Guillem Fullana i Hada d’Efak nace en el año 1929 en la ciudad de Assobla en la región ecuatoguineana de Río Muni de madre guineana y padre español. Su padre trabaja en el país africano, por entonces todavía colonia hispana, de guardia colonial que era un cuerpo creado a principios del siglo XX que asumiría las competencias aduaneras, militares y policiales hasta la independencia de Guinea Ecuatorial. Al poco de nacer Guillem su padre se jubila y deciden trasladarse a Manacor. Para ello su padre tiene que falsificar los papeles de Guillem ya que la legislación guineana no permitía sacar niños menores de tres años.
Cuando cursa el bachillerato se dedica a la educación de jóvenes sin estudios, les enseña a sumar y restar además de ayudarles a escribir cartas que tenían que salir fuera del archipiélago balear. Al anochecer, una vez terminadas las clases, siempre alguien lleva una guitarra y se dedican a bailar y glosar. Estos jóvenes aun siendo analfabetos tienen mucha cultura, y de ellos Guillem aprende lo que es el trabajo, al amor por los animales, la tierra y muchos temas tradicionales de las islas. Sobre todo le impactó un romance que narraba los hechos acaecidos en Manacor un 4 de mayo de 1851 en el que ajusticiaban a Jordi Roca mediante el garrote vil al ser acusado de robar en una posada. Más tarde se supo que no había sido él, sino un militar de permiso que sabiendo que Jordi era amante de la esposa del posadero aprovechó un encuentro de estos para robar en la posada. De este modo su único delito fue amar a quien no debía. De este romance Guillem escribe el tema «Balada d’en Jordi Roca» que verá la luz en su primera referencia discográfica. Otra cosa que aprende de estos chicos es a glosar, ya que a ojos de éstos si no eras glosador no valías nada. El glosador, en Baleares, es un poeta, sin instrucción literaria, que hace versos por instinto en lenguaje vulgar, y generalmente improvisándolos. Una vez que aprendió que el truco era pensar los dos últimos versos y no en los primeros se convirtió en glosador de primera.
Guillem termina el magisterio, aunque nunca más ejercerá de profesor, por insistencia de su padre, ya que le insistía en que se podía ir cuando quisiera pero que mejor con un oficio. Cuando acaba Guillem cuenta con diecinueve años. El mismo día que cumple veintiún años, la mayoría de edad en esos momentos, coge las maletas y se va de casa. Su padre le espeta «On vas? Encara et falten dues hores perquè te’n puguis anar«. Las espero y se independizó. Se embarcó en un bacaladero en Terranova, trabajo en el campo recogiendo lúpulo y uva al sur de Francia y finalmente fue minero en la Lorena. En una pelea con unos mineros argelinos que pertenecían al Frente de Liberación Nacional acaba en el hospital y decide regresar a España. Se traslada a vivir a la capital, Palma de Mallorca, y empieza a ganarse la vida haciendo de intérprete en un bar cuando iba la tropa estadounidense. De intérprete entre los clientes y las prostitutas, o de escribir cartas para estas últimas.
En 1954, con motivo de unos Juegos Florales en Manacor, consigue su primer galardón literario. Será el primero de muchos que Guillem conseguiría en su vida. Un par de años después ve editada su primera obra titulada «El Poeta i la Mar» (1956) dentro de la colección La Font de les Tortugues que estaba dirigida por el poeta y ensayista Josep Maria Llompart. Título que recuerda a Ernest Hemingway y cuyo tema principal es la muerte. Está enormemente influenciado por la Generación del 97 y el propio Guillem, años más tarde, lo catalogaría como su adiós a Mallorca. El mismo Llompart, a inicios de los 60, fue el que le anima a cantar en catalán además de acercarle a la música de Raimon y ponerle en contacto con Josep Maria Espinàs.
