El monumental éxito comercial de Nuestro Pequeño Mundo haciendo temas folk tuvo dos consecuencias inmediatas: el nacimiento de numerosos grupos a imagen y semejanza suya, y que todos los sellos importantes se lanzasen a la caza y captura de grupos de características similares. Eso abrió una actividad musical en un estilo hasta entonces prácticamente inédita en España.
Los orígenes de Jubal hay que buscarlos hacia 1970 en un trío formado por dos estudiantes del conservatorio de Madrid: Pedro Tomás, que era un multinstrumentista que estudiaba contrabajo, y su amigo Julio Antonio «Tochi«, que estudiaba guitarra, y una cantante aficionada en la figura de Angélica. Con esta formación dieron sus primeros pasos y eligieron el nombre de Jubal, que según la Biblia era un descendiente de Caín, que se encargaba del negociado de cítaras y otros instrumentos de cuerda. Y es que desde los principios más remotos de la humanidad, la música siempre fue cosa de chicos “malotes”.
A ese trío inicial se fueron poco a poco uniendo otros aficionados al folk, todos ellos estudiantes universitarios. La primeros en llegar fueron María (cantante y percusión) y Nacho (bandurria, laúd). Ya en 1972 llegan los hermanos Andy (guitarra y flauta) y Tom (guitarra). Completó el octeto Lourdes, la hermana de María, que en esos momentos acababa de cumplir los dieciséis años.
Como muchos grupos similares, los fines de semana actuaban en colegios mayores, festivales colegiales, parroquias e instituciones culturales. A diferencia del folk internacionalista de Nuestro Pequeño Mundo y de la poesía musicada de Aguaviva, Jubal defiende a ultranza un repertorio basado casi en su totalidad en el folclore español, adoptando una actitud relativamente purista en su tratamiento.
Por intersección del gran folclorista Joaquín Díaz, la CBS se fija en ellos y, a modo de prueba, les hace grabar a finales de 1972 un single con dos temas navideños. “El Tamborito” (CBS, 1972) se vende bastante bien y se escucha mucho por radio, a pesar de no contar con una campaña publicitaria importante. Jubal aparece esas navidades por primera vez en televisión y su sello discográfico se frota las manos.
Con producción de José Luis de Carlos, van a grabar el LP “Raíces” (CBS, 1973). Bajo este tópico título se esconde una colección de temas folclóricos españoles interpretadas con riqueza coral y limpieza instrumental. Destacará enseguida “Era de Latón” (CBS, 1973) que va a convertirse en uno de los grandes éxitos musicales del año. Este viejo tema castellano se escucha hasta en las discotecas y se convierte en pieza obligada de muchos grupos similares. Es uno de los sencillos más vendidos del año y se pasa más de cuatro meses en lugares del Top 10. La CBS había logrado algo impensable en el mercado español: dos números uno con dos grupos de corte folclórico: Los Lobos y Jubal.
Aparece “Dominio Público” (CBS; 1974), un segundo long play en el que se pone de evidencia que Jubal no ha evolucionado y repite al milímetro las mismas formas que le habían hecho destacar el anterior. El disco en su conjunto es incluso mejor que su predecesor, pero carece de un hit claro. El sencillo “El Trébole” (CBS, 1974) es inequívocamente comercial; sin embargo, sus ventas, sin ser escasas, quedan lejos de lo esperado. En este disco ya no canta Angélica, que ha abandonado el grupo poco antes.
La vida de Jubal se extiende poco más allá. Los estudios van acabando, los servicios militares reclaman a los muchachos y la fiebre folk va aminorando su temperatura. Siguen actuando en el circuito habitual y acaban por desaparecer en 1976.
Hoy, Jubal es una referencia imprescindible para los estudiosos del folk español. No solo por su calidad interpretativa, sino porque demostraron que las viejas canciones de la tierra servían para encabezar las listas de ventas.
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