Martin Wu y LeRoi son dos viejos conocidos de la escena gallega en general, y de la compostelana en particular. Con un pasado en bandas como Fame Neghra y Stay Pretty, ambos tienen un pasado común en The Homens, una formación con un exquisito gusto por la melodía instantánea, la efervescencia en los coros y los desarrollos power pop con aires sixties, garage y post punk.
Tras dejar a un lado The Homens, en principio se trata de una parada técnica porque Xocas (batería) se marcha a vivir fuera. LeRoi se embarca primero en Mato Grosso –punk experimental, intenso y contundente- con los que entrega el interesante “Blanco Perfecto” (Mato Grosso, 2011) para, posteriormente, asociarse con Martin Wu para dar forma a Grampoder en 2011. Deciden economizar elementos, escuchar música muy variada -Yo la Tengo, Gruff Rhys, The Shins, Pete Seeger, Deerhunter, Michel Cloup Duo, Aries…- y “luego sonamos como podemos”.
Su primera entrega, “Golf Whiskey” (Discos da Máquina, 2013), llega de la mano de Discos da Máquina, el hogar de bandas como Das Kapital y Ataque Escampe. La idea es hacer música fácil de transportar, música de guerrilla… “Hacen rock portátil, pop campestre, folk psicodélico, punk acústico, hardcore comeflores. Su set cabe en un Seat Ibiza y dicen que tanto pueden tocar en el Carnegie Hall como en el hall de un piso de protección oficial. De hecho, en su corta trayectoria ya tuveron ocasión de actuar en bares, restaurantes, chiringuitos, museos de arte contemporánea, trasteros y salas de estar. Porque el concepto es ese: hacer buenas canciones, con melodía, energía y compromiso, y poder adaptarlas a cualquier escenario”.
La grabación tiene lugar en los estudios A Ponte (Santiago DC) en febrero de 2013 con Tomás Ageitos; de la masterización se encarga Dr. Chou y de la producción la propia banda. Marcos Paino aporta programación y bases en “Champagne”, “Helsinki” y “Minas de Auga”.
Diez canciones en las que se cuestionan el negocio actual, «un ladrón que roba a un ladrón que roba a un ladrón«… cantan en “Capitalismo (mise en abyme)”, y se acuerdan de esa extraña personalidad del ciclismo llamada Robert Millar que al retirarse se evaporó por completo.
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