David Talbaila, Roberto Berlanga y Garikoitz Gamarra, tres tipos de la margen izquierda de Bilbao veían que su futuro, profesional al menos, pasaba por Madrid. Aunque habían sido parte de varios grupos (El Eterno Femenino, You Be Adorada), este futuro profesional no estaba relacionado con formar un grupo y poder vivir de él. Al menos en un primer momento. Van a por pan, en busca de un trabajo, pero acaban a por vino. Bajan a por pan y acaban en el circo. Los estímulos que ofrece la capital son demasiado potentes como para que Gari (voz, letras, guitarra y sintetizador), pueda evitar construir canciones a partir de ellos. David toca la batería, Roberto la guitarra. Falta alguien que toque el bajo. Ese alguien es en un primer momento Ricardo, al que sustituye unos meses después Pepe Alhambra, camionero de profesión salido del extrarradio madrileño. Sí, definitivamente puede encajar con el espíritu de Ornamento y Delito. Estamos a finales de 2006 y todavía se llaman GGQuintanilla y El Telón de Acero.
No pasa demasiado tiempo antes de que tengan su primera grabación preparada ya como Ornamento y Delito (el nombre alude a un texto del arquitecto Adolf Loos). Ni un año. «Relicario» (2007) rescata algunas de las canciones del proyecto personal de Gari, G. G. Quintanilla (“Peligro, paso de animales en libertad”, “Tráiganme la cabeza de Teddy Bautista”, “Octubre” y “Drama de España”), imprimiéndoles una acidez y una oscuridad que no son normales. Afterpunk con muy mala leche. Muy de aquí, muy del norte. Las letras se prestan a ello. Lo mismo que la voz rugosa de Quintanilla. Algunos otros clásicos de la banda están también incluídos en esta primer disco autoproducido. Destacan la muy pop “Canción bomba” y “Montejurra”, un guiño al movimiento carlista que siempre está muy presente en los conciertos del grupo.
El 2008 trae una nueva aventura gestionada otra vez por el propio cuarteto: “O+D” (2008). Empieza a oírse un leve murmullo en el centro del desierto. Los conciertos se van sucediendo y los que los escuchan por primera vez se preguntan cómo es posible que no hayan descubierto antes a un grupo tan interesante. La encargada de abrir el disco es “Fin de siglo”, y concretamente la estrofa: “El siglo XXI no va a llegar / porque el futuro quedó atrás”. Cuando la cosa empieza así, hay que poner mucha atención porque uno puede encontrarse ante algo verdaderamente soberbio. Como es el caso. Resulta muy difícil destacar sólo un puñado de canciones de este segundo trabajo, pero por decir algunas: “Radio”, “KGB”, “Poppy Girl” (“Poppy girl, tanta alegría no es sana / cuídate”) y las primas hermanas “Extrarradio” y “Trashorras”, que más tarde revisarán para Efervescente Records. Aquí en su versión más corrosiva.
Año nuevo, disco nuevo. En el 2009 llega «Putas y Cocheros» (2009), también autoeditado, y se arma. “Madrid”, su buque insignia, la canción que debería sonar todas las noches en el Toni 2, hace que empiece a hablarse de ellos en serio de una vez por todas. Ya no queda ninguna duda de la grandeza de Ornamento y Delito. Pero es que el resto de los temas del disco están a la misma altura. Desde “La cita” hasta “El Madrid de los Austrias”, pasando por “Surcos” (“Campesinos en la ciudad / ¿Cuántos más? / ¿Cuántos más tendré que devorar?”), “¿Te excita el poder” (“Como Letizia escalarás / igual que Carla Bruni / eres la virgen sacrificial / el pasto de un inútil”) o “Gora Aste Nagusia!”. En fin, todas tienen algo. En lo musical y en lo que respecta a las letras. El conjunto no podría ser más sólido ni más contundente.
Y llega el momento. Tenía que llegar. Tres discos han hecho falta para que pudieran publicar su siguiente larga duración, «Rompecabezas de Moda y Perfección Moral» (Limbo Starr, 2010) con un sello discográfico. Los de Limbo Starr han estado atentos. En realidad, este primer disco “oficial” está constituido a medias por canciones nuevas y por otras ya conocidas con su consiguiente puesta a punto. “La policía”, “Beñat” o “Abraham” son algunas de las nuevas, “Madrid”, “Gora Aste Nagusia!” y “El Madrid de los Austrias” están entre las ya conocidas. Además, se extrae como single la estupenda “Canción de la Muerte” con su respectivo vídeo. Las cosas como tienen que hacerse.
Hay veces en que las desgracias no son las únicas en venir acompañadas. 2010 también ha traído un doble single publicado por Efervescente Records. El sello quería publicar algo de Ornamento y Delito y al grupo le apetecía recuperar estas dos canciones. Así nace «Extrarradio / Trashorras» (Efervescente, 2010).
En el 2011 llegan el EP «Soltero Negro» (Acuarela, 2011) y su segundo largo: «Adorno» (Limbo Starr, 2011). Y es que ellos siguen a lo suyo, y eso es bueno. Continúan su camino al margen de modas y tendencias centrados en construir grandes canciones armadas con guitarras sólidas y una voz personal e instransferible cargada de matices.
«El Espíritu Objetivo» (Limbo Starr, 2014) es su siguiente LP. En él, mantienen su marcada personalidad, el carácter político y los acercamientos a la electrónica y los sintetizadores… “Todo podrido. Todo en venta. Todo lo que tocas. Todo lo vuelves mierda” cantan en «Laissez faire» -sí, como el célebre lema acuñado en el siglo XVII para definir y glorificar el liberalismo económico y el gobierno del capital-.
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