Los antecedentes de Nicho Varullo están en Os Quinindiolas, banda santiaguesa liderada por el polifacético Xelís de Toro, en la que nos encontramos con Pepe Sendón (batería) y Fran Pérez (bajo). Tras la disolución del grupo, Pepe y Fran, acompañados por Carlos Santiago, ponen en marcha un efímero proyecto en el que se acercan al post punk: Nicho Varullo.
Con el premio ganado en el certamen literario Ciudad de Lugo con “Non Hai Misericordia” (1990) de Xelís de Toro, montan el sello Spectra con el que lanzan su única referencia: “Nicho Varullo” (Spectra, 1991). “Aquello fue una ruina”, explica Fran Pérez, también hubo fondos para editar la banda sonora de “Río Bravo”, obra de la compañía de teatro Chévere, también a cargo de los miembros de Nicho Varullo. Todo ello vinculado a la Sala Nasa -Nave de Servizos Artísticos-, un lugar clave en la historia de las expresiones artísticas, escénicas y audiovisuales en Galicia. Entre sus miembros fundadores nos encontramos con Pepe Sendón, Fran Pérez, Xesús Ron y Miguel de Lira.
En su única grabación, con un exquisito diseño en caja de cartón desplegable, obra de Fausto C. Isorna, incluyen siete cortes grabados por Antonio Vázquez en los estudios Sitar de Pontevedra. Su sonido se caracteriza por un post punk intenso con una clara influencia 80’s y unas letras cuidadas cercanas a la poesía. Todo ello aderezado con tintes siniestros y enérgicos e influencias diversas que van desde Joy Division a Parálisis Permanente.
La suya sería una aventura breve pero intensa, con muy pocas actuaciones y alguna aparición en recopilatorios posteriormente como “Un Recopilatorio de 11 Grupos Galegos” (Gal&Cia, 1994) junto a formaciones como Korosi Dansas y Os Quinindiolas. Nicho Varullo aportan “Depredador”.
Tras la disolución de la banda, Pepe Sendón y Fran se mantienen en la escena en múltiples proyectos entre los que destaca Narf.
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