Si el punk en Euskadi había venido canalizado durante los 80 por el denominado Rock Radikal Vasco, fue la hornada de grupos como La Perrera (y posteriormente Nuevo Catecismo Católico y Señor No), Los Clavos (Getxo), Los Bichos (Pamplona) y desde Bilbao Los RotosAñade este contenido, Cancer Moon, Primitivos, Los Raros y La Secta, la que se encargó de reconducir el género por otros derroteros. Lo hicieron, además, inspirados en otras coordenadas musicales y, en muchos casos, a través de otra red de sellos independientes distinta a la que había venido funcionando hasta entonces.
El origen de La Secta podría marcarse, tal y como cuenta Pablo Salgado Méndez en La Secta (Banizu Nizuke, 2021), en el encuentro que tienen Patxi Ferrón (guitarra) y Alberto López Martín (batería) una noche de septiembre de 1988. Se conocen desde el instituto y por formar parte de un grupo en 1983, Indomables, que sólo actuó una vez en directo. Desde entonces, cada uno de ellos tuvo oportunidad de curtirse en distintos proyectos. Patxi acaba de terminar carrera universitaria mientras que Alberto estudia en la Facultad de Bellas Artes de Leioa. La posibilidad de tocar juntos se ve reforzada por la posibilidad de compartir local de ensayo con un grupo de rock sinfónico en un bajo de la calle Iparragirre de Bilbao. Incorporan a José Luis Aguado – Josetxo – (bajo) y David P. Amezarri – Canino Latino – (guitarra). Con un equipo realmente rudimentario comienzan por ensayar clásicos del rock que combinan con los estilos que gustan a cada uno. Como cantante se quedan con Gorka Pastor, compañero de Alberto en la Escuela de Bellas Artes. De esta guisa, y adoptando el nombre propuesto por Patxi para el grupo, La Secta, graban en el local con un radio-cassette de doble pletina al que han incorporado un micro una primera maqueta: “La Secta” (autoproducido, 1988). La cinta contiene ocho temas en castellano salvo dos de los tres en los que participa como autor Gorka: «So alone» y «One more», que tienen letra en inglés.
Su debut en directo tiene lugar el día 19 de enero de 1989, tocando en el pub El Agua, con un repertorio que completaba los temas de la cinta con cinco versiones de lo más variado: The Troggs, The Squires, Wilson Pickett, Los Sirex y «Batman» de Neal Hefti. Darían un nuevo concierto el 11 de marzo de 1989 en el gaztetxe de Bilbao junto a Los Rotos. Canino Latino les comunica entonces que deja el grupo porque no se ve capaz de repetir la experiencia de subirse a un escenario.
La Secta empieza a ganarse una audiencia fiel en la escena del Bilbao de comienzo de los 90, hasta el punto que se llegan a editar dos números de un fanzine con el nombre del grupo donde se informaba de todo lo que rodeaba al mismo. Precisamente una de las novedades que les aconteció estaba relacionada con el cambio forzoso de local de ensayo. Desalojados por la Policía Municipal ante las quejas vecinales por ruido y castigados con las correspondientes multas se vieron obligados a desplazarse al caserío que tiene la familia de Alberto en Sodupe.
Se muestran activos con una agenda plagada de actuaciones que se inicia el 15 de marzo participando en un evento organizado por la emisora Pirula Irratia de Laudio, incluyendo en el repertorio versión de Stooges, en lo que podría interpretarse como una indicación de la deriva que iba adquiriendo el sonido del grupo. Conciertos en el gaztetxe de Vitoria, en Sokoa de Deba, el gaztetxe de Ondarroa, en el mismo Bilbao (Santutxu y Uribitarte), en la sala New de Santader, en Busturia y en Laudio les tienen ocupados hasta finales de septiembre.
Fue en uno de estos conciertos que dan en fiestas de la capital vizcaína, cuando Íñigo, hermano de Gorka, descubre el potencial de La Secta. Los dos hermanos habían puesto en funcionamiento años atrás un fanzine llamado La Herencia de los Munsters, que ya desde Madrid Íñigo terminó derivando en un sello discográfico, Munster, con el que propone al grupo la edición de un sencillo.
La preparación para la grabación del mismo se realizaría en el nuevo local de ensayo en Deusto compartido con la banda Los Patanes al que se mudan. Antes, han incorporado a Pablo García – El Punki- como segundo guitarrista, aunque el refuerzo apenas duró unos cuantos ensayos y dos conciertos en octubre y noviembre, respectivamente.
La primera experiencia en un estudio profesional para La Secta, nuevamente en formación de cuarteto, tuvo lugar en Le Chalet, situado en Burdeos. El estudio lo encuentra Íñigo a través de las conexiones internacionales que ha ido forjando desde la época de La Herencia de los Munsters. Thierry Duvigneau – Kid Pharaon- haría de productor mientras que el dueño del estudio, Jean Marc Sigrist oficia de técnico de sonido. “(Don’t Follow) that Way” (Munster, 1989), el sencillo de debut es un auténtico trallazo que bebe del punk contundente estadounidense y que aporta una interesante mezcla híbrida entre los 60 ibéricos y la mala baba de los Stooges. Munster hizo una gran labor de distribución internacional, de manera que el disco tuvo incluso una edición para el mercado americano de la mano del sello Sympathy for the Record Industry (SFTRI) en 1990.
En la misma sesión de grabación prepararon el tema «Sweat browny» con idea de sacar un EP compartido con Cerebros Exprimidos y Los Potros, dos bandas que se movían en coordenadas similares. Como finalmente el disco no llegó a ver la luz, terminó en un flexi promocional junto a la banda norteamericana Dead Moon para la revista alemana Hartbeat, junto con un recopilatorio que editó Munster, “The Munster Dance Hall Favorites vol. III” (Munster, 1990) junto a otras 15 bandas más, una práctica habitual del sello madrileño para presentar a grupos de su órbita, bien directamente por pertenecer al catálogo o que se movían en el entorno amigo de la escena internacional.
