Munlet

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Electrónica y guitarras entre sombras de postpunk desde el Bajo Deba

A tenor de lo que contaba Ina Saint-Gerons –Her Professor– (guitarra, teclado y programaciones) al mítico fanzine Destruye! en agosto de 2010, mucha de la culpa de que él y Anita Pérez –Lady Fingers– (voz, theremin y teclados) se dedicaran a cuestiones electrónicas la tiene el aburrimiento, el no poder hacer demasiadas cosas en Mendaro, el pueblo del Bajo Deba de donde vienen. Así, tras disolverse el grupo Uler 600 (“de psicodelia salvaje, algo como los primeros Stooges, con cierto toque hippie o flower”) en el que tocaban (fue así como se conocieron) y quedarse sin compañeros con los que iniciar algún otro proyecto, recurren, para acompañar a la guitarra de Ina a varios MS-20 y un sampler Yamaha.

Es el año 2002 y empieza a gestarse el proyecto que bautizarán como Munlet, nombre que en principio no tiene significado alguno. Así nos lo contó Ina cuando nos dirigimos a él para preguntarle: “Fue una ocurrencia de Ana sin más, nos gustó cómo sonaba y que no recordara a nada en concreto. Nosotros solemos decir que es una palabra vacía de contenido a la que damos significado”. En esta primera etapa, la pareja trabaja en grabaciones rudimentarias en El Cubo, un estudio casero, o como precisa nuestro interlocutor: “una habitación preparada a modo de un estudio”.

Fruto de estas experiencias iniciales, en el verano de 2003 editan, en formato de mini CD autoproducido, y presentado con una carátula artesanal, hecha por ellos mismos, el que denominan “EP1” (Screaminguy!, 2003). Los tres temas (el último, “El Sur”,  no dejaba de ser una extensión del que le precedía) que lo componen oscilan entre los aires de post-punk electrónico del primero, el reseñable “Entre sombras”, y las cadencias ambient, planeadoras que tejen entre bases que se repiten y la voz sinuosa de Anita.

Un año después repiten editando, en las mismas condiciones de autogestión, una segunda entrega, el “EP2” (Screaminguy!, 2004). En esta ocasión cuentan con la colaboración de Iñaki Larreina, JC Cebrián (amigos estos dos de “aventuras anteriores”) e Imanol Manterola, que aportan bajo, sintetizador y percusión, respectivamente. Ejercicio de atmósferas envolventes, sin estridencias, este nuevo trabajo sitúa la propuesta de Munlet en parámetros de pop-ambient electrónico, en los que, sin embargo, las melodías que te enganchan no tienen su origen exclusivo en samplers, sintetizadores y osciladores.

Curiosamente, siempre que tiene ocasión, Ina se apresura a aclarar cuál es su opinión respecto a estos dos primeros trabajos de la banda: “A día de hoy me parece muy poco representativo de Munlet pero, bueno, hay que tener en cuenta que entonces todavía no habíamos tocado en directo”, así se expresaba en el relato de la trayectoria del grupo al fanzine Destruye! En similares términos parecía prevenirnos cuando nos pusimos en contacto con ellos: “Para mí representan un poco el camino que hicimos hasta el primer disco”. Pero a pesar de todas estas aparentes justificaciones, los dos trabajos presentan la propuesta más que decente de una banda que gusta de los tonos oscuros con bases electrónicas.

Son precisamente con esas siniestralidades, y en especial con las del tema “Entre sombras”, con las que empiezan a ganar cierta popularidad “por círculos oscuros de Bilbao”. En nuestra conversación con Ina al respecto de estos primeros trabajos, y dada la evolución que el sonido del grupo experimentó con el paso del tiempo, nos dice: “Es curioso porque normalmente los grupos empiezan con sus trabajos más viscerales y luego van suavizando el contenido y el continente, y yo creo que a nosotros nos paso un poco al revés”. Se producen las primeras invitaciones para dar conciertos. El primero de ellos es el del Mid-E en Arteleku en octubre de 2004. Tiempo después tocarían en Madrid, en un concierto que les emparejaría con Humbert Humbert, “asombroso grupo de punk electrónico que nos abrió la cabeza”.

