En 1970 Los Gritos hacen sus últimas grabaciones y su líder, Manolo Galván cumple deberes militares desde finales del año anterior y oye campanas de carrera en solitario. Pero Belter no quiere perder a su grupo más moderno y propone a tres componentes del grupo (Paco Doblas, guitarra y ocasional voz; Antonio Rueda –El Bigotes-, bajo, y José Ramón Muñoz -Timmy-, batería), que rehagan el grupo. Eligen un nombre de ascendente coplero, La Zarzamora, como nueva denominación. Completan la formación con Antonio Iglesias (órgano).
Tras alguna actuación tirando a desastrosa deciden volver a llamar a Manolo Galván, que pospone su aventura solista. Comienzan a trabajar con Juan Pardo, que se convierte en su productor. Así aparece “Si una Paloma” (Belter, 1971), una composición del propio Juan, que también había grabado Marisol. La Zarzamora trepa al top 10 de ventas y entra con buen pie en el panorama musical.
Poco después aparecen simultáneamente el LP “Buscando Caminos…” (Belter, 1971) y el sencillo “Pregunté por Preguntar” (Belter, 1971), otra canción de Juan Pardo. El segundo de estos discos se escuchó bastante y supuso unas ventas moderadas para el grupo.
Si 1971 resultó un año propicio, no puede decirse lo mismo del siguiente. La Zarzamora edita un nuevo single en parte procedente del único long play del grupo. Y La Zarzamora prácticamente desaparece. Primero hay cambio generalizado de componentes, entrando José Fernández -Lito- (guitarra), Nono Higuera (bajo), Diego Guzmán (órgano) y Manuel Marín -Lolo- (batería) y continuando algún tiempo más Manolo Galván al frente del timón. Pero la marcha de Manolo a Ariola para comenzar su carrera solista era cosa cantada y, de hecho, esa había sido la causa principal de las desavenencias con sus compañeros.
A finales de año sacan en el que apuestan por darle un toque del más comercial rock progresivo a su carrera y ya convertidos en un irreconocible cuarteto con Lito como principal referencia. Un disco que no carece de calidad, pero que pasa del todo inadvertido y cierra un año complicado. Las galas en Madrid y en su Málaga natal no son tan abundantes como quisieran y no logran enderezar el rumbo, aunque su radical modificación estilística les lleva a actuar en algunos festivales de rock progresivo. Tampoco parece interesar a su sello las nuevas canciones de la banda y no pone en su promoción todo el énfasis deseable.
Por razones contractuales, todavía aparecerá un postrero sencillo, “Rock and Roll Bum / Bailando un Sábado por la Noche” (Belter, 1973). Dos temas a ritmo de rock fuerte que están entre lo mejor de la historia de la banda y que propicia un verano de actuaciones por España.
La Zarzamora duró lo que duró y supuso una continuación primero y una evolución después de Los Gritos. Debatiéndose entre lo comercial al uso y sus afanes rockeros, nos dejaron alguna canción importante, algún intento fallido y supuso para Manolo Galván la confirmación como el cantante solista y compositor que sería durante la década de los 70 en España para acabar afincándose desde 1974 en Argentina, donde se convertiría en un artista realmente importante con una carrera que llega casi hasta nuestros días con multitud de grabaciones. Manolo falleció en Buenos Aires en mayo de 2013.
Comentarios