Infatigables e inquietos no desaprovechaban ocasión alguna para mostrar sus canciones en el formato que fuera, como el del videoclip que hicieron para el tema «Perfect time» dentro de las actividades propias de los estudios que cursaban Alberto y Gorka en la Escuela de Bellas Artes. El audio, registrado en el local de ensayo, se utilizó para el sencillo que acompañó al fanzine The Beatnick Fly, editado desde el Bar Muga de Bilbao y que contenía contribuciones de Los Bichos, Cancer Moon y Los Rotos.
Siguen tocando con asiduidad durante 1990, especialmente en la zona del País Vasco: en enero el Musikaldia Fest en Trápaga (Vizcaya), en Bilbao en la emblemática sala Gaueko, en febrero en el pub Karretos de Durango, en la fiesta aniversario del fanzine Mamorro junto a La Perrera y finalmente en la sala En Bruto de Zaragoza. Consiguen incluso aparecer en televisión; por partida doble además: por un lado hacen en marzo un play back en el programa El Avispero de la TVE en el País Vasco, y para el programa Katu Kale de la ETB interpretan ese mismo mes en directo tres temas.
Es igualmente en marzo cuando La Secta participa, junto a Los Potros, en el II Concurso Pop-Rock Villa de Bilbao, aunque, eso sí, infructuosamente porque no logran premio alguno. No se desaniman por ello y terminan ese mes de marzo tocando el día 23 y 24 en la sala La Tercera Ola de Alicante, donde tocan el segundo día con los franceses Kid Pharaon & The Mercenaries (la banda de quien hiciera de productor en su primera grabación).
Se encuentran en el medio de una efervescente escena de bandas unidas por unas ganas y maneras similares de hacer punk rock. Juan Hermida, el responsable del sello Romilar D, es consciente de ello y trata de ilustrar el momento con un disco compartido en el que participarán varios de esos grupos. «The Worst Around» (Romilar D, 1990) se elabora con contribuciones de La Secta, Cancer Moon, La Perrera y Los Bichos. Precisamente es Josetxo Ezponda, el cantante de estos últimos el encargado de elaborar, a partir de uno de sus característicos y personales diseños suyos, la portada de un disco que vería la luz el mes de diciembre de 1990. Cada una de las bandas aportaba dos canciones. Las de La Secta, «Life pain» y «Sick», se grabaron en mayo de ese año en los estudios IZ de San Sebastián de Kaki Arkarazo, donde el batería de Cancer Moon, Jesús Suinaga, trabajaba como asistente técnico.
Además de ampliar el rango de acción a la hora de actuar (tocan en Madrid -en El Templo del Gato-, en Barcelona – en Communiqué-, en Pamplona – en Reverendo’s- o en Arnedo, La Rioja – en la sala Sendero-), empiezan a compartir escenario con bandas como sus paisanos Pop Crash Colapso y los madrileños Patrullero Mancuso, exponentes quizás del denominado indie pop ruidoso, vertiente que se desarrollaba igualmente en los 90.
La banda siente entonces encontrarse en el punto justo para encarar la elaboración del que sería su LP de debut. Munster les ha ofrecido la cobertura para hacerlo, encargándose incluso Íñigo de la búsqueda del productor adecuado. Se piensa en Peter Kember – Sonic Boom- responsable de Spacemen 3, banda con los que ya habían establecido contacto en el pasado los hermanos Pastor. Envían para ello al británico una cinta con dos temas de La Secta para que éste pueda hacerse una idea. Sonic Boom acepta el encargo pidiendo, eso sí, además de una cierta cantidad de dinero (unas 800 libras esterlinas), billete de avión y la posibilidad de trabajar en un estudio donde se hable inglés, un cuarto de kilo de hachís. La grabación de “Blue Tales” (Munster, 1990) se realizó en Le Chalet, el estudio de Burdeos donde La Secta había registrado también su primer sencillo. La, a veces anárquicas maneras de experimentación del inglés chocaron con el carácter de Jean Marc Sigrist, el técnico de sonido del estudio, que, además, no hablaba bien inglés. Fue por ello por lo que se decidió sustituirle por Kid Pharaon. Sonic Boom respetó la estructura de todos los temas que traían ya preparados los componentes de La Secta. Estos, por su parte, admitieron las muy variadas y variopintas técnicas de experimentación. Tras seis días de intenso trabajo, el grupo volvió satisfecho con su estreno en formato de larga duración.
El disco se presentó oficialmente el día 13 de diciembre pero antes, los días 7 y 8 volvieron a Burdeos a tocar en Le Jimmy ante una audiencia que abarrotó la sala en las dos ocasiones. Los conciertos quedaron grabados desde la mesa de sonido.
Hubo una versión para el mercado francés, a través del sello Spliff Records, que lo editó, no sólo en formato de vinilo sino también en CD, incluyendo a modo de extras dos canciones que grabaron en la sesión en la que se grabó el álbum: las versiones del «20th Century Box» de T Rex, y del «Ghost rider» de Suicide.
Como promoción del LP, salió el sencillo “LA SECTA: I Hate that Trip / LOS POTROS: Walkin’ with my girl” (Munster, 1990), que traía como la canción preferida de Sonic Boom de la sesión de estudio que produjo. Como cara B se incluía contribución de Los Potros, que también habían estrenado el que a la postre sería su único LP, “Black Light” (Munster, 1990). Pero no fue éste, el único sencillo que se extrajo del álbum. En un ejercicio más que mostraba el buen hacer del sello a la hora de distribuir el material de sus bandas, se editó para el mercado estadounidense, bajo el nombre The Sect el sencillo “The Beast / Don’t Look Back” (SFTRI, 1991).
