Detrás de Las Transgénicas nos encontramos a Violeta Cúneo y Natalia Rico, dos mujeres que se definen como “translípidas de corazón, delgadas, encerradas en un cuerpo de gran dimensión, que han llegado a la tierra dispuestas a arrasar en el panorama musical”. Sinvergüenzas de escena y punkis de corazón, su lema no es otro que: “Estamos listas para ser ricas y famosas”. Con formación en arte dramático, canto y artes escénicas e influencias de canto lírico contemporáneo (Nina Hagen) y del punk inglés de pura raza, Las Trangénicas fueron bautizadas por el escritor Antonio Gala, haciendo honor la estética personal de Violeta y Natalia.
Su primer disco: “Lady Alien” (Lemuria, 2011), es editado por el sello madrileño Lemuria, responsable también de la segunda entrega de Lemuripop, proyecto de Germán Coppini y Alex Brujas. Doce cortes con letras desenfadadas, originales y cargadas de humor inteligente, grabados entre Londres y Alemania, masterizados en los Estudios Tema (Carlos Saiz) y producidos por Antonio Villa-Toro (productor del último Tino Casal). El disco cuenta con los arreglos de Santos Neri y las colaboraciones de Fabio McNamara (que interviene en la grabación del tema “Drácula”) y Nacho Canut, entre otros.
Se incluyen temas como «Lady Alien«, «Asesinas de perros«, «Drácula«, una genial versión de «Hija de puta internacional» (Sarassas Music) o «Su Santidad«, homenaje al mítico «Quiero ser Santa» escrita entre Eduardo Benavente, Alaska y el propio Nacho Canut. También se atreven con “El vals de la muerte”, original de Leonard Cohen, quien se inspirara en el poema de Federico García Lorca “Pequeño vals vienés” para su composición.
Un trabajo que conjuga modernidad, elegancia y ritmos macarras, que sirve de carta de presentación de Las Transgénicas.
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