Naturales de Úbeda (Jaén), Guadalupe Plata remiten con su sonido al blues más tóxico y ponzoñoso, al de pantanos oscuros, ceremonias vudú y alcohol a espuertas. Pero siendo esa su bandera, la modernidad de su sonido se debe a un poderoso ramalazo psychobilly. En poco tiempo y sin forzar la marcha, han ido captando cada vez más atención, incluso entre los aficionados ajenos al género.
Guadalupe Plata, actualmente afincados en Granada, se compone de Pedro de Dios (también en, entre otras, Los Malignos) a la guitarra y la voz y Carlos Jimena a la batería, a los que se une el ex-Corrosivos Paco Luis Martos al bajo; bueno, bajo: en realidad es un barreño y es uno de los típicos elementos que se utilizan para llamar la atención sobre lo peculiar del grupo.
Así se constituye el trío para ofrecer, a finales de 2008 y a través de la más que independiente Sociedad Fonográfica Subterránea su homónimo álbum debut, un 10» que, como se describe -y se descubre- emana pura fiebre. Su potente repertorio les encumbra a lo más alto en la edición del Lagarto Rock de 2009. El otoño de ese mismo año vuelven a ganar un concurso, en este caso ex aecquo con los granadinos Chin Yi, el Circuito Joven Pop-Rock de Andalucía y que les lleva a actuar por diversos lugares de la comunidad andaluza y a editar un split en febrero de 2010.
En constante actividad, en marzo de ese año se embarcan nada menos que en una gira por Estados Unidos. Un año después llega su primer LP, «Guadalupe Plata» (Folc, 2011), que ofrecen tanto en formato digital en descarga gratuita como en una preciosa edición en vinilo. A este lanzamiento le continúan, en 2011, el EP en colaboración con el armonicista Walter Daniels, y un nuevo LP homónimo, «Guadalupe Plata» (Everlasting, 2013), en la primera quincena de 2013, mientras se anuncia su presencia en el FIB de ese mismo año.
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