La presentación de Blue Tales pone a La Secta en órbita dentro de la escena independiente. Tocan en casi todas partes y coinciden con compañeros de generación de lo más interesante. Así por ejemplo tuvieron ocasión de hacer de teloneros en Pamplona y Bilbao de unos Lagartija Nick que aún se movían dentro del catálogo de Romilar D antes de dar el salto a Sony.
No tardarían mucho en volver a entrar en el estudio, ya que en enero de 1991 dejan preparadas dos versiones más, de Scientist («Demolition derby») y Spacemen 3 («Revolution»), con Kaki Arkarazo en IZ, que añadieron a las antes mencionadas de T Rex y Suicide para sacar un disco especial, “Our Kicks” (Munster, 1991), con el que homenajear a algunas de sus bandas de referencia. Envalentonados por lo aprendido con Sonic Boom decidieron experimentar igualmente por su cuenta asistidos técnicamente por el productor vasco. Our Kicks tenía una coqueta edición con la que además sugerían de su atracción por la psicodelia.
Las siguientes ediciones de La Secta se elaboraron a partir de los directos que habían grabado en Burdeos. Aquellas canciones en vivo fueron una verdadera mina que se aprovecharon en distintas entregas. Primero fue el 7” gratuito que acompañaba en mayo de 1991 al fanzine francés Abus Dangereux que traía como primera cara el tema «Perfect time», mientras que la cara B la compartían Nomads y Dirteez. En Alemania vio la luz “Sounds from the Street Vol. 1” (Schlawiner, 1991) en el que «Life pain» de La Secta acompañaba a canciones de The Lost Lyrics, The New Wind y The Broken Toys. Desde Madrid, el fanzine Big Boss hacía acompañar su número 5 con un EP en el que además del «I hate that trip» de La Secta, se incluían temas de Del Hoyo, The American Ruse y Lagartija Nick. El maridaje que les propone, por su parte Subterfuge con el disco “Yeah! The Subterfuge Compilation Vol. 3” (Subterfuge, 1991), sería con Elementos, Los Clavos y Blackmoon Fire. La Secta participaría en este compartido con la canción «I want you».
Finalmente, la banda termina de rentabilizar el directo en el club Jimmy de diciembre de 1990 con la edición de “Los de La Secta Tocan en Vivo” (Discos del Escuincle, 1991). El disco vio la luz en noviembre de 1991 con una tirada que superó el medio millar de copias. Aunque parece obra de un sello mexicano afincado en Cuernavacas, se trataba en realidad de una maniobra del mismo sello Munster que preparó una edición especialmente belicosa contra todos los fastos que se venían en el 92 con respecto a la celebración del aniversario del descubrimiento de América. La portada, por ejemplo, presentaba a una estatuilla precolombina haciendo vudú con un soldado español. Se incluían además dibujos para cada una de las siete canciones (con el título debidamente traducido al castellano) que traía el disco realizados por el dibujante Mauro Entrialgo, asiduo colaborador del sello.
La Secta seguiría afianzando el trabajo junto a sellos independientes, especialmente Munster, para la edición del material que iba produciendo. Rentabilizó las versiones que tenía grabadas enviándolas para participar en diferentes discos recopilatorios y compartidos. Colaboró con Josetxo Ezponda, el ya mencionado líder de Los Bichos que iniciaba una carrera en solitario, con la versión de Spacemen 3, en un sencillo promocional “LA SECTA: Revolution / JOSETXO: Sand” (Munster, 1991) en el que el navarro adelantaba un tema de su recién editado disco. Igualmente, de la misma sesión en IZ con Kaki Arkarazo, habían registrado el tema «Dalai Lama» de Alex Chilton, con el que participaron en el disco homenaje a dicho artista que preparó con un total de 23 bandas, “Not the Singer but the Songs” (Munsters, 1991), que vería la luz justo antes de finalizar 1991. Igualmente Subterfuge vuelve a contar con ellos para el volumen uno de la que sería una conocida saga de recopilatorios, “Screamin’ & Shoutin’” (Subterfuge, 1992), que, además de con bandas de muy diverso pelaje (como El Inquilino Comunista, Pribata Idaho, Pop Crash Colapso, Los Imposibles…), colocaba a La Secta en pie de igualdad con grupos que desde distintos puntos de la geografía estatal, vivían el comienzo de la década en coordenadas musicales muy similares: Los Elementos, Pleasure FuckersAñade este contenido, Shock Treatment, Cerebros Exprimidos. Los de Bilbao utilizaron uno de los cortes en directo del Jimmy de Burdeos: «Perfect time», la canción que precisamente abría el recopilatorio.
Cuando todo parecía marchar sobre ruedas para el grupo, con un flamante disco y numerosos sencillos y bien colocado dentro de la escena indie más ruidosa, empiezan a aparecer los primeros desencuentros en el seno de la formación. De entrada, no pueden cerrar una actuación (nada más y nada menos que) en Atenas esa misma Nochevieja al no localizar a tiempo a Josetxo para aceptar la invitación formulada por el grupo griego The Last Drive para prepararles el viaje. Pero es que a este pequeño revés se unen las diferencias de criterios estilísticos: mientras Patxi sugiere explorar el blues rock, Gorka y Josetxo proponen virar hacia el high energy, para lo que consideran imprescindible la incorporación de un segundo guitarrista. Patxi no ve nada claro eso de compartir posición con nadie más, recordando que la experiencia que tuvieron en ese sentido con Pablo – El Punki- no resultó nada convincente. Sus compañeros, haciendo caso omiso a estas reticencias inician una serie de pruebas a posibles candidatos para el puesto. Comienzan con Guiller Momonje (Patrullero Mancuso), pero buscan mayor contundencia, que sin embargo encuentran en Pablo González, al que deciden fichar al momento. La nueva incorporación debutaría en un concierto en el que comparten cartel con los australianos The Interestellar Villains.
