Jay forman parte de la nueva hornada de grupos gallegos con una clara pasión por el ruido. Se forman en 2012 en Vigo, Benjamin Louis (guitarra, dizzy lizzy), Julián Goicoa (guitarra) Manu Álvarez (batería) y Brais Otero (bajo) comienzan a tocar en A Seara. Ensayan duro y a los pocos meses entregan su primera demo, grabada por ellos mismos con un cuatro pistas analógico Yamaha MT400, seis trallazos de rock psicodélico y cadencia punk que conoce el formato físico en forma de casete gracias al respaldo del colectivo artístico A Seara. Se estrenan en directo en la misma presentación del cassette y esa noche comparten cartel con Los Locos Hongos y Vietnam.
Continúan tocando por toda Galicia, mostrando un directo crudo y visceral en el que llama la atención la utilización de instrumentos creados por ellos mismos con la ayuda de Yuri Landman -lutier neerlandés especialista en la creación de instrumentos experimentales de cuerda electrica-. Entre ellos un laúd utilizado a modo de slide, modificado con pastillas y un fuzz casero integrado y el dizzy lizzy, instrumento con diez cuerdas y ocho púas giratorias utilizado también como un slide y con el que crean sensación de percusión al golpearlo con baquetas.
La expectación que levantan va creciendo y gracias a su amigo de Fantasmage, Andrés Magán, entran en contacto con Discos Humeantes, sello que les edita su primer LP: “Vacaciones En Vietnam” (Discos Humeantes, 2013). Un trabajo producido por Manu G. Sanz (Indómitos, Orphan Tracks) en el que muestran una gran crudeza y conjugan punk, noise y psicodelia. Carlos Martinez-Peñalver y Pablo Carballo se encargan de realizar un brillante videoclip del tema adelanto: “Heavy metal 1”. La portada del disco es obra de Andrés Magán y el titulo es un homenaje a Vietnam, también pertenecientes al colectivo A Seara.
En 2014 lanzan el vinilo 7″ «Carlos Oroza» (Seara / Editorial Elvira, 2014). Un homenaje muy vivo al poeta de Vivero Carlos Oroza. Un artista que siempre defendió su obra mediante la interpretación y performance. Mediante la oralidad. Una obra escasa, Dicha obra es escasa, basada en poemas de versos libres con un gran predominio del ritmo. Es considerado el Allen Ginsberg español, de hecho, Francisco Umbral lo definió como «el poeta maldito del Café Gijón». Su obra recibió el premio internacional Poesía Underground, en Nueva York. En la cara A nos encontramos con «Malu«, tema grabado en 1975 (Madrid) entre el grupo Eclipse y Carlos Oroza (tema editado entonces en una edición limitada y de muy difícil adquisición). En la cara B una reinterpretación del poema «Évame» por parte de Jay y Carlos Oroza. El tema fue grabado en Nov. de 2013 en Estudios Pastora por Jose Vázquez y Álvaro Gallego, con la colaboración de Guillermo Portas (bajo) e Isabel Fernández Reviriego (Aries) prestando su voz. Una exquisita combinación entre la intensidad vocal de Oroza y las perturbaciones sonoras de Jay. A la venta se ponen dos cuidadas ediciones con diseño de Andrés Magán. Una edición simple y otra limitada a 100 copias firmada por Oroza, que incluye un interesante librete con los poemas de Oroza.
Tras el impacto que trajo consigo su primer LP, Jay vuelven a la carga con un nuevo larga duración: «Los Colegas No Te Olvidan» (Discos Humeantes, 2015). Un trabajo en el que afirman dejar a un lado el sonido lo-fi, consolidando una maduración que los sitúa en algún lugar entre Sonic Youth, Metz y la psicodelia más jodida.
La formación sufre cambios y queda establecida con Julián Goica, Brais Otero, Fiz García y Fernando Areal. Con su tercer larga duración, “Fuimos Nosotros” (Matapadre, 2017), la banda se muestra más madura, dejando a un lado el ruidismo de sus dos primeras entregas para desarrollar doce canciones que profundizan en las distintas vertientes de la psicodelia. Todo ello aderezado con desarrollos noise, pop, electrónica, rock sinfónico, cumbia y ecos flamencos. Un trabajo aperturista que nos muestra a una banda en continua exploración.
“Llegó un punto en el que las referencias que se percibían en lo que hacíamos ya no nos representaban demasiado. Llevábamos un tiempo muy metidos en otros sonidos: hip-hop, flamenco, cumbia… Simplemente intentamos componer sin prejuicios ni barreras de ningún tipo y todos estos estilos se fueron manifestando de manera natural, fue muy divertido todo este proceso” explican. Se muestran ilusionados con un futuro que todavía no está escrito, “es imposible saber qué camino seguiremos a partir de ahora. Siempre nos planteamos el grupo como una forma de hacer la música que nos dé la gana, sin esperar que a nadie le guste, y esta siempre fue nuestra seña de identidad. A nivel oyentes siempre fuimos muy inquietos, nunca exploramos demasiado estilos concretos, nos mola estar siempre conociendo formas nuevas de hacer música y sorprendernos constantemente, si no nos rayamos un poco la cabeza. Así que ni idea del camino, igual nos compramos guitarras acústicas y nos pasamos al folk, igual cambiamos nuestros instrumentos por samplers y sintes o igual volvemos al noise rock de la primera etapa, el tiempo lo dirá”.
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