Su llegada a la música fue casualidad. Un día en un bar entran dos chicos negros y le preguntan si tiene unos pantalones negros y si sabe inglés. Al contestar afirmativamente le dicen que se pase por el bar La Cubana porque va a formar parte de la orquesta. Uno de sus componentes se había fugado con una sueca y estaban desesperados por encontrar a otro negro para sustituirle. Ante la reticencia de Guillem, estos le dijeron: «Tú tranquilo, todos los negros saben cantar o al menos eso piensan los blancos«. Como pagaban bien se apunta, y así con unas maracas y unas congas empieza Guillem su aventura musical. Con esta orquesta actúa por Catalunya y la curiosidad hizo que el encargado de buscarles las actuaciones no era otro que el hermano de Miquel Porter.
No menos rocambolesca es su llegada a Concèntric. Concèntric era una escisión del sello Edigsa ya que, parte del consejo de administración, consideraba que Edigsa se había desviado de los propósitos iniciales para lo que había sido fundada. Sobre todo en cuanto a la cantidad de ediciones, estilos y la poca calidad de algunos artistas a los que se les daba oportunidades. El nacimiento de Concèntric supuso un aumento significativo de los costos ya que ambas empresas entrarían en una guerra de fichajes comenzando precisamente por el balear. Guillem llega a Barcelona a finales de 1964 para fichar por Edigsa pero se equivoca de despacho y acaba firmando por Concèntric. Un trato provechoso ya que a pesar de los grandes nombres y de la numerosa cantidad de lanzamientos –sobre un centenar- que lanzó este sello los mayores éxitos de la compañía fueron algunos EP de Lluís Llach, Els Dracs, una serie dedicada a los niños llamada «Cançons Per a Encarrilar Criatures», «Les Cançons de les Joguines», «Cançons amb Endevinalla» y «Les Cançons de les Bèsties», y algunos del propio Guillem cuyas ventas finales serán alrededor de cinco mil copias cada disco.
En marzo de 1965 sale a la luz el debut de Guillem, «Veu de Mallorca» (Concèntric, 1965), con portada de Francesc Guitart que a su vez es la primera referencia que edita el sello Concèntric. Cuatro composiciones propias bastante heterogéneas en cuanto a sonido y temática. Guillem mezcla temas líricos y sobrios con influencias de la chanson francesa, con otros más alegres que tienen una base jazzística donde destaca sobre todo «La balada d’en Jordi Roca«.
No tarda mucho en salir su segunda referencia: «Blues» (Concèntric, 1965). En ella Guillem se decanta por este sonido dejando de lado la influencia francesa lo que es todo un acierto. Su gran interpretación, a veces demasiado afectada, y unos magníficos arreglos a cargo de Francesc Burrull hacen que el balear grabe el mejor EP de su carrera. A destacar el tema «Blues en sol» que conocerá múltiples versiones posteriores de la mano de Joan Manuel Serrat, Maria del Mar Bonet o Joan Bibiloni.
El 31 de mayo de ese mismo año tiene lugar en el teatro Romea su debut en directo en un homenale a Els Setze Jutges, un acto que tuvo hasta once jueces tocando en directo, todos los miembros del colectivo en esa época salvo Pi de la Serra y Joan Ramon Bonet ausentes al estar fuera de Barcelona. También actuaron Lita Torelló, Francisco Heredero, Jorge Teijón y Els Dracs. Una actuación que epató a la concurrencia como Alberto Mallofre dejó reflejado en la revista Destino con estas palabras: «De Guillem d’Efak como autor y cantante se tenían referencias a través de los dos discos editados recientemente (…). No se trataba, pues, de un desconocido integral, aunque ya se sabe que la presencia física en este género es el factor más importante para que estalle de verdad un éxito multitudinario Y eso fue lo que ocurrió. Guillem d’Efak creó, y mantuvo durante toda su actuación, un clima de cálida intercomunicación humana que se tradujo en su adopción definitiva por el público como un nuevo icono vulnerable. Guillem d’Efak tiene atractivo. Su puro lenguaje mallorquín suena de modo agradablemente chocante a los sofisticados oídos del público del Principado. Su exótico aspecto externo, en evidente contraste con su forma de hablar, es otro elemento positivo y contribuye además al éxito unas excelentes dotes histriónicas y dramáticas, que el hombre utiliza con gran eficacia. Guillem d’Efak es un poeta sensible y actual, un músico instruido y un cantante capacitado, con una bonita voz, variados recursos y técnica bien trabajada.» En julio participará en la conmemoración del centenario del nacimiento del maestro Morera junto a Nuria Feliú, Salvador Escamilla, Raimon y Maria Cinta.