Motivado o no por la influencia de dicho grupo, Munlet parece tomar de hecho un nuevo rumbo. El siguiente sencillo que editan, “EP3” (Screaminguy!, 2005) deja a un lado las atmósferas contemplativas para apostar de forma decidida por la intensidad, tanto en las secuenciaciones como en las guitarras de Ina. Ana, por otro lado, muestra una mayor decisión en las voces. El mini-CD se cerraba además con una versión de un clásico de Motörhead, “Overkill”, que el grupo vasco pulveriza para llevarlo a su terreno, dotándole de una pegada completamente personal, insospechada en la audición del tema original. El grupo iniciaba así una práctica de la que daría más muestras en el futuro: la adaptación con su trituradora particular de temas de muy diferente origen que no desmerecen nada desde el ángulo de visión en el que nos los ofrece el dúo.

Los tres EP se editaron en tiradas limitadas que iban de cien a doscientas copias. La nueva entrega de Munlet contenía además otro de los temas de referencia: “Monstruo bicéfalo”, composición de ritmo trepidante en el que se condensa mucho de la nueva propuesta del grupo. La canción en concreto sirvió, en el correspondiente videoclip elaborado por MalAmigo Records, de sintonía de un desfile de pesadilla de engendros robóticos de muy diferente naturaleza.

“Clínica de Ruidos” (Transpop, 2007), el CD que saca el grupo al poco tiempo constituye una muestra palpable de esa evolución, ya anunciada en «EP3» con respecto a las dos entregas previas, que experimenta Munlet. Cambio incluso en lo estético, con diseño de la cubierta con la pareja en actitud electrónica de recarga y transmisión de señales eléctricas. Para la contraportada, gafas de sol, gorra militar y camisa. Lejos quedan pues los cartonajes con los que se presentó la tripleta de EP. Auténtica descarga del electro-punk en el que se quieren centrar desde entonces, que sigue alimentándose de los tonos de sombras con los que se tejieron las atmósferas de los trabajos anteriores, pero que se arropan de una electrónica contundente, guitarras sin complejos y la voz de Ana que puede situarse en registros desquiciados o acercarse al de otras propuestas en clave techno como L-Kan, Dirty Princess

El disco, debut en larga duración de la banda, se pone en la calle por medio de Transpop, un sello de Barcelona conformado por una serie de artistas de todos los ámbitos; en el musical Ultraplayback o Crash Cats, Nacho Vigalondo en el cinematográfico, Eduardo Infante, el pintor que precisamente participó en el diseño del álbum “Clínica de Ruidos”… Como nos cuenta Ina, el colectivo tenía “nuevas ideas sobre todo lo que es copyleft, libre circulación de ideas, creative commons”, pero el aspecto fundamental era que “ellos estaban en Barcelona y nosotros aquí, en Bilbao, (…) hay una distancia que es bastante complicado salvar. Ellos hacían lo que podían, que realmente era poco teniendo en cuenta el asunto del que se trataba, que no era otro que editar un primer disco de un grupo, con todo el trajín mediático que eso debe de acarrear para que funcione”.

