En Bilbao, allá por 1960, un muchacho de dieciocho años llamado José Luis Muñaur –Koldo– ingresa en el Cuarteto Soroak, un grupo formado dos años antes. Sus funciones dentro de esta formación eminentemente vocal eran la de encargarse de la voz más grave y tocar la batería. Por entonces, estudiaba Ingeniería, una carrera que nunca llegaría a terminar. Koldo destacaba por su tesitura, una voz de bajo puro, bastante rara dentro de la canción popular.
Con el Cuarteto Soroak grabará varios EPs en los años 1960 y 1961 y actuará asiduamente en la zona vasca, tanto en España como en Francia. El grupo cambiará su nombre por el de The Crazies, denominación con la que no realizará nuevas grabaciones. En 1964 el grupo se disgrega y Koldo marcha a Madrid, donde se enrola como cantante en un conjunto que actuaba como fijo en el club Dalton´s de la capital. Cada fin de semana interpretaba las canciones de moda en ese momento.
Pronto es reclamado para hacer el servicio militar en el lejano destino de las entonces llamadas provincias africanas, lo cual retrasó no poco sus planes de convertirse en cantante solista.
A su regreso busca con ahínco la posibilidad de grabar un disco que le abriera las puertas del profesionalismo, mientras sigue malviviendo como cantante de orquestas de baile. Por fin, en 1967 consigue ser seleccionado para participar en el Festival de Mallorca, donde su voz profunda y cálida no pasa desapercibida. Firma su primer contrato discográfico y aparece el sencillo “Al Son de mi Guitarra / 5.000 Millas” (CEM, 1967), dos versiones de canciones inglesas. El disco vende muy poco, pero la carrera de Koldo ya está en marcha.
Aparte sus actuaciones, él se mueve mucho por los pocos locales de jazz que había en Madrid y conoce allí a un joven pianista santanderino llamado Juan Carlos Calderón, que le propone grabar sus composiciones. De aquella colaboración aparecen “Se Fue mi Niña / Disc Man” (CEM, 1968) y “Lucy Ojos Azules” (CEM, 1968). Estos discos ya alcanzan una notoriedad mayor que su sencillo de debut y se escuchan bastante en las emisoras de radio.
Aparecen los primeros reportajes sobre él en revistas especializadas. En todas estas entrevistas se resaltan dos cosas: una voz prodigiosa y también una personalidad fría e introvertida, que poco va a ayudarle en su carrera.
En 1969 le proponen acudir a Benidorm para defender una canción compuesta por el famoso Manuel Alejandro, el compositor de casi todos los éxitos de Raphael. Ya es sabido, que por entonces cada canción era interpretada por dos artistas diferentes. Su partenaire es la cantante venezolana Mirla Castellanos, a la que intenta lanzarse en España. Ambos presentan dos versiones muy distintas de “Ese día llegará”. Contra todo pronóstico, se alzan con el primer premio. Aparentemente, esto va a lanzar la carrera musical de Koldo, que ese verano hace bastantes actuaciones al reclamo de su victoria benidormí. No obstante, su discográfica se niega a que grabe esta canción para no oscurecer el lanzamiento de la estrella venezolana. Absolutamente decepcionado, rompe toda relación con su sello, a pesar de tener firmado un año más de contrato. Vuelve a actuar al frente de un conjunto llamado Los Impacto para ganarse la vida. Así aguanta hasta 1972.
Es el final de la carrera musical de Koldo, pero no de la de José Luis Muñaur, que bien entrada la década de los 70 con otra discográfica y otro nombre, el de Miguel Ángel, volverá a grabar y retomará su carrera discográfica. De esta segunda parte, nos ocupamos en la referencia dedicada a Miguel Ángel.
José Luis -Koldo- falleció en enero de 2022.
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