Primero fue Arena Caliente. Luego llegaron Las Grecas, las que, montadas en el caballo del gypsy rock, habían pasado directamente de un tablao al número 1 absoluto de ventas. Así las cosas, productores de todo tipo se aprestan a echar su cuarto a espadas. En pocos meses surgen dúos como Las Deblas y Morena y Clara.
Ana María y Carmen Muñoz Hernández, Morena y Clara respectivamente, cantaban todas las noches en Caripen, el tablao madrileño de Lola Flores de donde también habían salido Las Grecas. La primera vez que pisan un estudio de grabación es para hacer coros a Los Chichos en su primer disco, “Ni Más ni Menos” (Philps, 1974). Eran primas de Juan Antonio Jiménez Muñoz -Jeros-, líder del grupo que compone varias canciones que ellas cantan en el tablao con notable éxito.
Lauren Postigo se va a fijar en ellas y les busca enseguida un sello discográfico. El efecto Grecas pesa mucho y no hay tiempo que perder. Con dos canciones de Jeros se publica “No Llores Más / Dejé de Quererte” (Discophon, 1974), que escala en las listas de ventas hasta el top 10 y que es muy escuchado a finales de aquel año. Morena y Clara repiten los esquemas típicos del gypsy rock; es decir, voces al unísono sobre una base rítmica contundente, aliñada con una guitarra funky y toques aflamencados en teclados y vientos.
Aparece el segundo single, “No Me Quieres no / Serás Mi Luz” (Discophon, 1975), dos canciones de un jovencísimo compositor, Ricardo Jiménez Burrull, que aparecerán firmadas por Lauren Postigo en una flagrante apropiación indebida. Desde ese momento, Ricardo dirigirá musicalmente al dúo y dos años más tarde se casará con Carmen. Como los dos sencillos han tenido un comportamiento aceptable en el mercado, nacerá pronto su primer long play, “Morena y Clara” (Discophon, 1976), con canciones en su mayoría compuestas por Ricardo, pero también con temas que Manolo Sanlúcar o Juan Bautista componen ex profeso para ellas.
El dúo suena y mucho para Eurovisión y son incluidas en la preselección con un tema de Ricardo titulado “Tu mal comportamiento«. Eso les permite aparecer en varias ocasiones en televisión, concretamente en el programa Voces a 45. Los rivales preurovisivos son duros: Tony Landa, Nubes Grises, Mochi, Lorenzo Santamaría, Mike Kennedy, Don Francisco y José Luis y Braulio, que finalmente sería el elegido.
Este impulso televisivo no se traduce en ventas, aunque sí en un montón de galas veraniegas. Aparece su segundo LP, “Morena y Clara” (Discophon, 1977), en un momento en que su sello discográfico empieza a tener graves problemas económicos y recorta presupuestos. Un disco compuesto íntegramente por Ricardo Jiménez y producido por Jimmy Bascuñán que no alcanza ni de lejos las ventas del anterior larga duración.
Todavía fabricarán un tercer long play con un tiraje muy limitado y absolutamente huérfano de propaganda. “Morena y Clara” (Discophon, 1978) cuenta con la producción del prestigioso Manolo Gas y supone una cierta renovación en el estilo del dúo, que vira cada vez más hacia el pop. De él se extrae un sencillo, “Buscando unos Momentos / Yo no Te Guardo Rencor” (Discophon, 1978), que también muere de inanición y es que Discophon está literalmente desapareciendo en esos momentos.
Ana María y Carmen se resisten a desaparecer y José Luis de Carlos, gran artífice del triunfo de Las Grecas, las ficha para la poderosa CBS. Pero se cansan de esperar y ese pretendido cuarto LP con canciones de Ricardo se queda en maqueta y no llega nunca a ver la luz ni a ser formalmente contratadas. Tras algunas discusiones con CBS, ningún sello quiere hacerse cargo de ese material. En 1979, Morena y Clara cierran temporada en septiembre en Almagro. Será su última actuación. Seguirá un invierno de vanos intentos discográficos que pondrán fin a su trayectoria.
Escuchadas en la lejanía que da el tiempo, Morena y Clara son un buen intento de subirse al carro de Las Grecas. Un oportunismo que funcionó solo a medias a pesar de que calidad no les faltaba. Lo que sí les faltaba era originalidad.
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