Desafortunadamente, el contacto del grupo en la asociación no termina de funcionar y nadie se ocupa de distribuir y dar salida al disco de Munlet. Es esa la principal crítica que formula Ina cuando nos cuenta las vicisitudes que rodearon a “Clínica de Ruidos”: “Cuando nos dimos cuenta empezamos un poco a enviar discos por nuestra cuenta, etc. Lo que podíamos en virtud de nuestros escasísimos medios, pero obviamente insuficiente. No sólo eso, sino que el disco era virtualmente imposible de encontrar, incluso en Barcelona. Nosotros hemos conseguido vender prácticamente todas nuestras copias, pero me imagino que alguien de Transpop tendrá cajas almacenadas en algún sitio”. Una verdadera pena, porque independientemente de la importancia que en la trayectoria del grupo tiene ese trabajo, “Clínica de Ruidos” es un muy buen disco. Evidentemente Ina comparte la opinión, pero también resalta la importancia que tuvo la edición del disco para reafirmarse en la escena de Bilbao, ganando así un reconocimiento que sería importante tiempo después. Decía para Destruye!: “Nos sirvió para hacer un montón de bolos, acumular algún hit más como ‘Marcapasos zombie’, y definir un poco más nuestra fórmula”.

El tema al que se refiere Ina, “Marcapasos zombie”, tuvo su refrendo en formato visual con el videoclip dirigido por José Roberto Vila y editado con Pierrot Le Films. Osciladores y la banda ejecutando su danza macabra e inquietante en riguroso blanco y negro. Es un ejemplo de la destreza que ha adquirido la banda en la confección de atmósferas y ambientes claustrofóbicos con aires de pesadilla. Resultado quizá de la digestión de la esencia siniestra con la que empezó la banda y que Ina nos confiesa tener de forma innata. Al hablarnos del disco, confirma los rasgos oscuros mencionados: “Lo veo como un disco bastante oscuro, con alguna excepción como ‘Munletdantz’, que tienen más que ver con Talking Heads y todo eso”. Las letras de Ana, “surrealistas e impenetrables”, contribuyen sobremanera a configurar las sombras, como lo expresaba para La Factoría del Ritmo: “Lo que intentamos con las letras es que la gente se meta aún más en el universo Munlet, crear ambientes sombríos, oscuros con una pizca de bizarrismo extremo. La idea es sugerir imágenes que igual no tienen una conexión con la realidad, aunque sí con los sueños u otros pensamientos”, nos decía a nosotros.

Otra anécdota referente a “Clínica de Ruidos” tiene que ver con la imposibilidad de incluir de forma explícita (el CD la incluía como corte oculto al final) una versión de una canción de Nuevo Catecismo Católico (“Noise! noise!”) por cuestiones relacionadas con derechos legales. El grupo queda sinceramente decepcionado pues en más de una ocasión han mostrado su querencia por la canción. Deciden pues editarla en un sencillo que se completaría con una colaboración con Arturo Ibáñez, de Nuevo Catecismo Católico, al que invitan por puro divertimento a ejecutar un tema de AC/DC (por petición expresa suya). La edición del trabajo tal y como se había concebido en un primer momento no es posible por limitaciones de tiempo y recursos. De todas formas, el grupo sigue preparando versiones que incluir en sus actuaciones y pronto se ven con un número respetable, hasta un total de nueve, incluyendo temas de Décima Víctima, Derribos Arias, El Desvän del Macho o Cancer Moon, por citar sólo unas pocas de las de bandas nacionales. La discográfica de Vitoria-Gasteiz Bi Batean Diskak se interesa por el proyecto y deciden participar cofinanciándolo.

Grabado en septiembre de 2008, «Pong!» (Bi Batean Diskak / ScreaminGuy Records, 2008), no sale hasta febrero de 2009. El resultado final es un más que interesante muestrario de lo que es capaz de hacer Munlet trabajando buenos temas de bandas también interesantes. Es además prueba evidente del despegue del grupo una vez encontrado un estilo a seguir de forma decidida. Siguiendo el tirón del disco, dan una veintena de conciertos en medio año.

Refrendo de la buena racha que atraviesan es el segundo puesto y reconocimiento como mejor banda vasca en el XX Villa de Bilbao de 2008, meses después de haber sacado a la calle “Clínica de Ruidos. Consiguen así además financiación para grabar un disco de larga duración.

