Eduardo de la Cotera Sáez ya había dado rienda suelta a sus ganas de música en activo en plena efervescencia del punk y la nueva ola con un grupo llamado Vicios Modernos. Lo hizo nada más volver a Alicante tras cumplir el servicio militar en Cartagena. Tras una corta pero intensa existencia repleta de “actitud, chulería, rebeldía, emoción, diversión y por supuesto rock and roll”, en definitiva, llenas de punk de bronca y toque callejero deciden parar en verano de 1982. Si bien una parte de la banda forma posteriormente Carne de Psiquiátrico, Edu encamina sus esfuerzos en poner en funcionamiento un nuevo proyecto en el que poder desarrollar un punk siniestro y oscuro similar al de grupos como Parálisis Permanente o Desechables. Para ello convence a Rafael Miralles (Fracción Radical) y María García Verdú, a los que conoce por mediación de Ángel Sarrio, para que se encarguen del bajo y de cantar, respectivamente, en lo que él toca la guitarra.
María tan sólo había cantado en coros antes, pero como decía Edu en su momento: “Lo tenía todo para llegar lejos. Aparte de una imagen muy bien cuidada, poseía una voz capaz de alcanzar cualquier registro. Ella escuchaba entonces a Nina Hagen, a la que muchos chavales habíamos descubierto por medio de la película «Cha-Cha» (1982) de Herbert Curiel”.
En el mes de octubre de 1982 el trío tiene ya una dinámica estable de ensayos diarios, para lo que se reúnen en el garaje de María situado en la Urbanización Club del Mar de la Playa de San Juan.
En un principio acuerdan llamarse Kóctel de Pus, una elección acorde al punk en onda 77 que empiezan haciendo. Sin embargo, pero dado que su música se fue haciendo paulatinamente más siniestra terminan aceptando la propuesta que trae la cantante, fan convencida de La Familia Addams, tras una conversación con Aintzane, amiga suya siempre cerca de la banda: Morticia y los Decrépitos.
Su concierto de debut lo darían en el pub 13 Cotinos situado en la plaza de Quijano en el Casco Antiguo de Alicante. Lo hicieron tocando desde el balcón de la misma para la gente que se congregaba fuera. Aparecieron ante el público con las caras maquilladas, los labios pintados de violeta y la nariz bien empolvada. María llevaba una capa con capucha y careta de bruja. El evento, sonorizado por José Ramón Celdrán, hermano del cantautor Adolfo Celdrán fue un éxito que pilló por sorpresa a muchos: “La gente lo veía como algo nuevo y estaba muy receptiva y expectante” cuenta Edu.
En un principio comienzan practicando sin batería. Nunca tuvieron nada parecido a uno fijo hasta que no se les unió Juan Antonio Sarrió, que también se encargaba de las baquetas en Café Greco, banda con la que terminaron compartiendo local de ensayo. Hasta entonces sólo lograban a aspirantes al puesto que se aprendían el repertorio para preparar una actuación, pasada la cual dejaban la banda.
Por ejemplo, cuando fueron a tocar en el festival celebrado en el colegio de los Maristas en un cartel en el que también aparecían UrgenteAñade este contenido, Carne de PsiquiátricoAñade este contenido y La UVI, llevaban al batería de otro grupo local al que le habían prometido unas diez mil pesetas de entonces como pago. La idea era sacar el dinero de la parte proporcional que les correspondía de la venta de entradas, pero llegada la hora del concierto, se vieron sin la cantidad acordada. “El cabrón nos dejó tirados”, contaba Edu, “Brasi, de La Uvi, se ofreció, aun sin saberse nuestros temas, a tocar con nosotros”. Al final, Morticia y los Decrépitos sólo tocaron cuatro temas, ya que no quedaron conformes con el sonido que estaban logrando. Con todo el festival resultó un éxito al que los periódicos locales de los días siguientes dedicaron cuatro páginas. Éxito para casi todos ya que los curas que organizaban el evento quizás no disfrutaron tanto al ver las pintas y actitudes del público asistente.
Morticia y los Decrépitos grabaron una maqueta en el local de ChinaAñade este contenido, grupo que popularizara el tema “No puedes comprender mi corazón de rock and roll”. Precisamente su batería, José Antonio Lloret –Bojias-, es el que se encarga de las baquetas. Gente de la emisora de FM de la Cadena Ser de Radio Alicante estuvo también echando una mano, proporcionando, por ejemplo, la grabadora Revox con la que se preparó la cinta con los temas “Todo de Taiwan”, “Mi gran debilidad”, “La Tierra está llena de carniceras moribundas” y “Dios salve al rey” (una adaptación libre del “God save the Queen” de Sex Pistols). Con esta remesa de canciones se postulaban como una más que interesante versión de unos Desechables más pop, o de los Pegamoides más oscuros.
