A Laredo se lo inventó el cubano Óscar Gómez, un músico y compositor que formalmente nunca pertenecería a este grupo, pero cuya aportación fue decisiva en toda su carrera. Con un contrato apalabrado con Movieplay, organizó una especie de prueba de la que salió elegido en primera instancia José Antonio García-Morato, un ciudarrealeño de Herencia que andaba actuando por Madrid con grupos de folk aficionados. Enseguida llegarían otros tres compañeros: Federico López, Miguel Ángel Ayuso y Jorge Delgado. Óscar había musicado una serie de poemas de su compatriota José Martí y buscaba un grupo creíble que le diese forma en vinilo.
Nace así “Versos Sencillos de José Martí” (Movieplay, 1974). El proyecto tenía algo de Aguaviva en su idea primigenia, algo de Solera en su realización y un tratamiento cercano al pop de las excelentes letras del más reconocido poeta cubano. No obtiene demasiada repercusión en nuestro país a pesar de una campaña radiofónica importante. Sin embargo, en Cuba es alabado y premiado lo que propicia una gira de Laredo por aquel país y Puerto Rico en 1975.
Movieplay no ve claro el futuro de Laredo y les da la carta de libertad. José Antonio, la voz cantante, anda metido en asuntos militares, léase la mili, y Miguel Ángel deja el grupo a principios de 1976. El grupo está en un tris de desaparecer, pero su relativo éxito hispanoamericano no ha pasado del todo desapercibido y CBS les firma un contrato. Su primer disco para la multinacional viene presidido por una balada blandita de letra costumbrista. “El Farero” (CBS, 1976) tampoco remonta el vuelo. Ahora Laredo es un trío de pop folk acústico con aditamentos orquestales en sus grabaciones. Todavía menos tirón comercial tendrá “Laura” (CBS, 1977), una canción sensitiva con aires de Carole King en la composición.
Y de pronto va a llegar el milagro. En el otoño de 1977 un francés gafotas y hortera llamado Laurent Voulzy había hilvanado una serie de famosas canciones de los 60 bajo el título genérico de “Rockollection” (RCA, 1977). La idea cuajó hasta el punto de ser número uno de ventas en media Europa, incluida España. Se pensó que ningún gabacho estaba legitimado para dar clases comprimidas de historia del pop y, atufando a oportunismo, Laredo echó su cuarto a espadas. El resultado será “El Último Guateque” (CBS, 1977) que enlazaba con una leve argamasa de fabricación propia pasajes estelares de Los Brincos, Juan y Junior, Los Pekenikes, Los Sirex y Canarios. La fiebre revival se desató y aquel engendro funcionó de maravilla, llegando a ocupar en marzo de 1978 la cabecera de las listas de ventas durante dos semanas. El bombazo fue de tal magnitud que se adelantó en cinco meses al estreno de la película para la que estaba pensado: “El Último Guateque” (1978) de Juan José Porto, una cinta de picorcillos retroadolescentes que utilizó la canción de marras y que hasta tuvo una réplica al año siguiente “El Último Guateque II” (1979) del mismo director.
De la noche a la mañana y seguramente con su peor disco, Laredo se habían convertido en uno de los principales grupos nacionales. Continúan la buena racha con una versión muy digna de “The bóxer” de Simon & Garfunkel. Un tema con una década cumplida que Laredo revitalizó y trajo al español. “El Boxeador” (CBS, 1978) se vendió bien, entró en el top 10 y sin aportar nada nuevo a uno de los grandes temas del folk moderno nos da la medida de lo que Laredo era en directo. Un grupo con buenas voces y guitarras acústicas que aún mamaban de los grupos norteamericanos del género.
CBS España acomete su proyecto más ambicioso: la grabación de la “Misa Campesina Nicaragüense” (CBS, 1979), encargando la producción a Óscar Gómez. Esta misa ya había sido grabada por sus creadores: Carlos Mejía Godoy y los de Palacagüina. Se trataba ahora de hacer una superproducción a partir de aquel material. Encarga a lo mejor de su escudería la realización de este proyecto coral en el que, además de Laredo, participarán Miguel Bosé, Sergio y Estíbaliz y Ana Belén por parte española y Elsa Baeza y El Guadalupano del otro lado del Atlántico. En ese LP conjunto, el trío interpretará el “Canto de entrada” y el “Canto de Comunión”, que aparecerán también en un single aparte.
La Misa Campesina realiza una estresante gira por toda España que culmina en el Pabellón de Deportes del Real Madrid. Como la gira lleva toda la música pregrabada y en directo sólo van las voces, se desata una airada protesta de los músicos con pancartas y abucheos en contra de la música enlatada. Durante esa gira surgen desavenencias importantes entre los miembros de Laredo, que sorpresivamente anuncian su disolución cuando estaban en la cima.
Intentaron carreras en solitario que no llegaron a ninguna parte y José Antonio, formando siempre tándem con Óscar, se dedicó a componer temas para nombres tan conocidos como Miguel Bosé, Dyango, Mocedades o Miliki. También puso letra al primer musical made in spain: “Lovy” (1980) de Óscar Gómez y José Antonio García Morato.
El potencial de Laredo quedó por descubrir, pues su repentina desaparición nos privó de una evolución que apuntaba hacia la música más comercial, matizada siempre por el aire pop folk que daban a sus interpretaciones.
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