Los Suaves da la sensación de que han estado ahí siempre, y es que llevan más de treinta años dando guerra con el rock por bandera. La banda se forma en Ourense a finales de los 70, los responsables de la criatura son los hermanos Domínguez: Yosi (vocalista / letrista) y Charli (bajista) y Javier (batería), aunque este último pronto abandonaría la formación. Su padre, Manuel, era propietario de un comercio de tejidos, mientras que su madre, Luisa, era maestra escuela rural.
Yosi era el mayor de los hermanos. Mostró ya desde joven ser un espíritu libre, tras terminar el bachillerato le dice a su padre que no quiere seguir estudiando y se deja el pelo largo. Las broncas eran continuas por estos motivos. Tras un frustrado intento en Vigo de estudiar peritos industriales, prepara unas oposiciones a subinspector de policía que termina aprobando en el año 70. Al mismo tiempo comienza a tocar la guitarra y la armónica, y se entrega a la lectura y a la música. Se compra un tocadiscos portátil y comienza a acumular discos: Beatles, Small Faces, Kinks, Neil Young, Jimi Hendrix, Los Salvajes, Los Cheyenes…
El primer destino de Yosi como subinspector es Barcelona, ciudad en la que reside unos años, manteniendo una relación con una chica californiana llamada Marilin, que lo lleva durante dos veranos a viajar por Estados Unidos y a empaparse de la cultura y la música americana. Teniendo la oportunidad de ver en directo bandas como Allman Brothers o Emerson, Lake and Palmer. Su siguiente destino sería la comisaría de Santiago de Compostela.
Charli era unos años más joven, y abandona los estudios antes de terminar el bachillerato para trabajar en el negocio familiar. Se presenta voluntario para cumplir el servicio militar, lo que le permite hacer la mili en Ourense, y se casa con sólo diecinueve años con su novia Rosa. Melómano empedernido, comienza desde joven a atesorar una importante colección de discos. Al igual que Yosi, comienza a aprender a tocar la guitarra, yéndose con los amigos a los montes cercanos para improvisar con la guitarra eléctrica. Años después comienza a colaborar en la radio, primero en Radio Ourense y en 1980 en Radio Cadena, que es absorbida por Radio Nacional pasando a Radio 4. En esta emisora pone en marcha el programa musical “El Lobo Urbano” que está en antena nada menos que ocho años.
El verano de 1980 es el que resulta definitivo para el nacimiento de Los Suaves. Ese verano coinciden en Ourense los tres hermanos. Javier regresa tras terminar sus estudios universitarios de Geografía e Historia y Yosi se traslada a Ourense. Charli consigue que le dejen una casa en Muíños (Barbadás), una aldea abandonada en la que pueden ensayar y tocar haciendo todo el ruido que quisiesen.
El grupo se gesta como cuarteto, con los tres hermanos y el andaluz Ángel Ruiz Cabezas que se ocupa del bajo. Con esa formación dan su primer concierto como Los Suaves el 9 de abril de 1981 en la discoteca ourensana Long Play. Les costó bastante decantarse por un nombre, el elegido se debe a Charli, que volviendo de ensayar en el coche suelta “con la bronca que montamos podíamos llamarnos Los Suaves”.
Los primeros conciertos de la banda ponen de manifiesto que Ángel Ruiz al bajo estaba desaprovechado, ya que era un excelente guitarrista, por lo que Charli y él intercambian instrumentos.
Tuvieron su primera gran oportunidad el 13 de noviembre de 1981, cuando telonearon a los Ramones en A Coruña. Un concierto mítico con el que comienza a forjarse la historia de Los Suaves. Obtienen tal éxito que dejan una huella imborrable en A Coruña que dura hasta nuestros días y pronto consiguen su primer contrato discográfico. Lo que mucha gente no sabe sobre ellos es que fue Jordi Tardá quien los descubrió, y el que les propuso ser teloneros de Los Ramones. Salieron airosos del envite, recibieron halagos de los de Nueva York e iniciaron de la mejor de las maneras una carrera prolífica, convirtiéndose en uno de los grupos de rock más importantes del país. Su radio de acción se amplía rápidamente a Sudamérica y Portugal. De este concierto con Los Ramones -cuyo símbolo es el archiconocido águila- surgió la idea de utilizar un gato como emblema del grupo. Hoy por hoy todo un icono del rock nacional.
Tras el celebrado concierto con los Ramones, entran en la banda Ramón Costoya ‘Montxo’ (guitarra rítmica) y su hermano Carlos Costoya a la batería. En esa época la banda toca con dos baterías, a lo Allman Brothers, y seis miembros.
Su primer trabajo llega en el 82, “Esta Vida me va a Matar” (Sociedad Fonográfica Asturiana, 1982), de la mano de un mecenas de excepción, Paco González Rodríguez de la tienda de discos de Ourense Don Disco. Es Paco quien decide dar media vuelta cuando se dirigía al concesionario para comprar un Ford Granada e invertir el dinero en la grabación del debut de Los Suaves. Además contacta con la Sociedad Fonográfica Asturiana para que se encarguen de su edición y distribución.