El cariz que toma las cosas no gusta nada a Patxi que amenaza con abandonar la banda. Sus obligaciones laborales además dan al traste con una más que atractiva gira que había ofrecido Munster con Lagartija Nick y a la que inicialmente han dicho que sí. El detonante, sin embargo, llega cuando el guitarrista no se presenta donde el resto le espera, ya con todo cargado en la furgoneta, para dar dos conciertos en Cataluña: uno en Barcelona (en la sala Puerto Hurraco) y otro en Tarrasa. Según él, ya había comunicado en un ensayo en junio de 1992 su decisión en firme de dejar La Secta si no se volvía al formato de cuarteto. Deciden viajar de todas maneras los cuatro componentes restantes para cumplir con los conciertos acordados y, en caso de que hubiera alguna duda, echar oficialmente a Patxi.
El nuevo guitarrista, Pablo, ayuda desde el principio en las tareas de composición y, así, será con un tema suyo con el que desatasquen la situación creada con la marcha de quien había sido uno de los miembros fundadores del grupo. Uno de los temas que graban de nuevo en El Chalet, en Burdeos, «(We get what) We deserve», es precisamente suyo. En la misma sesión registraron dos canciones más: «Blood red river» y una versión de Alan Vega, «Raver». Con los primeros Munster edita un sencillo “(We get what) We deserve / Blood red river” (Munster, 1992) que tendría dibujos de Mauro Entrialgo para portada y el diseño gráfico. Con la versión de Alan Vega participaron, primero en el disco homenaje al artista norteamericano, “An Invitation to Suicide” (Get Hip Recordings, 1993) preparado por un sello discográfico de Pittsburgh y después en el recopilatorio “Electric Carnival” (Kinetic Vibes, 1993) editado desde Francia.
También participan en el recopilatorio “Best of Munster Dance Hall Favorites Vol. I-V (1987-1992)” (Munster, 1992) con aquel «Sweet browny» incluida originalmente en el sencillo compartido con Dead Moon, y poco después en el “Gonna Get You” (Munster, 1993) con “(We get what) We deserve”. Este último disco contenía canciones de hasta 24 grupos, uno de ellos, ?, formado por Gorka, Alberto, Pablo y Guiller Momonje.
Pero más allá de todas estas contribuciones a recopilatorios varios, la gran novedad para La Secta en 1993 llega con la incorporación de ese segundo guitarra que tanto habían buscado y que, de hecho, había llevado al primer gran cambio en la formación de la banda. Entra para el puesto Juan José Pérez – Roper –, antiguo bajista en La Casa del Amor y Cancer Moon, que enseguida empieza a contribuir componiendo temas.
En formato de quinteto y desde el caserío de Sudupe trabajan sólidamente en nuevo material con el que afrontar la elaboración de un nuevo disco. Entre las diferentes posibilidades que barajan desde Munster como productor se quedan con Chips Kiesbye guitarrista sueco de la banda Sator que ya había trabajado como ingeniero de sonido en algún disco de The Nomads.
Aceptado el encargo de la producción, Chips llegó a Bilbao unos días antes de la fecha en la que empezaban en el estudio para trabajar encerrándose con el grupo en su local de ensayo situado en los locales Krik Krak en el barrio de Rekalde. La grabación del que sería el segundo Lp de la banda, “It’s Gonna Be a Wild Weekend” (Munster, 1993) se realiza en Burdeos durante una semana y pasó por la mejor producción con la que contó La Secta. La mezcla y masterización, también a cargo de Chip, se realizaron en Gotemburgo (Suecia). Diez temas entre los que se encontraba una versión de Zeros, «Wild weekend».
El disco contó, a modo de presentación, con el 7” de promo “LOS VALENDAS: Smalltown Flirting / LA SECTA: Want Sin” (Rockdelux, 1993), un flexi compartido con Los ValendasAñade este contenido que sacó la revista Rockdelux que celebraba un centenar de números. El LP saldría a la venta en noviembre de 1993, recibiendo reseñas satisfactorias en la mayoría de la prensa musical que por lo general daba cuenta del viraje a un sonido más punk, más duro con respecto a su estreno.
Tras la grabación del disco se produce la salida de Alberto de la banda. Aduce problemas de organización en la composición de los temas: si estos venían preparados por Roper no había hueco para la participación del resto del grupo. De igual manera parece que sus compañeros no ven que su estilo anárquico a las baquetas sea el ideal para acometer las nuevas canciones. Sea como fuera, el caso es que La Secta empieza a funcionar sin ninguno de los dos miembros fundadores. Tal y como manifestase Gorka, les toca ser “cinco personas que estamos tocando juntas por primera vez”.
El reemplazo a la batería llega de la mano de Manu Palacio, antiguo componente de Los CrónicosAñade este contenido.
El posicionamiento de La Secta en el panorama internacional gracias a las operaciones de Munster para relacionarlos con lo más granado de la escena punk no hace sino mejorar con el compartido con la banda de Los Angeles, White Flag para finalizar 1993. En “WHITE FLAG: I Hate that Trip / LA SECTA: Suicide King” (Munster, 1993), toman parte en el juego de las versiones, intercambiándose entre sí un tema los dos grupos.
Igualmente participan en el CD recopilatorio “Just Because We Love You…” (Munster, 1993) que saca Munster para conmemorar el X Aniversario del fanzine La Herencia de los Munsters con el tema «Back to the jungle» extraído de su recién estrenado trabajo. En el disco en el que colaboran un buen puñado de bandas internacionales destaca igualmente la participación de lo más granado del denominado noise pop: Patrullero Mancuso, Parkinson D.C. o Penélope Trip. El CD se rentabilizaría por partida doble porque también aparece como obsequio en la edición del fanzine francés Abus Dangereux que dedicaba el especial a la escena española, con foto de portada en la que aparecía todo el personal de Munster y la distribuidora Comforte.
