Muchas veces basta que un grupo de amigos queden para tocar juntos para que se empiece a gestar algo. Es precisamente lo que les pasó a los madrileños Terrier: “Empezamos a quedar para echar el rato en el local y fueron surgiendo temas, empezamos a tocar y no hemos parado” contaban a Inzona sobre sus inicios. Lili Laduquesa (órgano), Don Matías –Enrique Gutiérrez -(batería) y Dave Petrone –David Iñurrieta- (guitarrista), que estaban en Call Me Idiot, empiezan a quedar con Maria Manoli (bajista) de Las Jennys de Arroyoculebro para hacer entre otras cosas versiones de la Velvet Underground. Sin pretenderlo, en un par de meses tienen ya unas cuantas canciones propias y una oferta para tocar en un concierto.
De entre los nombres en los que piensan para la banda es el de Terrier el que más gracia les hizo: “Es un tipo de perro que nos gusta. No nos veíamos como Mastines” contestaban a Vice. Y precisamente sería canino su debut porque la actuación con la que se presentarían en sociedad, el 7 de octubre de 2011, les emparejó con Caniche en la sala Wurlitzer de Madrid.
Con lo ahorrado en una serie de conciertos deciden costearse una primera grabación. El 28 de febrero de 2012 entran en los DGR Studios Sonica de Madrid donde se pusieron bajo la dirección de producción y posteriores mezclas de Krater (Ginferno). De aquellas sesiones salieron media docena de temas que el grupo puso a disposición de los oyentes en su bandcamp en enero de 2012.
Al poco reciben comunicación del sello madrileño Sonido Muchacho que les ofrece la posibilidad de editar parte de ese material como disco sencillo. Al blog Spop le confesaban las reticiencias que tuvieron en un principio: “No conocíamos el sello y al principio desconfiamos de ese logo con un cerdo volador. Pero han resultado ser gente de bien, con muy buen ojo y muy ecléctica”.
Así que tras descartar “Metamorph” y “Estimated band”, quizás los dos más sinuosos e intrigantes de los que habían grabado, se edita “Terrier” (Sonido Muchacho, 2012), un vinilo cuyas 250 copias, que salieron el 16 de septiembre, tardaron poco en agotarse. En modo autoedición además, el grupo lanzaría medio centenar de cassettes un año después “Terrier” (Lastimated, 2013). Interesados por la iniciativa les preguntamos al respecto: “Nos parece divertidísimo que vuelva el casete y se venden estupendamente la verdad, es un formato entrañable para nuestra generación y un gran objeto de coleccionista (es una tirada limitadísima), aunque casi nadie de los que lo compraron lo haya escuchado”. Además por eso de añadir un pequeño plus de interés, incluyeron un tema extra “Ese hombre” en la cinta.
Ese mismo mes de septiembre participan en el XXIV Concurso Pop-Rock Villa de Bilbao, tocando junto Mild (que sustituyeron a los inicialmente anunciados, los sevillanos Beggar’s House) y los vizcaínos Tooth.
Poco tardaron en encarar de nuevo el estudio de grabación. Para cuando salió a la calle “Terrier” (Sonido Muchacho, 2012) la banda ya tenía material nuevo, así que a principios de 2013 fueron a Gandía a grabar en los estudios Tigruss. Las instalaciones de Pepe, al que Guti, Dave y Lili conocen como Call Me Idiot, en un antiguo cine se ajustaban a sus posibilidades económicas y les permitieron trabajar tres días seguidos sin interrupción. Grabaron en directo y confiaron las mezclas a Alex Pis en los Drive Division Estudios de Santander. El proceso implicó continuos envíos y conversaciones a distancia acerca de cómo iban quedando los temas no se dilató sin embargo demasiado y, sobre todo, llevó a un resultado final que satisfizo las ganas de la banda por lograr un sonido mucho más suave y con voces mucho más logradas.
Para el recopilatorio de LaFonoteca “Nuevos Bríos” (LaFonoteca, 2013), que se editó en julio de 2013, prestaron “Benidorm” con el que habían abierto su EP de debut. El vinilo les puso en la misma lista que Juventud Juché, Biznaga, El Pardo, Los Nastys, Stereosaurio, Célica XX…
“Un Cadáver en el Mar” (Sonido Muchacho, 2013) salió a la calle en diciembre de 2013 con una casi docena de temas (dos de ellos versiones de Sandford Clark y Shimmering Stars respectivamente) que evidenciaban una mejora evidente. Basan Terrier mucha de la originalidad de su sonido en la apuesta por las voces, a pesar de las limitaciones que no tienen problema en reconocer. Por ello, la evolución que se aprecia en este disco, apuntala y estabiliza las señas de identidad de los madrileños: “Se nota mucho que tuvimos algo más de tiempo para grabarlo y masterizarlo, que habíamos aprendido algo del sonido que queríamos y también que tratamos de mejorar nuestros desafines. Nos gusta cantar aunque no sepamos”, nos dicen.
De hecho al enfrentarles al que pueda ser a su juicio el punto que les distingue de sus otras aventuras musicales (las ya señaladas antes más Fumestones y Ángel y Cristo en el caso de Dave, y The Government en el caso de Don Matías) no dudan en referirse precisamente a este aspecto: “Con Terrier hemos buscado mezclar todas esas influencias y lanzarnos a hacer algo más melódico, atreviéndonos a jugar más con las voces y arriesgándonos a ser ñoños sin miedo. Por supuesto no nos acaba de salir, pero queda una mezcla curiosa y diferente con la que disfrutamos como enanos”. “Nos encanta montar voces sobre voces y jugar a hacer armonías por encima de nuestras posibilidades. Sinceramente, ninguno somos buenos cantantes pero al hacerlo juntos conseguimos que funcione” indicaban en otra entrevista.