Antes de encarar su grabación, sin embargo, editan “Perturbadora de Mentes” (Ghost Highway, 2009), un sencillo con el que sacan a la luz dos canciones inéditas de “Clínica de Ruidos”. Continuación en sus modos y estética, la nueva entrega reincide en la intensidad del mencionado CD.

En una actuación en Madrid, Pablo, responsable del sello Rumble Records, les propone la posibilidad de participar con un tema a un recopilatorio que está preparando. El grupo ha conocido al capo de la discográfica madrileña gracias a unos amigos comunes, los Naughty Zombies, uno de los cuales, Marco (responsable también de Ghost Highway Recordings) conoce a su vez a Arturo Ibáñez. Convencidos de la empresa, graban con Gigi, la novia de Arturo, «Lenguaje abierto«, una canción de una maqueta de Ataúd Vacante. Así nos los cuenta Ina: «Ese tema se grabó en Navidad de 2009, justo después de acabar el master de ‘Pong’, invitamos a Arturo y a Gisela a comer, y luego grabamos esta canción en una tarde, fue muy divertido«. Más adelante Munlet coincidirían incluso con los compositores del tema: «Luego casualidad, tocamos con Familia Real (el grupo anterior a Ataud Vacante) en el Wurlitzer en Madrid, y tocamos ese tema con Silver, el cantante y compositor original, hay un video en Youtube del momento«. La edición del recopilatorio de marras «Never Trust a Punk. Vol.. III» (Rumble, 2011) se retrasó bastante. A pesar de ello, los treinta y cinco grupos diferentes que participaron, la mayoría de ellos haciendo versiones que les sugería el propio Pablo, le convierten en un disco escaparate excepcional.

El premio logrado en el Villa de Bilbao, imponía, como condición, que el grupo grabase su disco antes del final del 2009, lo que obliga a Munlet a ir preparando las correspondientes canciones en lo que se está presentando “Pong!”. Ina y Anita, conscientes de la premura de tiempo a la que se ven sometidos, recurren a la ayuda de colaboradores externos, formando una banda de hecho con la que facturar el nuevo disco. Así lo contaba el primero al fanzine Destruye!: “Era realmente imposible que nos diera tiempo de plantear bases electrónicas para todos los temas, o por lo menos de hacerlo bien”. Es así como reclutan a Óscar Álvarez (Inserta, Los Brebes), Arkaitz Garay (Los Brebes, El Desvän del Macho) y Sergio Llanos (Yogur, Atom Rhumba, Eureka Hot IV) para grabar “Cañon” (Gaztelupeko Hotsak, 2010).

La incorporación de los refuerzos se produce de forma progresiva, ya que en un primer momento sólo se había pactado con Oscar la inclusión de la batería. La guitarra de Sergio permitiría a Ina dedicarse a bajo y teclados exclusivamente, pero los compromisos del primero con Eureka Hot IV, obligaron a que tras componer el dúo original las canciones, las bases se grabaran con la participación exclusiva de Óscar y Arkaitz (invitado por mediación del anterior) que se encargó del bajo. Una vez liberado Sergio, pudo finalmente contribuir a los arreglos finales de los temas ya acabados.

Siendo Munlet un proyecto ideado por y en torno al formato de dúo Ina-Ana, llama la atención las aportaciones que en distintas etapas de su trayectoria han efectuado diferentes músicos. Le preguntamos a Ina al respecto, y en su respuesta nos habla de razones de distinto índole para incluir más gente al sonido de la banda. De entrada, eso sí, impone la condición de amistad: “No cabe duda de que la amistad ha jugado siempre una parte importante”. Las colaboraciones acreditadas en la primera etapa responderían, en muchos casos a los lazos que todavía existen entre compañeros de grupos disueltos no hacía mucho: “(…) Compañeros de otros grupos con los que te une una estrecha amistad y que más o menos se habían quedado en la estacada y de los que aprecias su talento y arte. No es que eso que han tocado no lo pudieras hacer tú, o fuera fundamental en la mayoría de los casos, si no que por introducir manos ajenas se pueda lograr una mayor variedad en los temas”. En algunos casos, la presencia de ciertos músicos permitió dotar a determinados temas de un toque especial, como fue la guitarra de Arturo Ibáñez en el disco de versiones “Pong!”: “Es una guitarrista muy bueno y la verdad es que creo que le dio un toque único a esos temas, aunque luego más adelante ya nos alejamos de esa guitarra solista, y en ‘Cañón’ no lo usamos”.