Para la segunda vez que entran a grabar, van a Valencia a Microestudio en abril de 1983 con Ramón Gilabert encargado de las cuestiones técnicas, aseguró un proceso bastante más profesional que el seguido en la primera ocasión. El ingeniero de sonido era el encargado asimimo del fanzine Radio On, y les incluiría en una cinta cassette recopilando a muchas de las bandas que pasaron por su estudio. Morticia y los Decrépitos llevaba esta vez a Juan Antonio Sarrió al cargo de las baquetas. Vuelven a dejar registrado “Todo de Taiwan”, junto a “El caso Smith”, “Aviso estoy zombie”, “La Pasión según un decrépito” y “Extraña invasión”. A partir de una voz más asentada y amenazante de María, unas guitarras más cortantes y oscuras, la música de los Decrépitos sonaba mejor, más seria y contundente.
Mandan las cintas a diferentes emisoras y sellos logrando captar la atención de Jesús Ordovás, que les haría sonar en varias ocasiones en su programa Esto no es Hawaii. El impulso les permite ganar invitaciones para seguir tocando en diferentes clubs locales como 13 Cotinos, Papalagi, Zzrock o Cap 3000 en Benidorm.
El grupo mantenía relaciones fluidas con la mayoría de los protagonistas de la escena alicantina del momento. Por afinidades y cercanía, el contacto era probablemente mayor con Carne de Psiquiátrico, Urgente, Aspirantes a la Horca, Muy Frágil o los ya mencionados Café Greco. Algunos de ellos, junto a P.P. Tan SoloAñade este contenido aparecerían en recopilatorios del sello madrileño DRO como “Navidades Radiactivas” (DRO, 1982) o “Punk Qué? Punk” (DRO, 1983). De igual forma, visitaban el local de China, como cuando grabaron la primera maqueta; se dejaban ver por el Pink Floyd, un garito que llevaba Basilio Montes del grupo Garage o compraban sus discos en la tienda U.F.O. del guitarrista de Necrophagus, Víctor.
Morticia y los Decrépitos aparecieron en La Edad de Oro en un especial que hizo el programa sobre grupos de Alicante en el que se les veía actuar junto a pequeñas intervenciones de presentación de otras bandas de la ciudad. Las cámaras rodaron para la ocasión el festival organizado en el pub El Forat. Aprovecharon para hacer sonar “Todo de Taiwan” y “Extraña invasión”.
Tras un par de años de actividad, Edu considera que ya habían dicho todo lo que se habían propuesto decir y decide dejar la banda para poner en funcionamiento Tango Lüger. Posteriormente lo haría también en The BucanerosAñade este contenido y Lüger GrecoAñade este contenido. María sostiene a unos Morticia y los Decrépitos renovados con los que tan sólo daría un par de conciertos más antes de disolverlos. Eso sí dejaron registrada una cinta, actualmente en paradero desconocido, en la que figuraban títulos como «El ceremonial«, «Jennifer» y «Vamos a contar murciélagos«. Para ello entran de nuevo en el local de ensayo de China con la siguiente formación: María como cantante, Rafa al bajo, Paco Aracil a la guitarra y en la batería, igual que en la primera maqueta, solicitan la ayuda de Boijas. De este repertorio sólo existen unas imágenes de la banda interpretando el último de esos tres temas, «Vamos a contar murciélagos» en unas imágenes de video tomadas en la sala Morasol Costa de Campello. Con idea de dejar claro los cambios sufridos en el grupo, en la cinta se hacen llamar Morticia y sus Decrépitos.
Una vez acabada esta etapa final como Morticia, María participa en 1988 en un proyecto llamado Ring my Bell junto a Paco García (Muzak), mientras que Rafa dejaría la música para dedicarse a la pintura.
El material de la banda se recuperaría muchos años después, cuando aparecen incluidos en el libro “Los Hijos del Rock: Los Grupos Hispanos 1975-1989” (Iberoautor Promociones Culturales, 2004) de Salvador Domínguez y en el informe sobre esa escena alicantina de los 80 que el diario Información dedicara en sus páginas centrales. El responsable del sello Pakistán Rock and Roll Crusade se interesa por sus canciones y decide recuperarlas editándolas en vinilo. Para ello, en colaboración con el sello local de punk KAK Records reparten los temas de las dos maquetas en dos sencillos: “Morticia y los Decrépitos” (Pakistan and Rock and Roll Crusade / KAK, 2005) y “Dios Salve al Rey” (Pakistan and Rock and Roll Crusade / KAK, 2005). Quedaron fuera de estos discos recopilatorios temas como «Vecinos fuck off‘, «No» o «Claustrofobia» de los que sólo había constancia a partir de registros de ensayos con muy mala calidad de sonido.
Renovado el ánimo con estas muestras de reconocimiento, vuelven a aparecer en directo en 2008 con motivo del Danza Macabra Festival organizado en Barcelona por Eva Palacio cantante de La Peste Negra. En el evento participan estos últimos, Go ApeAñade este contenido y unos Morticia y los Decrépitos en los que María se hace acompañar por Paco Aracil a la guitarra, Laura Alonso al bajo y Vicent Miquel (Tango Lüger) a la batería.
Sin duda Morticia y los Decrépitos merecieron un hueco en el santoral del afterpunk siniestro de los 80, junto a otras bandas que sí lograron la inmortalidad de este subgénero oscuro.
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