Por presiones de su discográfica la tercera y cuarta referencia de Guillem serán dos EP con adaptaciones de temas foráneos. En «Vell Riu Nostre» (Concèntric, 1965) Guillem adapta «Ol’ man river«, tema perteneciente al primer gran drama de Broadway «Show Boat» (1927), y otros dos temas que había popularizado años atrás Nat King Cole como eran «Walkin’ my baby back home» y «These foolish things (remind me of you)«. Mientras que en su cuarto trabajo «Plorant / Setembre Temps Plujós / Febre / Com Ahir» (Concèntric, 1965) Guillem versionaba dos temas desconocidos para el gran público de la época como «Cry«, que había sido popularizado por Johnnie Ray & The Four Lads, y «September in the rain» de James Melton; y otros dos temas legendarios como «Fever» de Little Willie John aunque es más recordada por la adaptación que hizo al poco Peggy Lee y «As time goes by» inmortalizada para siempre en la película «Casablanca» (1942) de Michael Curtiz con la voz de Dooley Wilson.
En noviembre de ese mismo año se inaugura La Cova del Drac que estaba situado en el sótano de la cafetería Drug-Drac-Store en la calle Tuset cerca de donde salía la gauche divine barcelonesa. Este emblemático local era una réplica del Carnaby Street londinense y fue impulsado por el promotor cultural Ermengol Passola y el escritor y cofundador de Els Setze Jutges Josep Maria Espinàs. Servía, principalmente, para la presentación y apoyo de artistas del sello Concèntric, la primera actuación en La Cova correrá a cargo del propio Guillem; y además para realizar las últimas pruebas de selección para entrar en el colectivo de Els Setze Jutges en donde entrarían Maria del Mar Bonet, Rafael Subirachs y Lluís Llach. El propio Guillem fue el que aconsejó a Joan Molas sobre la elección de Lluís a pesar de su calamitosa prueba: «Guillem d’Efak, que era un lobo de mar que se había paseado por toda Europa tocando los bongos, nos dijo que de los tres el que más nos convenía era Lluís Llach, porque era el único que hacía canciones del momento«. Aparte de ser cantante habitual, también Guillem hizo muchas veces de maestro de ceremonias.
Para acabar este ajetreado año participa, junto a María Amelia Pedrerol, Guillermina Motta y Lleó Segarra, en el EP colectivo «Nadal» (Concèntric, 1965) en el que canta el tema «Santa nit«, que no es otra cosa que el famoso villancico «Noche de paz«.
En 1966 no para la producción discográfica de Guillem. Lanza dos EP, el primero con composiciones propias llamado «Les Cançons de Guillem d’Efak» (Concèntric, 1966). Temas tiernos, entrañables y emocionados en los que la orquestación gana enteros ante la interpretación vocal de Guillem. Con la canción «Plou i fa sol» Guillem gana el premio Sant Jordi d’Or en la fiesta de la cançó catalana en Radio Barcelona que presentaba Salvador Escamilla. El otro lanzamiento es «El Dimoni Cucarell» (Concèntric, 1966). En él el balear nos demuestra sus inmensas posibilidades como narrador. Este trabajo fue lanzado dentro de la colección Discoteca Cavall Fort del sello Concèntric. Cavall Fort era una revista en lengua catalana dirigida al público infantil y juvenil fundada en 1961 y dirigida por Josep Tremoleda. Dicha publicación y Concèntric llegaron a un acuerdo para lanzar una serie de microsurcos con temas enfocados a los más pequeños de la casa.
En febrero de 1967 el sello Concèntric manda al Marché International du Disque et de l’Edition Musicale (MIDEM) a Guillermina Motta, Guillem d’Efak y Tete Montoliú con Elia Fleta. Un ambicioso proyecto para lanzar las propuestas del sello al mercado internacional. Pero va a ser un costoso fracaso económico en el que la discográfica va a malgastar muchos recursos monetarios.
