Los Nitxos cuentan deber su origen a una necesidad por oscurecer sonidos, una tendencia por “crear atmósferas de penumbra y ruidismo”. También mencionan una serie de casualidades con respecto a los Gories: de creerles a pies juntillas, tanto Álvaro y Pablo por un lado, como Asier y Hugo por otro, habrían oído el mismo día en situaciones y lugares distintos, un tema de esta banda. Álvaro era bajista en Ciudadano X, Asier guitarra en Erizo, Hugo, batería, tocaba en Acapulco Gold Diggers, pero Pablo no tenía experiencia alguna en lo que se refería a cuestiones musicales en activo. No importó, acordaron que él fuera el cantante del grupo que formaron a principios de septiembre de 2009.
Aunque posteriormente el sonido evolucionó hacia otros derroteros fue el sonido sucio y simple de Gories el que se plantearían como referencia. “Hacer algo sencillo y después darle la vuelta”, nos cuentan. Teniendo el punto de mira en un sonido sucio y ambientes oscuros, se decantan por el nombre de Los Nitxos, en el que juguetean con cuestiones ortográficas propias de la tierra y hacer parecer la letra «T» como una cruz invertida.
Debutaron en junio de 2010 tocando en la sala Ibu Hots, de la que es responsable Hugo, tocando con los irlandeses Wellington Irish Black Warriors.
Unos pocos meses después, en noviembre del mismo año, y aprovechando el contacto de una amiga que trabajaba allí (Sarah Hardiman), entraron en los Scar Studios de Londres para grabar media decena de temas. Terminaron todo en una noche en una sesión que duró unas seis horas trabajando con Ramón Abelló como responsable de las cuestiones técnicas. Amortizaron además el viaje con un concierto con las bandas Astrohengue, Yokozuna y Perrine En Mor Ceaux.
La maqueta resultante, “Grandes Decesos” (2011), una media hora de música, se editó el 3 de marzo de 2011 tras la remezcla de Roberto Lekuona (Pitu), ingeniero de la sala Hell Dorado de Vitoria. Presentada con la imagen de John Lennon tras ser asesinado suponía el debut de la banda vitoriana. Compuesta, eso sí, desde planteamientos bien simplistas -la batería estaba tocada sin bombo-, las canciones serpenteaban remolonas extendiendo versiones de Joy Division, líneas de rock clásico con tintes de grasa de taller y disquisiciones de hasta trece minutos de gran densidad.
Bien situados en la parrilla de salida de la actividad musical de la capital alavesa por su conexión con la sala Ibu Hots, no dudan en participar en iniciativas encaminadas a dar a conocer lo que se cuece en la ciudad y colaboran en el vinilo “Gasteiz Dirt Capital” (Bi Batean, 2012). En el disco, Los Nitxos aunaban esfuerzos, contribuyendo con dos temas (“Dead man” y “Superblonde”) con los grupos Turboneskak, Los Cainibales, Azken Ordua, Sumisión City Blues y Los Fontane, y el sello Bi Batean Diskak para mostrar qué tipo de música se hace en la ciudad. El surf, hardcore, punk, noise y blues de las seis bandas sonó en directo en la sala Hell Dorado en la presentación de las seiscientas copias que salieron a la calle del vinilo.
La banda introduce ligeros toques en su intento por conformar una música que “aparece traspasada por melodías de ultratumba y pantano y repiques a ritmo de galera. Sin grandilocuencias, sin concesiones”, introduciendo el teclado de Santi en 2012.
En noviembre de 2012 aprovecharían su concierto teloneando a Gallon Drunk en la sala Jimmy Jazz para registrar el material para el que sería su debut discográfico, “10/10/12 Dead At Jimmy Jazz” (Autoproducido, 2013). Un ejercicio de autoproducción para editar las atmósferas espesas, de punk rock oscuro con maneras y ganas de trascender que son capaces de tejer en sus actuaciones. En los siete temas incluidos había sitio para “Nothing left” e “Interzone”, que ya estaban en su maqueta original, y “Dead man”, que aparecía en “Gasteiz Dirt Capital”.