Precisamente, las contribuciones de los tres fichajes en este último trabajo se notan y permiten a Munlet facturar el disco más duro hasta el momento. Combinación de guitarras y electrónica muy lograda en el que, en palabras de Ina es “(…) el disco punk de Munlet que suena más orgánico que nunca, donde la electrónica he quedado en un segundo plano detrás del esfuerzo humano”. La continuidad de Oskar, Arkaitz y Sergio no está sin embargo asegurada, ya que, lo problemas logísticos y económicos de poner en danza a un combo de cinco músicos hace que la presentación en directo de “Cañón” se realice en muchos casos con la banda reducida de nuevo a la pareja original. Actuaciones que de momento se producen en tandas de conciertos entre las que se intercalan períodos de ensayos y composición de nuevos temas.

El diseño del álbum por parte de Pablo Fermín es ideal para ilustrar el universo Munlet. El trabajo con el artista se inicia tras la buena impresión que su obra causa al dúo en una exposición en San Sebastián. Los primeros contactos se producen sin nada grabado. Ina detallaba para La Factoría del Ritmo que el pintor elaboraba dibujos y bocetos en lo que escuchaba lo que se iba grabando del disco. Se hizo extensivo al más que recomendable videoclip del tema “Cañón”. La criatura híbrida entre perro y cañón escapa a la ciudad donde recopila los cuerpos mutilados sin cabeza de aquellos a los que ha ido matando a cañonazos. Con todo este material se conforma el ejército de hombres-cañón que terminan por volar por los aires la ciudad. Universos y estética parejos a los de Pink Floyd y su “The wall”.

Con “Infección”, dirigido por Saray Blades, completan, por el momento, la lista de videoclips que ha presentado el grupo. En batas blancas sobre la imaginería pseudomilitar y gafas de sol impactantes, Munlet transita, una vez más, la temática de contenido científico-médica, que, quizás por inspiración de la rama de Biología de la que proviene Ana, no es nueva en su cancionero.

Una vez terminada la etapa correspondiente a «Cañón», incluida grabación y la correspondiente gira para presentarlo, pudieron atender a encargos que les habían solicitado de antes. En concreto participaron en la serie de sencillos tributo que el sello Ghost Highway Records venía editando desde hacía un par de años. Junto con Eureka Hot IV, Munlet contribuyó con «Memphis creep» al «Tribute To The Oblivians Vol. 5» (Ghost Highway Records, 2011). Ejemplo más del proceso de digestión exhaustiva y cuidadosa del tema de los estadounidenses, los de Mendaro demostraron sus capacidades en la materia, como ya hicieran en el disco «Pong!». El sencillo se presentó en directo en el concierto que dieron acompañando a Screamin’ Targets, la banda en paralelo de algunos de los componentes de Nuevo Catecismo Católico, en Madrid en el Wurtlizer Ballroom, en una fiesta de Ghost Highway Records.

Preguntado en su momento acerca del futuro de la banda corto plazo, Ina decía estar transitando nuevas posibilidades. A pesar de la gran acogida de su última entrega, cree ver a Munlet dentro de un circuito esencialmente underground: “Es una propuesta que toca muchos palos, bastante ambiciosa y entiendo que descoloca bastante a la gente, pero bueno, eso es precisamente lo que nos gusta de hacer música, el buscar nuevos caminos, un sonido propio, que creo que hemos conseguido”. Por el momento su experiencia internacional se reduce a una actuación en Anglet (Francia), pero dicen tener muchas ganas de aventurarse por escenarios ingleses, franceses y alemanes.