Dos años después sale al mercado su continuación: “Frankestein” (Sociedad Fonográfica Asturiana, 1984). Es importante comentar que tras su debut se producen importantes cambios en la formación, participando en esta grabación: Yosi (guitarra y voz), Charly (bajo), Pepe Losada (guitarra), Hermes Alogo (guitarra) y Tino Canolas (batería). Poco duraría este quinteto. Como anécdota decir que en la contraportada del disco aparece la cita: “… Las olas se lo llevaron enseguida y se perdió, a lo lejos, en la oscuridad de la noche”.
El disco pasa totalmente desapercibido. La eclosión de las “movidas” hace que los focos de los medios se centren en Madrid, Vigo e incluso Coruña, y Los Suaves, que continúan residiendo en Ourense y que permanecen al margen de escenas y modas, “no tenemos nada que ver con la movida galaico-viguesa” declaraban, pasan por un momento realmente delicado. Sin la atención de los medios y con un disco recién editado con unas ventas mínimas, el futuro del grupo vuelve a peligrar. Apenas surgen conciertos y llegan nuevos abandonos, entrando José Manuel Jardón a la batería en el lugar de un Tito Canolas que se enrola en una orquesta para garantizar una estabilidad económica. Unos meses después se produce la vuelta de los hermanos Costoya, que entran por Jardón y Pepe Losada.
Pasan momentos complicados pero continúan mirando hacia delante y todo cambia de color con su tercer disco, “Ese Día Piensa en mí” (EDIGAL, 1988), que es el que los lanza al éxito. La banda comienza a ser reconocida a nivel nacional gracias a himnos imperecederos como “Dolores se llamaba Lola” o “No puedo dejar el rock”.
La grabación transcurre en los estudios Eolo de Gijón y Los Suaves en esta ocasión son: Yosi (voz, guitarra, armónica), Charli (bajo), Hermes Alogo (guitarra solista) y Montxo Costoya (guitarra). Cuentan con las colaboraciones de Alejandro Cano (batería) y Alberto Cereijo (guitarra). A Alejandro Cano se recurre ante la falta de batería en el momento de la grabación, Carlos Costoya había abandonado y puesto en marcha LancelotAñade este contenido, pasándose al bajo y poniéndose a cantar, y su sustituto, Carlos Romero, abandona antes de la grabación del disco. Alejandro se limita a tocar en estudio y no realiza ninguna actuación con la banda, ocupando su lugar Ángel ‘Gelo’ Barrio.
Aprovechando el gran momento de forma en el que se encuentran deciden grabar su primer directo, “Suave es la Noche” (EDIGAL, 1989). Pronto llegarían más. Aunque el sonido no es el mejor esto se compensa con la energía del grupo y un público entregado desde el primer momento. Sus conciertos siempre fueron especiales, incluso para los que se acercan a ellos sin conocimiento de causa. Sus canciones, coreadas hasta bien entrada la noche, la imagen de Yosi semidesnudo envuelto en una bandera de Galicia, cientos de camisetas con el gato estampado… eso nunca se olvida. Eso es rock and roll.
El guitarrista Hermes Alogo tiene que abandonar Los Suaves por problemas personales y es sustituido por Alberto Cereijo, quien aporta ante todo un estilo personal a la banda y es el responsable de la evolución del sonido Suaves en los 90.
Con el doble LP “Maldita Sea mi Suerte” (EDIGAL, 1991) confirman todas las expectativas puestos en ellos. Nos entregan una gran colección de canciones -“Pardao”, “Maldita sea mi suerte”- en las que la lírica maldita de Yosi, su poesía de la soledad, la amargura y la derrota alcanzan una de sus cimas. Entre las colaboraciones destaca la presencia de Alvin Lee, fundador y ex-guitarrista de Ten Years After. Alvin participa junto a numerosos guitarristas invitados -Paco Ventura (Medina Azahara), Jero Ramiro (Ñu), Carlos Raya (Sangre Azul, M-Clan…)- en los más de veinte minutos que dura “La noche se muere” -el corte ocupa la primera cara completa del segundo vinilo-. Realmente la canción dura unos cuatro minutos pero luego comienza una sección instrumental que alarga considerablemente su minutaje.
