El turismo es un gran invento, decía el título de una vieja película. En los años 60, como ahora, el turismo dio de comer a muchos españoles especialmente en las zonas costeras. Algunos de ellos eran músicos, buenos músicos abocados a entretener a los turistas extranjeros y domésticos en las discotecas y salas de fiestas. Muchos de esos conjuntos sesenteros, por tanto, se situaban en las Baleares y más concretamente en Mallorca. Y de allí proceden Los Beta Quartet.
El artífice del grupo fue Francesc -Xisco- Balaguer, una especie de niño prodigio que a corta edad ya daba conciertos de violín y que también le pegaba al piano, saxo, trompeta… En directo se encargaba del órgano, pero en muchas ocasiones ejercía de multinstrumentista. En 1961, cuando contaba con dieciséis años, convence a dos compañeros del conservatorio, Jaime Palou (batería) y Joan Bauza (guitarra) para formar un trío de jazz que pronto evolucionaría hacia los ritmos modernos. Al año siguiente, se les une Miguel Pieras para tocar el bajo. Comienzan a hacer actuaciones por toda la isla con música eminentemente instrumental, que no acaba de enganchar a un público ávido de desmadre veraniego. En 1964 en una actuación van a conocer al toledano Miguel Moreno, que vivía desde niño en la isla y que se había formado como cantante en el mundillo de la copla y el flamenco. Así Los Beta Quartet ya serán siempre cinco, aunque no variarán la denominación de cuarteto.
La incorporación de Miguel va a ser clave en su estilo y van a comenzar con esa mezcla de canción española y beat que va a caracterizar el sonido del grupo. Los turistas se vuelven locos. Ahí es nada, unos tipos que cantan canciones de Manolo Escobar con aires de Liverpool y de los Beatles con toques agitanados. Casi antes que Los Brincos, Los Cheyenes y Los Relámpagos, Los Beta Quartet ya hacían flamenco rock o spanish sound, que de las dos formas se le llamaba.
EMI se da cuenta de sus posibilidades y los ficha rápidamente, desviándolos a su sello Regal. Allí debutan en mayo de 1965 con “El Porompompero / Ojitos Traidores / Olé la Yenya / Vuelve a Mí” (Regal, 1965). Por si a alguien no le quedaba muy claro el sonido del grupo, se hacen un reportaje fotográfico tocados con sombrero cordobés que luego ilustrará varias de sus carátulas.
En julio, sale el segundo EP con “Maldito Suelo Caliente / No Llores Más / En Tus Brazos / Qué Llorar” (Regal, 1965). El último de los títulos era una versión beatle de escasa corrección. Ese mismo año publicarían un sencillo con temas del folclore balear adaptados a su peculiar estilo y un nuevo EP con las dos canciones, primer y segundo premio, del festival de Mallorca de aquel año: “Recordar” (Regal, 1965). En principio parecía que iba a ser «Recordar«, defendida por Adriángela y Mochi en aquel evento, la que más se iba a vender por aquello de haber sido la ganadora; sin embargo, pronto quedó claro que Karina con «Me lo dijo Pérez» se alzaría como canción de aquel verano. En ese mismo EP aparece «El chocar de las olas«, tema propio con el que Los Beta Quartet habían participado también en aquel concurso veraniego.
Los Beta Quartet, Los Javaloyas y Los 5 del Este rivalizaban en esos años por ser el primer conjunto balear, aunque existían muchos otros que también plasmaban en vinilo sus andanzas musicales por las islas. Pronto les saldría un muy fuerte competidor en Los Z-66, si bien estos últimos hacían una música mucho más evolucionada y cercana a los grupos ingleses de rhythm ‘n’ blues.
En 1966 actuarían en varios programas de televisión en Barcelona, que los dieron a conocer en toda la península, donde se prodigaron poco en directo, al menos en esa primera época. El primero y mejor de los discos de aquella cosecha fue “Larga Calle / El Cochecito / Tú Eres Bonita / Aquel Amor” (Regal, 1966). En aquella campaña de 1966, el grupo sufre una reestructuración. Para empezar EMI no les renueva contrato y pasan a Sonoplay. Al mismo tiempo cambian varios componentes del grupo y poco antes pasan a denominarse simplemente Los Beta, extendiendo su trayectoria hasta principios de la siguiente década.
A Los Beta en su segunda etapa dedicaremos un espacio aparte en nuestra fonoteca.
Comentarios