El rodaje del nuevo batería se produciría en los conciertos que dan en la gira de presentación de It’s Gonna Be a Wild Weekend que se inicia oficialmente los días 14 y 15 de enero de 1994 en Villareal (Atraction Vil Blues) y Castellón (sala Cox). En una apretada agenda, la banda estaría ocupada la mayor parte del año. Participan junto a Cerebros Exprimidos, Penélope Trip y Cancer Moon en un mini festival en la sala Revolver de Madrid; telonean a The Nomads en la Sala Imagen de Pradejón (La Rioja); hacen dos fechas en Francia, primero en París, en el Rock à la billete, y luego en Burdeos, en Le Jimmy.
Protagonizaron un pequeño capítulo de actuaciones frustradas como teloneros de diferentes grupos foráneos: Por un lado, tuvieron oportunidad de tocar con los escoceses Gun en su visita a España, pero la propia banda desestimó la oferta alegando la poca sintonía sonora con los mismos. Distinto fue el caso, sin embargo, del concierto con Nirvana y Buzzcocks cuando tocaron en Madrid. La razón por la que finalmente no actuaron con ellos se debió a que, a pesar de que, en un principio, se les ofreció la posibilidad, el mánager americano de los de Seattle desestimó un evento con tres grupos. Pudieron resarcirse, de todas maneras, acompañando a Redd Kross en los conciertos que dieron los estadounidenses en el mes de octubre en Barcelona, Valencia y Madrid. Se cayeron en cambio del que se celebró en Pradejón ante el delicado estado de salud del padre de Roper.
A toda esta actividad se une el reconocimiento que empiezan a recibir desde fuera. Muestra del mismo es la edición por el sello inglés Yep! Records con dos temas de su álbum recién editado: «Kill-a-Cop / (We get what) We deserve» (Yep!, 1994).
Antes de que acabara el año entran en los estudios Rock&Soul de Madrid de los hermanos Carlos y Ricardo Torero, donde graban los temas «Mad mind» y «Strange notes». Este último, una versión de Germs, estaba destinado a un recopilatorio que se había proyectado desde Los Ángeles, pero finalmente se quedaría fuera. Eso sí, dos años después, la aprovecharían para un recopilatorio japonés: Hodge Podge & Barrage (1+2 Records, 1996). Las dos canciones, de todas maneras, encontrarían acomodo en un sencillo editado por el sello francés Vicious Circle: “Mad Mind / Strange Notes” (Vicious Circle, 1994).
El sello nipón del recopilatorio mencionado arriba puso igualmente antes, en enero de 1995, en circulación el sencillo “Black Hair” (1+2 Records, 1995) con tres temas del It’s Gonna Be a Wild Weekend. La impronta que deja la música de los vascos en el País del Sol Naciente se pone de manifiesto con su inclusión en el recopilatorio “Thrill Freaks Vol. 1” (Paranoiz, 1995), donde participaban con los dos temas de su primer sencillo: «Don’t follow that way» y «Somebody gonna feel my anger».
Abrirían concierto para The Zeros en la sala Xurrut de Gorliz (Vizcaya) el día 17 de marzo de 1995. La velada hubiera terminado como una de las jornadas grandes en el historial del grupo, ya que tocaron ante medio millar de personas que abarrotaban el local y Gorka terminó cantando con los americanos en el escenario un tema de La Secta, y sin embargo, la fecha se recordaría por el momento en el que el grupo decide la expulsión de Pablo. La incompatibilidad del carácter, especialmente acelerado, del guitarrista con el resto era manifiesta desde hacía tiempo, pero fue tras el mencionado concierto con The Zeros, que la situación se hizo insostenible.
El reemplazo que se busca en el puesto de segundo guitarrista, Aitor Hidalgo, fue realmente breve. La idea era la de al menos cubrir lo que restaba de la gira del disco que andaban presentando. En total, antes de dejar la banda, tuvo tiempo de hacer unos seis conciertos y participar en la sesión de grabación en Le Chalet en la que dejaron listo el material para dos nuevos sencillos.
Por un lado, su antiguo productor Chips K edita con su sello “Still Don’t Feel / Get Out!” (Planet of Noise, 1995), logrando además una radiodifusión potente en Suecia del mismo que se traduce en que la edición de un millar de discos se agotara en la primera semana en la que salió a la venta. Las otras dos canciones registradas en Le Chalet también se fueron lejos de nuestras fronteras: “Kill City / Hard On” (Get Hip Recording, 1996) vio la luz en el mercado estadounidense, donde, además, en un intento de recalcar la autoría del primero de los dos cortes, se presentaba como Gorka Pop y La Secta. De hecho, la portada reproducía con cierta fidelidad el diseño del disco original de Iggy Pop. Únicamente «Still don’t feel» se recuperaría de algún modo para el mercado nacional por su inclusión en el recopilatorio “Radio Sampler #1” (Munster, 1996), donde se presentaba una buena mezcla de bandas diferentes.
Finalizados los conciertos acordados de la gira, Aitor sale del grupo a finales de 1995. La Secta entra en un período de parón en el que se contempla incluso sea de carácter definitivo. Pasados unos meses, sin embargo, en modo de gabinete de crisis, Josetxo, Gorka y Roper se juntan para, tras reformar la banda, ponerse a punto incluso para grabar un nuevo disco. La reestructuración afecta a la batería, que se ofrece a Jorge G. Abrisketa (Los ChinaskisAñade este contenido) y la segunda guitarra que queda a cargo de Félix Landa.
Rehecho pues el grupo falta elegir quién se va a encargar de la producción del nuevo disco en ciernes. El candidato por el que se decantan es Kent Steedman de la banda australiana The Celibate Rifles, al que Gorka conoce por haber coincidido en un viaje a Los Ángeles. Apenas mes y medio después de que La Secta volviera a la actividad, en el verano de 1996, Kent se desplazó hasta Bilbao para estar con la banda. Convivió con ellos un par de semanas antes de entrar en el estudio de grabación, conociéndoles y pensando en los posibles arreglos para las canciones que tenían preparadas los vascos. Vivió esos días en la misma casa de Gorka, con el que aprovechó para escribir entre los dos las letras de algunas de las canciones que luego entraron a formar parte del disco que grabasen: «Is when I fly», «Can’t be ye-ye» y «Cracked». Participó activamente en el proceso de revisión de los temas e incluso aportó algún que otro riff que luego se utilizaría para gestar canciones como «Dingo».