Con Call Me Idiot decían tener un sonido “más oscuro y destartalado”; con The Government (“clásicos, perfecta ejecución, vozarrón”) no ven conexión alguna; con las Jennys de Arroyoculebro no admiten parangón: “Es un pecado compararse, ¡no hay un grupo como las Jennys de Arroyoculebro!” y con Fumestones sólo admitirían una base común en el garage. Porque si algo tienen claro es que Terrier tiene sus fundamentos en el garage. Componentes de pop, rock y psicodelia son las que dicen pudieran alejarlos de la ortodoxia, porque insisten: “Somos una banda de garage sobre todo en la manera de hacer las cosas. Si Modern Lovers eran una banda de garage, nosotros también. Si no, no”.
El nuevo trabajo además puso de manifiesto lo variado del estilo de la banda. La amplitud de miras a la hora de escuchar música quizás tenga su manifestación en los temas que componen, teniendo presente que de lo que se trata es, tal y como aclaraban a This is Underground: “de intentar copiar la música que nos gusta y jugar con el resultado. Somos cuatro personas con gustos muy variados y eso se refleja en los temas que se quedan en un terreno mixto”.
La banda decide además reeditar el disco en formato de cinta de nuevo, con un tema extra, «No hay nadie en la ciudad«, compuesto a modo de homenaje de «Ácido» una canción de Caniche. «Un Cadáver en el Mar» (Lastimated, 2013) incluía además un fanzine confeccionado por una lista enorme de amigos: Angel Bordini (Juanita y Los Feos), Patri Álvarez (Chiquita y Chatarra), Hugo Sierra (Prisma en Llamas), Andrés Magán (Fantasmage), Oky Von Stoky (Imperial Surfers), Santi Zubizarreta (Los Locos Hongos), Punzón, Bratto, Ajo Galván, Carleti López, Ceci Periwhat, Davinia y Estela Pachi.
Las letras de sus canciones son de las que también dejan un regusto diferente al habitual. Contaban que la manera de escribirlas viene condicionada de algún modo por el mundo audiovisual al que también se dedican. Enfocadas “como pequeñas películas”, terminan resultando “historias límites, graciosas y terribles a la vez. Ácidas está bien para definirlas”.
Cercanos en la escena nacional a los sonidos facturados desde sellos como Discos Humeantes o el mismo Sonido Muchacho, a la hora de enumerar posibles influencias foráneas se menciona a Velvet Underground, The Byrds, Sinny and The Sunsets, Shannon & The Clams, Modern Lovers, Shimmering Stars, Thee Oh Sees, The Babies, Girls Names…
Para el recopilatorio navideño “A Christmas CHIN Para Ti” Vol. 2” (Chin Chin, 2013), grabaron en su local de ensayo un tema en el que participaron algunos amigos como Guille – Wild Honey – y Pili –TropicaliaNegra, Klaus & Kinski-. Su “Tiene que nevar” acompaño a los temas de más de 30 bandas más.
El disco se presentó en la sala Siroco de Madrid junto a Gabriel y Vencerás el 18 de enero de 2014 y el 31 de ese mismo mes en la sala Lupita de Barcelona. A las actuaciones siguió la edición en cinta de “Un Cadáver en el Mar” (Lastimated, 2014) que como suelen venía acompañado de fanzine con numerosas colaboraciones así como la inclusión de un tema extra.
Terrier salió fuera de España en 2014 para tocar con las estadounidenses La Luz en Perpiñán (Francia), a las que también acompañaría en su paso por España. Ese mismo año participaron en varios festivales: SOS, Sonorama, Truenorayo Fest y el Monkey Week.
La agenda de actuaciones no aflojaría en 2015, donde a los conciertos habituales por diferentes ciudades, añadieron la grabación de un Menú Stereo para la cadena de televisión Canal + junto a Les Sueques y la participación en el festival Niebla de Asturias y el Fuzzville en Benidorm. Asimismo tocaron en el Holy Circus a principios de junio con bandas como The Gories y oficiaron de teloneros para Los Memories en el Wurtlizer Ballroom de Madrid a finales de ese mismo mes. En el Sound Isidro celebrado en noviembre quedaron emparejados en el mismo cartel con Half Japanese.
Antes, en junio, se habían encerrado un par de fines de semana para grabar nuevo material. En un proceso más cuidado que en ocasiones anteriores, el paso por estudio se amplió a varias sesiones más en agosto convencidos por Ramiro Nieto y Martí Perarnau, encargados de la producción, de la necesidad de esmerarse en la grabación. El resultado, mezclado en septiembre de ese año, «La Plaga» (Sonido Muchacho, 2016), resultó ser efectivamente, su disco más elegante y de mejor sonido hasta ese momento. Vería la luz ya en 2016 y constató el fenomenal paso hacia adelante de los madrileños. Sin abandonar los parámetros fundamentales de su música, que pasan por las melodías vocales, Terrier lograban reforzar de manera eficaz tanto los momentos más intensamente oscuros con las composiciones de cristalino contagio de felicidad.
En febrero fueron una de las bandas que tomó parte en Toledo en el V Aniversario de Monasterio de Cultura.
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