Los Nitxos han tocado en casa, además de los ya mencionados, junto a Los Cuantos, Digital Leather o Lüger; en Bilbao han sido teloneros de Lydia Lunch, en San Sebastián han compartido escenario con Sumisión City Blues y finalmente en Madrid, en el Rock Palace con Fabuloso Combo Espectro, precisamente en el concierto que dieron los madrileños como despedida de la que había sido hasta entonces su batería, Sara.
Los vitorianos reconocen varias fuentes de inspiración para su música. Hablan de garage actual (Grinderman, Dirtbombs, Jon Spencer, Baby Woodrose), de influencias post-punk (Alan Vega, Alien Sex Fiend, Love & Rockets, The Fall) o del noise (Sonic Youth, The Walk On By, My Bloody Valentine o Th’Faith Healers).
En junio de 2013 tocan con Los Paniks en Ibu Hots y en el Iguana Kafé, saliendo de Vitoria en julio para compartir el escenario del Rock Palace de Madrid con Gamónides e Islas Marshall. A finales de noviembre actúan con Anai Arrebak y Munlet en Hell Dorado.
Justo ese mes habían cerrado la Ibu Hots para, sin público, y en un proceso de un total de diez horas para dejar la voz de Pablo también grabada por separado, registrar los temas que conformarían «Carnalito» (Politburó Recording Fiasco / Bazooka, 2014).
El nuevo trabajo presenta a los de Vitoria con ganas renovadas de experimentación y crudeza en su zambullida por la oscuridad. Ritmos de galeotes, como gustan de bromear, para construir a base de intriga, tensión y electricidad atmósferas de post punk radical a espaldas de cualquier ortodoxia y limitación. El disco vio la luz en noviembre de 2014, pero antes, primero en junio y luego en septiembre, tuvieron ocasión de dar salida a la media docena de temas que incluía el vinilo, en los escenarios de la Ibu Hots con Polygorn y La Boite con Phonocaptors, respectivamente. El año lo completarían con actuaciones en Bermeo y Bilbao.
Ya en 2015 repetirían concierto con los Paniks en Ibu Hots y La Kapilla en Bermeo y para 2016 visitaron Gijón el 13 de marzo y Vigo el día 14. A las diversas actuaciones en Bilbao y Bermeo en 2017 unirían las salidas a Pamplona el 10 de febrero y a Galicia, con bolos con The Boas en Orense el 12 de abril y en el Liceo Mutante de Pontevedra al día siguiente.
2018 se salda también con una nutrida lista de conciertos entre los que destacan los dados en la plaza Beltza de Sopela (Vizcaya) el 26 de enero, el Satélite T de Bilbao un mes después, el de La Faena II en Madrid el 2 de marzo, las salidas a Burgos en abril y junio. El año lo cerrarían con una mini gira de nuevo por Galicia: el 5 de diciembre en Lugo, el 7 en Ortigueira y finalmente el 8 en Vigo.
Tras un largo silencio discográfico, Los Nitxos darían señales de nuevo de actividad disocgráfica con «¡¡Viven!!» (Autoproducido, 2018), un CD con media decena de temas en los que trabajaron su predilección por atmósferas tensas y oscuras.
Poco después, desplazándose a los estudios Brazil de Madrid, grabaron un nuevo LP, «Perro Infiel» (Larva, 2019), en el que recuperaban cuatro de los temas de su anterior entrega introduciendo un toque extra de opacidad que sumía en la penumbra de un segundo plano a las voces. Aires de poesía maldita musicada, que en el caso de «En el callejón» se hacían explícitos al tratarse de un poema de Iban Arroiz. El disco incluía igualmente una versión de «Venganza» de La Polla Records, a la que ahogaban a propósito en la densa melaza tenebrosa en la que se desenvuelve su música.
El grupo sigue su actividad en directo anotando en su agenda conciertos en Barakaldo, Pamplona y una nueva visita a La Faena II de Madrid el 16 de junio
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