Preparados de esta guisa se meten en los estudios Revolution Rock de Larrabetzu donde trabajaron asistidos a las cuestiones técnicas por Xabi Kareaga con la intención de dejar preparada una cinta sobre la que mejorar antes de afrontar la que fuera la grabación definitiva. El productor australiano se centraría en las secciones rítmicas y melodías, mientras que la guitarra solista y voz principal se registraron con la inmediatez equivalente a la de un directo.
Con el material grabado en aquella sesión se prepararía el sencillo “Cracked” (Max Picou, 1997) para un sello suizo. En la cara B incluían «Can’t be ye-ye» y «Murder city nights», una versión de los también australianos Radio Birdman.
Antes de acudir a Le Chalet en Burdeos para grabar el nuevo LP, a La Secta se le podría ver el 4 de octubre de 1996 en el festival Serie B de Pradejón (La Rioja), donde tuvieron oportunidad de compartir cartel con DM3, Luna, Héctor Peñalosa (Los Zeros), Nuevo Catecismo Católico, Corn FlakesAñade este contenido…
“Fuzz Godz” (Munster, 1996) fue grabado en la semana del 7 de octubre 1996, en una sesión en la que Kent se ocupó minuciosamente de detalles como la colocación de los instrumentos y micros o de los amplificadores a utilizar. De las mezclas, realizadas allí mismo, se encargaron el Roper y el australiano que se llevó al estudio Turtle Rock Production de Sidney todo para la ecualización y masterización. Mitch O’Connell firmaría las ilustraciones que se utilizaron para las portadas (diferentes) del vinilo y el CD.
A modo de EP de adelanto salió el compartido “JACK MEATBEAT AND THE UNDERGROUND SOCIETY / LA SECTA” (Munster, 1996), con los finlandenses Jack Meatbeat and The Underground Society. La Secta aportaba para la cara B uno de los temas de la maqueta previa a la grabación de Burdeos, «I try», y un inédito, «Absenta», que recordaba los chupitos con los que se relajaban entre tema y tema cuando grabaron con Kent el LP.
La salida al mercado del LP Fuzz Godz viene precedida por el abandono de Josetxo, que declara no sentirse a gusto con el rumbo musical del grupo. Se dedicaría desde entonces a los grupos Fantabulous & Furry Rock & Roll Revival y Lovecraft. Igualmente coincidiría con la separación de Munster y Comforte, lo que, en un primer momento, afectó a la distribución del nuevo disco de La Secta. Aun así, hubo ocasión de encontrar muchos de sus temas repartidos por diferentes sencillos y recopilatorios: «Sin aceptar» se incluyó en un EP con otras bandas (Los PerrosAñade este contenido, Ass-DraggersAñade este contenido y The OnyasAñade este contenido) titulado “Punk Junk from the Garbage Can” (Munster, 1997); el recopilatorio “Munster Jukebox Hits” (Munster, 1997) que acompañaba a modo de obsequio al número 14 de la revista Factory, traía el tema «In your style», que también se incluía junto a «I try» en “Punkin!” (Munster, 1997), un recopilatorio que reeditaría posteriormente el sello norteamericano Mordam Records en el 1999. Por su parte, «Cracked» encontró acomodo, junto al tema «Revolution» de una época anterior, en “Munsterama” (Munster, 1997), recopilatorio promocional del sello. «What isn’t right!» se recogería en el recopilatorio “Vicious Circle Party, Vos Soirées Réussies!!!” (Vicious Circle, 1997) del sello de Burdeos Vicious Circle.
Todo ello se vio acompañado de la edición de dos trabajos que rastreaban la ya por entonces extensa trayectoria de La Secta. Por un lado, “Blue Tales of a Wild Weekend by the Fuzz Godz” (Munster / No Action!, 1997) aportaba ocho temas de varios de sus discos previos junto a las versiones en directo «Life of crime» y «Kill a cop». El CD presentado en funda de cartón y que se completaba con una breve biografía del grupo en su interior, se podía adquirir junto al número 2 de la revista No Action! Y por otro, respondiendo a las peticiones que llegaban para recuperar de algún modo el material de la primera etapa del grupo, se prepara para el mercado estadounidense el recopilatorio “Memories Pt. 1” (Hell Yeah, 1997) con 18 temas correspondientes a la época en la que Patxi era el único guitarrista del grupo.
La vacante al bajo generada con la salida de Josetxo se cubre con la vuelta de Roper al que era su instrumento original, con lo que queda Félix como único guitarrista. Esta reestructuración trae consigo la necesidad de preparar los conciertos de presentación en directo de Fuzz Godz de manera concienzuda. La labor principal cae en hombros de los en la parte instrumental, desentendiéndose Gorka de todo el proceso que no tiene problema en ausentarse de los ensayos. El grupo se resintió algo, generándose cierta separación entre vocalista e instrumentistas.
A modo casi de calentamiento para la serie de directos programados alrededor del nuevo disco, el grupo participa en el evento para inaugurar la sala Bilborock. Varias bandas de la capital vizcaína se reunieron el 10 de marzo de 1997 en un juego de versiones que quedaría registrado para la posteridad en el disco “Bilbo Rock Badago” (Hilargi, 1997). La Secta, tras desechar su primera elección (un tema de La Orquesta MondragónAñade este contenido) aportaron su personal lectura del «Ahógate» de RIP.