Guillem poco a poco se deja de interesar por la música para dedicarse a otras artes como el teatro, la pintura o la poesía. En 1967 sale a la luz su séptimo lanzamiento, el microsurco «Sa Cançó de Son Coletes / Inventari de Tardor / Mai de Mais» (Concèntric, 1967) en el que Guillem se abre a nuevas músicas sonando más beat. Entre sus temas nos podemos encontrar con la tonada popular «Mai de mais» que solían cantar las mujeres en sus faenas diarias, o la titular «Sa cançó de Son Coletes» en el que narra la revuelta social mallorquina ocurrida en el siglo XV.
Al año siguiente lanza «Cançó per les Dones / El Pelegrí / Cavallet de Serp / Nit d’Insomni» (Concèntric, 1968), su última referencia discográfica. En él presenta dos retratos sociales de la época que son muy del estilo de la cançó de esos momentos. Su final discográfico coincide en el tiempo con el inicio del de Ovidi Montllor una de las personas con las que más afinidad tenía Guillem. Se rumorea la grabación de un LP que se llamaría «Guillem d’Efak en Blanc i Negre» pero nunca se realizará. Durante este año escribe un par de libros «Les Vacances d’en Jordi» (1968) y «Tomeu, el Pescador» (1968) y también abre el local La Cucafera junto a Carlota Soldevila, Fabià Puigserver y Núria Picas.
En 1969 Guillem consigue el premio Carles Riba de poesía por el libro «Madona i l’Arbre» (1969) y el Ciutat de Palma en 1973 por su nueva versión en dos actos de «J.O.M.» (1967). Escribe obras de teatro como «Gimnèsies i Pitiüses» (1983) o «El Dimoni Cucarell» (1978) – que será estrenada en Barcelona en el año 1974-, colabora en espectáculos de Ca Barret!, hace de animador en los ciclos de espectáculos infantiles Rialles y compone todos los temas del LP «Viure a Barcelona» (Pu-put!, 1978) de Nuria Feliú.
En 1980 regresa a Palma de Mallorca donde trabaja como guía turístico. Hace una breve incursión de nuevo en la música grabando el tema «Per pujar a Lluc a peu» para el LP colectivo «Lluc i el Poble» (Blau, 1984) que compartirá con otros artistas de las islas como Maria del Mar Bonet, UC, Els Valldemossa, Toni Morlà o Música Nostra.
A principio de los 90 cae gravemente enfermo. El 20 de junio de 1994 en el Auditorio de Palma se celebra un concierto para recordarle y donde comparten escenario gente como Antoni Parera Fons, Bonet de San Pedro, Coral UIB, Els Valldemossa, Joan Bilbiloni, Joan Company, Joan Manuel Serrat, Lluís Llach, Maria del Mar Bonet, Maria Cinta, Marina Rosell, Nuria Feliú, Ovidi Montllor -que actúa gravemente enfermo-, Pi de la Serra, Tony Obrador o UC. Guillem d’Efak muere víctima de un cáncer pocos meses después, el 15 de febrero de 1995.
En 1997 se publica «Discografia Completa» (Blau, 1997), un recopilatorio doble donde se recogen todos los temas de Guillem. Además aparece el libro «El Mon Paisatges» (1997) con poemas inéditos, algunos escritos en la misma clínica. Uno de estos textos será musicalizado por Biel Majoral en su LP de debut. En 1998 el grupo Gom Teatre presenta el espectáculo «Poeta en Bicicleta» basado en sus poemas y canciones, ese mismo año aparece el trabajo biográfico «La balada de Guillem d’Efak» (1998) de Bartomeu Mestre.
En 2011 a iniciativa del mismo Bartomeu se recupera el espectáculo Siau Qui Sou! que en mayo de 1980 había presentado en Manacor Guillem d’Efak. El álbum se graba en los estudios Ona Digital por la Banda de Música de Manacor, bajo la dirección de Pere Siquier, y cuenta con las voces de Biel Majoral, la soprano Maria Rosselló y el ideólogo del proyecto Bartomeu Mestre. Ese mismo año recibe a título póstumo la medalla de oro de la comunidad autónoma de Baleares.
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