No paró de todas maneras la actividad de la banda, que intercalaba actuaciones, como las dadas en la fiesta Bilboloop, con Putilatex en San Sebastián o Fuel Fandango en Vitoria, con la preparación de temas para una nueva entrega en larga duración: «Bicefalopedia» (Screaminguy! / Bi Batean Diskak / Ghost Highway Recordings, 2012). El disco, grabado a lo largo de 2011, salió a la calle a comienzos de marzo de 2012, en versión de vinilo y CD.

En la nueva entrega Munlet destapaba el tarro de las esencias de toda la experiencia acumulada hasta entonces. Recogían por un lado su buen hacer como tejedores de atmósferas densas y orgánicas con electrónica depurada, facturando verdaderas maravillas como por ejemplo «Vida sin voz«. Pero fieles a la dualidad en la que basan su proyecto no sólo no olvidan su componente más dura, de guitarras y bajos afilados, sino que la blindan con detalles industriales que llegan a sobrecoger.

Perfilado «Bicefalopedia» en muchas de las constantes del universo conceptual de la banda, mostradas ya en «Cañón», Munlet ahonda en los paisajes deshumanizados y despersonalizados, cediendo el protagonismo a imágenes monstruosas, que en este caso, giran alrededor de dobles cabezas y tentáculos. Exquisitos en su selección para el trabajo gráfico, para la ocasión, se entregan al trabajo de su amigo Paco Alcázar, dibujante y músico (Humbert Humbert), creador del infierno de seres androides de dos cabezas que pueblan las portadas del disco.

En mitad de la gira de presentación del nuevo trabajo, en junio de 2012, el grupo debe parar por la maternidad de Lady Fingers. Lejos de desmoralizarse por el parón, reajustan los nuevos horarios de manera que poco a poco, juntos o cada uno por separado, trabajan en su estudio casero de El Cubo, para ir montando nuevas canciones. Es así como se llega a 2014 con un total de quince temas disponibles. Tras decidir la mejor manera para editarlas, se decantan por la entrega fraccionada en formato de sencillo.

De esta forma «EP4» (Screaminguy!, 2014), que ve la luz en octubre de 2014, sigue la tradición iniciada más de una década antes con «EP1». Si entonces los primerísimos EPs fueron campo de experimentación hasta perfilar su sonido, en esta ocasión la nueva entrega no hace sino confirmar lo sólido de la apuesta: atmósferas de intensa tecnología con el apoyo de guitarras contundentes y la voz de Lady Fingers como señas inconfundibles. Vertiente punk para una versión de The Pixies y ocasión de repetir lo mejor del tecno gélido y frío que ya han mostrado en otras ocasiones. Además y a modo de regalo para los fans más fieles, el CD contiene una versión de Sonic Youth muchos minutos después del corte final, para que la duración total marque precisamente «20:14», como el año de edición.

Repetirían jugada con los mismos argumentos, esto es: grabación casera, diseño elegante y artesanal, CD pequeño y tema oculto para completar minutaje, un año después con «EP5» (Screaminguy!, 2015). Versión de Joan Jett, intensidad de guitarras y electrónica glacial a partes iguales.