La gira propiamente dicha ya en formato de estricto cuarteto se inicia con una serie de conciertos con Yage, la banda italiana con la que se ha arropado su amigo Kent Steedman, con lo que el australiano tuvo ocasión de comprobar en persona cómo interpretaban los temas de Fuzz Godz, el disco que él les había producido. La primera de aquellas actuaciones fue en el Kafe Antzokia de San Sebastián el 4 de junio de 1997, seguida del concierto en la Trilobyte de Madri la sala Jam de Bergara. El viernes 13 de ese mes participan en Madrid en una fiesta del sello Munster acompañados por Piolines y Ross; al día siguiente comparten cartel con Doctor Explosion y Dover en Alcobendas. La semana siguiente, el sábado 21 de junio, participan en la primera Muestra Estatal de Discográficas Independiente celebrada en Balaguer (Lérida). Siguen conciertos en León, Santander, Bilbao hasta llegar al día 26 de diciembre en la Sala Purgatorio de Berango (Vizcaya) teloneando a los suecos The Hellacopters, en la que era su primera gira por estos lares.
El inicio del año 1998 lo afrontan trabajando en una serie de versiones con las que quieren preparar un maxi. Barajan varias posibilidades, desde Dead Kennedys, Damned, MC5, Celibate Rifles, o Desechables, La UVI y OX Pow en el apartado nacional, pero el caso es que, finalmente, nada de aquello terminaría fructificaría en algún disco en concreto. Lo que en cambio sí que germinó con cierta fuerza fue la distancia que se estaba creando entre Gorka por un lado, y el resto de la banda (Félix, Jorge y Roper) por otro. Crecen las diferencias con respecto a la música: el trío sostiene que la ausencia de Gorka de ensayos hace que ellos estén evolucionando hacia posiciones que no necesariamente coinciden con la del cantante, algo que se nota en los problemas que encuentran cuando tratan de terminar una canción que éste trae trabajada, prácticamente por rematar desde casa. Pero además surge la cuestión económica. Los músicos sienten que si bien el sello, Munster, puede estar llegando a rentabilizar algo el grupo con la venta de discos y cesión de los derechos de los mismos a otros sellos, a los propios músicos La Secta podía llegar a salir deficitario: Felix contaba a Pablo Salgado Méndez en el libro que éste escribió sobre el grupo: “Yo decido dejarlo el día que llegamos de un bolo y tuvimos que poner mil pelas por cabeza; para mí aquello fue un punto de reflexión claro”. El hecho de que no fuera posible ir de gira ni por Italia junto a Yage ni de promoción por Suiza por las incompatibilidades laborales del trabajo de Gorka en Munsterama no ayudó en absoluto a limar las asperezas entre los componentes de la banda.
Y así fue que tras un concierto en la sala KGB de Barcelona, Félix y Jorge abandonan el grupo. Gorka y Roper hacen un último intento de mantener el proyecto a flote, preparando incluso temas con una caja de ritmos en el local de ensayo y contactando con Kent, que estaba dispuesto a grabar algo juntos. Pero finalmente la idea no llegó a fructificar en nada concreto.
Con La Secta inactiva, Gorka se dedica al sello discográfico que había puesto en marcha en 1996, Buum! Records al que cambiaría el nombre por Bang! Records.
Cuando en 1999 se le invita al cantante a participar en un disco tributo a Radio Birdman, Gorka encuentra inviable el poder reunir a la banda, así que se apoya en Safety Pins para grabar «Snake», firmando como Gorka Secta & Safety Pins.
Sólo un año después, en abril de 2000, Gorka y Roper reflotan La Secta. Fichan a José Berrot (Buffalo) para la guitarra y Ricky Ibáñez (Safety Pins) la batería. La primera grabación que acometió la nueva formación fue la versión de «I wanna be loved», el tema de Johnny Thunders para el disco “Again… This One’s for J.O.H.N.N.Y” (Munsters, 2001), un tributo al guitarrista estadounidense en el que participarían bandas internacionales como Ramones, Ronnie Spector o Nikki Sudden y nacionales como Atom Rhumba o el combo mixto entre Safety Pins y Sonny Vicent. No fue ésta la única versión de Thunders que hicieron, ya que en la misma sesión en los estudios Chockablock de Bilbao dejaron lista «Let go», con la que participarían en el recopilatorio “Drunk on Top” (Swindle, 2001).
Advierten entonces la conveniencia de volver al formato de dos guitarristas. Prueban para ello a varios candidatos posibles (Álvaro Segovia, Igor M. Cheza o Javier Jiménez), pero no es hasta dar con Ignacio Garbayo (Lord Sickness, Zodiacs) que comprenden haber encontrado lo que necesitaban. El refuerzo supone además un verdadero chute de energía sobre el escenario, donde por lo general siempre se han mostrado bastante estáticos. Contribuiría además a los coros.
La nueva formación se estrena a finales de junio de 2001 en la sala Azkena de Bilbao tocando junto a Holy Sheep, no siendo hasta febrero del año siguiente, que entrasen de nuevo a grabar. Lo hacen en los estudios de Mikel Biffs, donde dejan preparado material para el recopilatorio “Riot on the Rocks 5 – A Spanish Tribute to I Wanna Magazine” (Safety Pins, 2002) (incluyendo el tema «My secret machine») y para el EP “The Killer Who Wants Some Fun” (Munster, 2002) donde aparecen los temas: «I’m real bad», «I’ve got a fuckin’ gun» y «Dangerous» (una versión de los australianos Scott Morgan’s Powertrane).
La Secta se mantiene activa con desplazamientos frecuentes a distintos puntos de la geografía nacional: Galicia, Asturias, León, Levante…, además de compartir escenarios vascos con CoronasAñade este contenido (tanto en El Zulo de Lasarte como en la Azkena de Bilbao).
Con idea de participar en el disco tributo a Ramones que prepara Munster en homenaje a los entonces recientemente fallecidos Joey y Dee Dee, graban en noviembre de 2002, de nuevo en los estudios Chockablock de Mike Biffs en Bilbao la versión del «I believe in miracles».