Era un secreto a voces, Los Suaves eran tentados por sellos multinacionales y el final de su etapa en EDIGAL estaba cada vez más cerca. De hecho, terminan su contrato con el sello compostelano con la edición de un nuevo directo: “Diez Años de Rock” (EDIGAL, 1992). Firman con Polygram y bajo el amparo de la multinacional llegan rápidamente dos lanzamientos: “Malas Noticias” (Polygram, 1993) y “Santa Compaña” (Polygram, 1994). Se encuentran en un gran momento y por ello, nada mejor que celebrarlo con sus fieles seguidores embarcándose en una de sus giras más exitosas que quedaría recogida enun nuevo directo: “¿Hay Alguien Ahí?” (Polygram, 1995). Es curioso el caso de este disco del que se editaron tres versiones: un triple CD, un doble CD -eliminando el tercero que se grabó en un concierto especial en los estudios Kirios con temas que no formaban parte del repertorio habitual- y una edición sencilla de un solo disco. La razón la encontramos en que EDIGAL denuncia a Polygram y los propios Suaves por entender que poseía los derechos de todas las canciones hasta el “Maldita Sea mi Suerte” y exige la retirada del disco de las tiendas y el pago de una indemnización. El fallo fue favorable al sello compostelano y condenaba a la Polygram y a los propios Suaves a pagar una indemnización por todos los discos vendidos del directo hasta la fecha del fallo, además de obligar a la compañía a retirar el disco de las tiendas, y destruir las copias no vendidas. Polygram acata el fallo editando “Lo Mejor de… ¿Hay Alguien Ahí?” (Polygram, 1996), disco sencillo en el que se incluyen sólo cortes de la etapa Polygram de Los Suaves.
En el 97 llega “San Francisco Express” (Polygram, 1997). Un álbum conceptual en el que el ferrocarril es una alegoría del transcurrir de la vida hasta la llegada de la muerte, hasta la llegada a San Francisco -ese es nombre del cementerio de Ourense-; un trabajo homogéneo en el que los temas están perfectamente conectados unos con otros. En la grabación participa Tino Mojón (batería) que se establecería como nuevo miembro de la banda a partir del 2002. En el 2000 abandona Montxo Costoya tras dieciocho años con ellos, incorporándose Fernando Calvo. Yosi colabora con Barricada en su directo “Salud y Rocanrol” (Polygram, 1997) en “Problemas” y “En blanco y negro”.
Un concierto suyo que recuerdo con mucho cariño fue el del 99 en Santiago, teloneando a los Rolling Stones. Aunque el evento se vio deslucido por el hecho de tener que tocar bajo la luz del día, ellos estuvieron como siempre, al margen de todo, desplegando sobre el escenario su buen hacer. Después, pudo vérseles entre el público con una cerveza en la mano, disfrutando del show de Jagger y compañía.
Los Suaves continúan sacando discos a buen ritmo: “Víspera de Todos los Santos” (Universal, 2000), “Si Yo Fuera Dios” (Locomotive, 2003), “El Jardín de las Delicias” (Locomotive, 2005) y “Adiós, Adiós” (Sony, 2010).
En el 2007 surgen rumores de que Alberto Cereijo quiere abandonar la banda para centrarse en su nuevo proyecto ECO, pero da marcha atrás y Los Suaves mantienen a uno de sus pilares fundamentales. En el 2009 sale al mercado el libro de Jorge Franco “Los Suaves. Somos Todos” (Quarentena, 2009) y antes de terminar el 2010 editan “29 Años, 9 Meses y 1 Día” (Santo Grial, 2010). Ese es el tiempo transcurrido entre la mítica actuación de Los Suaves en Coruña teloneando a los Ramones y el 18 de septiembre de 2010, el día que se grabó este doble CD y DVD en su ciudad natal, Ourense. Estamos ante una celebración por todo lo alto, la muestra perfecta de la comunión existente entre el grupo y su legión de seguidores. Esos que siempre han apoyado a la banda por tierra, mar y aire, tanto en sus aciertos como en sus errores. No sólo siguen vivos, están en plena forma y eso es de agradecer.
Ese mismo año 2010 reciben la Medalla de Oro de Ourense, reconociendo el Concello no sólo su exitosa carrera, si no también su labor de promoción de la ciudad. Además, se inagura la Praza dos Suaves (antes Praciña das Flores).
Los Suaves vuelven a tener una época dorada y los lanzamientos se suceden. Así, llega el doble DVD+CD en formato disco libro “Gira de los Mil Conciertos” (Santo Grial, 2013). Y es que la banda ha sobrepasado dicha cifra, y había que celebrarlo. El artefacto recoge la gira conmemorativa del concierto número mil de la banda, celebrada entre el invierno y la primavera de 2013, recuperando antiguos temas de sus repertorios de los años 80 y 90.
Poco después, Javier Domínguez Álvarez, el que fuera batería de la banda en sus inicios, publica el libro que cuenta la historia del grupo: “Los Suaves. Mi Casa es el Rock’n’Roll” (Xerais / Extramuros, 2014). En 2015, anuncian su gira de despedida. Una gira que lleva por nombre «La Música Termina» y que los lleva a tocar a Londres y a Edimburgo los días 23 y 24 de octubre. Un año después reciben la Medalla de Oro de Galicia, que es la más alta distinción que puede otorgar el gobierno autónomo.
Los Suaves son expertos en mezclar intimismo y contundencia, sus composiciones más emblemáticas son reflejos sociales armados a base de guitarras incendiarias, canciones como “Dolores se llamaba Lola”, “Pardao” o “Si pudiera” están entre lo más selecto del rock nacional. Más de treinta años, más de mil conciertos que han convertido la camiseta con el gato serigrafiado en algo más reconocible que las Burgas o el Puente romano de Ourense.
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