Los Flaps nacieron en la Escuela de Peritos Aeronáuticos de Madrid a finales de 1960. Se trata, por tanto, de uno de los conjuntos pioneros del rock español, a pesar que tardarían bastante tiempo en ver sus ideas estampadas en vinilo. La formación inicial estuvo compuesta por Juan García (cantante), Álvaro Yébenes (guitarra de punteo), Manolo Díaz Pallarés (guitarra rítmica), Juan Antonio González -Ñique- (bajo) y José Antonio Alvárez Alija (batería), la mayoría de ellos vecinos del barrio de Chamberí. Con esa formación inicial actúan en los festivales organizados los domingos por la mañana en el Colegio Sagrada Familia, en pasos del ecuador, fiestas universitarias, etc. Su local de ensayo se hallaba en los locales de una peña flamenca en la calle Amor de Dios.
Pronto habría cambio de cantante, entrando Antonio Reinoso. La carrera de Los Flaps no acababa de despegar, a pesar de sus estudios de aviación y en el otoño de 1962 están a punto de desaparecer. Álvaro y Juan Antonio dejan el grupo para formar Los Continentales y al año siguiente el batería también abandona. Eso supone una revolución y la entrada sucesiva de tres nuevos músicos: Julián Sacristán (guitarra de punteo), que lideraría el grupo, Alberto Nuevo (bajo) y Luis Baizán (batería).
Se hacen con un equipo de calidad inusitada por estos lares. Julián, a través de la embajada en Londres, consigue una de las primeras Fender Stratocaster que se vieron por el foro. Manolo compra una más modesta Fender Esquire, Alberto, un bajo Fender Precissión, Luis aporta su batería Gretsch. Usan amplificadores Roselson de 35 y 20 watios. Pero lo que va a definir su sonido va a ser un carísimo y novedoso Eco Dynacord. Algunos grupos rivales comienzan a llamarlos por entonces Eco y Los Flaps.
Mención aparte merece Julián Sacristán, uno de los más finos guitarristas de la música española. Hijo de un torero, toma sus primeras clases de Morenito de Hellín, un guitarrista flamenco que acompañaba habitualmente a Antoñita Moreno. Calcaba el sonido de Hank B. Marvin y fue el primer gran guitarrista eléctrico madrileño y uno de los primeros héroes locales del mástil. Músico de carácter introvertido y convivencia difícil, aquejado de diabetes desde niño, en su estuche nunca faltaba una jeringa de insulina. Compuso varios temas de corte jazzístico que nunca serían grabados, pero que interpretaban en sus bolos: “Visillos blancos”, “Dixieland joven”, etc.
Los Flaps eran muy críticos con otros grupos y estilos. En el número de enero de 1964 de Fonorama, Julián se despachaba diciendo: “De los conjuntos que hay registrados en Madrid, solo un veinte por ciento son audibles. Lo demás es circo con guitarra eléctrica”. Por su parte Manolo, decía: “La única manera de ganar dinero es incorporando al repertorio pachangas, boleros y sobre todo muchos popotitos”.
Actúan habitualmente en los primeros clubes de la Cadena Consulado, dieron un recital en el Teatro Alcalá y participaron en las matinales del Circo Price, tanto a título individual como acompañando a otros artistas. Llegaron a grabar un disco como acompañantes del dúo gibraltareño Albert & Richard. Por cierto, ese Albert no es otro que Albert Hammond, que triunfaría como intérprete y compositor en Estados Unidos en los años 70.
En Madrid eran mucho más conocidos que otros conjuntos con discos en la calle, pero tardaron más de tres años en verse retratados en las carátulas. Por fin en diciembre de 1963, en los estudios RCA de la Avenida de América graban “Dejala, Dejala / Washington Square / El Vagabundo de la Playa / Mercurius” (RCA, 1964); es decir dos temas cantados con Antonio Reinoso como cantante y otros dos números instrumentales.
Poco después Antonio, el cantante, deja la formación y Manolo Díaz-Pallares, el único fundador que seguía en Los Flaps, es requerido para hacer la mili. Entra en el grupo el guitarrista Juan Francisco Seva, un músico alicantino amigo de Julián. Más por necesidad que por vocación, quedan convertidos en cuarteto instrumental con la guitarra de Julián conduciendo las melodías.
Aunque en sus directos tocan numerosas piezas de The Shadows, tienen buen cuidado en no incluirlas en sus siguientes discos, ya que son muy criticados de ser una copia a ultranza del famoso grupo inglés. Se publica “El Vito / Marea Nocturna / Johana / Dieciséis Millas” (RCA, 1964). La segunda de las pistas es una buena composición del propio Sacristán. Actúan en televisión, acompañan a artistas foráneos de paso por Madrid y adquieren una gran notoriedad en esta ciudad. Pero siguen siendo unos perfectos desconocidos en provincias, a pesar de una temporada de verano en hoteles de Torremolinos, adonde llegaron acompañando a Steve Rowland, un pelanas norteamericano que intentó vender la moto de una pretendida fama en su país de origen.
Las presiones de su sello hacen que sus siguientes discos contengan versiones instrumentales de temas de calidad más bien dudosa, bien distintos a los habituales en su repertorio de directo. Su tercer EP es “Polka Yenka / Quizás, Quizás, Quizás / Tanguillos de Cádiz / Loco, Loco, Loco” (RCA, 1965). En aquel momento, casi todos los miembros del grupo tienen en mente nuevos proyectos y el rock instrumental empieza a pasar irremediablemente de moda. Ya con el grupo medio deshecho aún publican un cuarto EP y ese mismo año, 1965, Los Flaps dejan de existir.
Julián Sacristan, su líder, formará Los Flecos y se llevará con él a Juan Francisco Seva. A Luis Baizán lo encontraremos la siguiente temporada en las filas de Los Pasos. Alberto Nuevo lo intentaría sin éxito en Los Camperos. Toni Reinoso se integraría en [ Los Jets, que poco más tarde pasaría a llamarse Los 4 Jets. grupo slug=»los-4-jets»]De ahí, reclamado por Álvaro Yébenes, iría a formar parte de Los Continentales[/grupo] . Manolo Díaz Pallarés nada más acabar el servicio militar entraría en Los Polaris. Álvaro Yébenes, tras ser pieza clave en Los Continentales -grandes rivales instrumentales de Los Flaps- tocaría el bajo en Canarios. Álvarez Alija sería primero redactor de la revista musical Fonorama y después, un importante ingeniero de sonido.
Pero aquí no acaba la historia ni mucho menos, pues en los 90, Alberto Nuevo y Julián Sacristán formarían parte de Los Jets de Eduardo Bartrina y recientemente Alberto ha vuelto a subirse al escenario con su bajo en Vicky y Los Pioneros, un grupo revival en el que también participan Ignacio Sánchez-Campins, ex de Los Relámpagos y Antonio Jiménez, la mitad del Dúo Cramer. Y es que antes y ahora el rock madrileño fue un pañuelo.
En 1999 unos renacidos Flaps con Julián Sacristán y Alberto Nuevo más Alberto Touza, Eduardo Bartrina y Santiago González de los Jets actúan en Alicante con notable éxito y al año siguiente se edita el CD «Los Flaps Are Back!» (Harmony, 2000) como postrero autohomenaje a aquellos pioneros del rock madrileño, ya que Julián se retiraría inmediatamente de la música por problemas de salud.
Comentarios