Pero la realidad es que La Secta tiene verdaderos problemas para seguir funcionando. Aunque se les pudo ver en el Azkena Rock Festival en septiembre de 2003 y en el Kafe Antzokia de Bilbao el 2 de octubre (con Asier Gurrutxaga sustituyendo a Ricky a las baquetas ausente por el fallecimiento de su padre) la banda no tiene en realidad material nuevo que presentar. Además, las restricciones laborales de José que le impiden ensayar durante la semana y la dedicación de Ignacio a su otro grupo ZodiacsAñade este contenido, generan el desánimo suficiente para que, tras un concierto en la plaza Unamuno de Bilbao el 19 de agosto de 2006 especialmente malo, deciden parar de forma indefinida.
Este letargo duraría más de una década. No fue hasta las Navidades de 2016, en el transcurso de una cena entre amigos, 28 años después de la formación de La Secta, en la que se habla de retomar los ensayos. Los inician, de hecho, en mayo de 2017, con el incentivo, además, de ponerse a punto para poder participar en la XI Edición del Festival Valle de Tobalina, celebrado en el pueblo de Burgos, Quintana Martín Galíndez los días 1 y 2 de septiembre. Es así como Patxi a la guitarra, Gorka a la voz, Josetxo al bajo y Alberto a la batería, resucitan el grupo. Lo que se planeó como un reencuentro entre amigos en busca de disfrutar de las sensaciones que vivieron sobre el escenario muchos años antes se convierte, sin embargo, en una pequeña gira de retorno, que se inicia con el concierto que dan en el Kafe Antzokia en el transcurso de la Kutxa Beltza el 1 de diciembre acompañando a Salamanders. Al día siguiente sería Pamplona, en la sala Cavas. Tocan el 2 de enero de 2018 en la Fun House de Madrid y al día siguiente en el Action Weekend Festival de Santander. El año 2019 es un auténtico no parar, actuando el 14 de abril en la sala Dardara (Vitoria), el 13 de mayo en la Nave 9 del Itsasmuseum de Bilbao, el 9 de junio en la sala Psilocybenea de Hondarribia teloneando a Scientists, y el día 16 participando en el XX aniversario del Puticlub Valentino’s de León.
El trajín terminaría con el concierto que dan el 17 de noviembre en Pamplona en la sala Nébula porque, tras todo este rodaje, ven que ha llegado el momento de volver a encerrarse en el estudio. Escogen volver a trabajar con Mikel Biffs, en este caso en los estudios Pookah Sound. Lo hacen en dos tandas: primero en diciembre de 2018 para grabar una versión de «Ricochet» que formaría parte de “Tribute to Dead Moon” (Ghost Highway / Chaputa, 2019), y luego el 4 de mayo de 2019, donde preparan «I’m coming home» para un recopilatorio del sello portugués Chaputa que vería la luz en 2020.
Entre una y otra sesión actuarían de nuevo en el Kafe Antzokia, en Logroño, en las localidades guipuzcoanas de Lezo y Bonberenea, en el Fuzzville Festival de Benidorm, en la tienda de discos bilbaína Power Records.
En mayo y junio de 2019 tocarían dos veces en la sala Fever de Bilbao. La primera vez para telonear a King Khan’s Louder Than Death, mientras que su segunda actuación fue para participar en el homenaje que se le rendía a Jon Zamarripa (Cancer Moon, Los Raros, Los Extraños, Gazte HilakAñade este contenido, Primitivos) interpretando el tema de Cancer Moon: «Run around, do my pillow». Precisamente ese mismo mes de junio, vería la luz una reedición de Blue Tales, con un pequeño guiño a coleccionistas en su portada, en la que se incluía una fotografía que era casi idéntica a la original pero con un pequeño movimiento en la manera de posar ante la cámara de los componentes de la banda allá por el 1991.
A las actuaciones en septiembre de 2019 homenajeando a 13th Floor Elevators el día 14 en Antzokia junto a Silver Surfer Machine y el 16 en el Festival Xiriapop en La Coruña junto a los japoneses Gutara Kio, se unirían las que dan ya en diciembre en la Hell Dorado de Vitoria el día 5 junto a los australianos Hoodoo Gurus y el día 14 en El Muelle de Bilbao junto a Basurita.
Sería en los estudios Silver Recording de Bilbao donde graban nuevo material. Con Martín Guevara (CápsulaAñade este contenido) al mando de las cuestiones técnicas donde dejan preparados los temas con los que editan “My Sonic Brother / Save my soul” (Banizu Nizuke, 2020), el sencillo que acompaña a La Secta (Banizu Nizuke, 2021) el libro de Pablo Salgado Méndez, guía fundamental para saber sobre el grupo y que ha sido clave para la elaboración de esta biografía.
Tras el confinamiento que trajo la pandemia del Covid, La Secta actuó el 19 de septiembre de 2020 en el Beleza Malandra Ateneo Kulturala de Bermeo.
Con una formación renovada que tiene a Ricky de nuevo a la batería, Gorka a la voz, Pat Harrizelay a las guitarras y Tetxu al bajo, programan la grabación de un nuevo disco. Piensan inicialmente en Jack Endino para la producción del mismo, pero problemas de salud impiden al afamado músico y productor el que pueda desplazarse a España. Acuerdan con él, sin embargo, que se encargue de mezclas y masterización tras aconsejar a la banda sobre la mejor manera de encarar la grabación aportando consejos sobre el procedimiento y el equipo para el proyecto. En noviembre de 2023 entran el estudio PopSonic situado en Daimiel (Ciudad Real) trabajando con Miguel Ángel Ruiz y dejando a modo de pre-grabación una decena de canciones (9 inéditas y «Perfect time», recuperada de maquetas antiguas). El proceso se termina con una nueva visita un par de días de febrero de 2024 al estudio en el que se finalizan las tomas en directo y la masterización.
Como resultado de todo ello, el 6 de septiembre de 2024 sale a la venta “Buscando la Luz” (Folc, 2024), el esperadísimo retorno de la mítica banda.
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