Con todo, y en vista de que, para cuando terminan de editar este último EP ya se han vuelto a juntar con abundante material nuevo, vuelven a replantearse la vuelta al formato de disco grande. Además, comprueban que los CDs pequeños no habían llegado a toda la gente que hubieran querido, con lo que algunas de las canciones incluidas que más les gustaban, iban a quedar sin la proyección que merecían. Por todo ello diseñan «Chupacabras» (KOJT / Screaminguy! /Ghost Highway Recording / Mama Vynila, 2016), LP grabado y mezclado como suelen en El Cubo, para el que contaron con una gran lista de colaboradores entre los que se encuentran, por ejemplo, Alex Pis (Ídolos del Extrarradio), Charlee Mito (Villapellejos, Los Plomos) o Mikel Bikitures (Sfinters). De entre todos ellos cabría destacar la labor de Carlos Cebrián, compañero de Ina en proyectos seminales anteriores como Lili Moon, que aportó sintetizadores, teclados y efectos diversos en la mayoría de los temas y que finalmente se unió a grupo para la presentación del disco en diferentes actuaciones.

Mucha de la personalidad del nuevo disco de los vascos se apoyaba en el personal diseño de Miguel A. Núñez para componer el monstruo (una vez más) para la portada y el libreto interior, y en la elegante electrónica con la que apostaban por un universo más abierto y menos opresivo que el de su trabajo anterior. Movidos por la misma experimentación inquieta de siempre, exploran glam, oscuridad y simple pop a la vez que facturan cortes en los que llegan a sucederse diferentes líneas de evolución. Cerraban así, de manera rotunda, la secuencia de pequeñas entregas que habían seguido a su «Bicefalopedia», un trabajo que reconocían más opresivo y cerrado en el que además habían trabajado casi en solitario, sin colaboraciones externas.

Sin querer entrar en valoraciones de la existencia y posible extensión de etiquetas como la de electro-punk, lo que sí resulta evidente es que la de Munlet puede considerarse, por méritos propios, como una de las más firmes propuestas con esos parámetros. Desde luego bastantes cuerpos por delante, en lo que a intensidad en su música se refiere, de versiones mucho más edulcoradas que dicen englobarse sin pudor alguno, en semejante categoría.

Álbumes:

Larga duración:

Chupacabras

2016

Conocida es la afición de por monstruos y criaturas similares, que utilizan para las portadas de sus discos -véase si...

Bicefalopedia

2012

presenta nuevo trabajo, y lo hace insistiendo en varios de los frentes abiertos con su anterior entrega: . En la...

Cañón

2010

Probablemente la mejor muestra de la producción del grupo. Montado con ganas de ser un disco conceptual, arropado para ello con...

Pong!

2008

«Pong!» (Bi Batean Diskak / Screaminguy!, 2008), que toma su nombre del popular juego de ordenador, es el disco de...

Clínica de Ruidos

2007

Verdadero paso hacia adelante de en su búsqueda por el sonido que defina a la banda. Aunque con el trabajo...

Corta duración:

EP5

2015

 parecen decididos a combatir la época de crisis que atravesamos con una receta clara que pasa por la originalidad en...

EP4

2014

Obligados a parar su actividad en directo en junio de 2012 en plena presentación de por la maternidad de Lady...

Tribute To The Oblivians Vol.5

2011

Entrega número V del tributo que desde el sello Ghost Highway Records brindan a la banda americana de los 90,...

Perturbadora de Mentes

2008

Sencillo que contiene dos temas inéditos de las grabaciones de . De estética similar a la del correspondiente CD de larga...

EP3

2005

Final de la trilogía de EP previos a , verdadero pistoletazo de arranque para la estabilización del sonido de ....

EP2

2004

continúan con su experimentación. O al menos así lo entiende el propio Ina, vista la evolución hasta el sonido desplegado...

EP1

2003

Debut de con este sencillo manufacturado por completo en casa, con grabación hecha en El Cubo, la habitación-estudio analógico que...

Recopilatorios y directos:
No existen álbumes de recopilatorios y directos relacionados a este grupo.
Reediciones:
No existen álbumes de reediciones relacionados a este grupo.

Grupos:

Los Nitxos cuentan deber su origen a...
Surgidos a mediados de 2010, con una...
La de Ataúd Vacante es, en muchos...

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