de comentarios, una reseña biográfica y cuidados detalles sobre las grabaciones y actuaciones, el trabajo da completa cuenta de la trayectoria de los tolosarras. La entrega se completaría con la edición por separado de todas las maquetas (una incluso que no iba en el CD) sin remasterizar, con el sonido directo del momento en el que se grabó, para los coleccionistas más exigentes, en el trabajo: “The Demos: Tolosako Hardcore (84-85) – Las Fosas Siguen Abiertas” (Truco Espárrago, 2013).

Con la excusa de presentar el disco, y en un gesto de puro agradecimiento del grupo para con David, Tortura Sistemátika se reunieron para dar un pequeño concierto en Tolosa el 28 de junio de 2013 junto con RAS y Belarmiñak. Para la ocasión fue Gorka, el batería de RAS el que acompañó a Shanti, Joxi y Lamber. Este último comentaba en la radio posteriormente lo duro que le había resultado retomar los ensayos después de tanto tiempo de inactividad a la vez que se encargaba de aclarar que la banda no iba a volver. Daba por desempolvado el “cadáver” y vuelto a enterrar. Por su parte Shanti, siempre lúcido antes de alimentar cualquier euforia prevenía, también en antena, que “el que busca mitos, cuando no los encuentra, los crea”.

Echando la vista atrás sobre lo vivido en la corta, pero intensa trayectoria de Tortura Sistemátika, Shanti se despide concluyendo de aquellos días que “es bonito caminar incluso sobre brasas encendidas”, mientras que Lamber mantiene rotundo: “Con ninguna otra cosa he conseguido disfrutar tanto como con aquello, es algo que no puedo describir”.

Álbumes:

Larga duración:
No existen álbumes de larga duración relacionados a este grupo.
Corta duración:
No existen álbumes de corta duración relacionados a este grupo.
Recopilatorios y directos:

Todos Somos Culpables: Live & Demo Collection 84-85

2013

En su labor de recuperación del material de , Truco Espárrago brinda a sus seguidores una doble posibilidad. Por un...

The Demos: Tolosako Hardcore (84-85) - Las Fosas Siguen Abiertas

2013

Acompañando la edición del recopilatorio con directos y lo mejor de las maquetas, , Truco Espárrago también sacó a la...

Reediciones:
No existen álbumes de reediciones relacionados a este grupo.

Grupos:

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