La historia de GAS comienza en Barcelona cuando un economista y un sociólogo, Salvador Mas (guitarra y voz)y Pepe Zamora (bajo), que formaban equipo escribiendo letras para canciones que luego ofrecían a otros y algunos guiones para cortos, deciden poner música a sus propias letras e intentarlo ellos mismos. Contactan con el batería Jaime López que venía de la formación Horas Muertas, allá por 2001. Más tarde se les une Fernando Colón a la guitarra solista.
Tras debutar con temas propios en la sala Kfé Olé de L’Hospitalet con buenos resultados, Fernando abandona el grupo al poco tiempo, en su lugar fichan a Jordi Riba que viene de otra banda llamada La Palanca y toma las veces de cantante y guitarrista y que le da al grupo un interés por otros ritmos. Jordi es aficionado a otros instrumentos menos conocidos en España como el tres cubano y su curiosidad contagia a sus compañeros.
Fue cuando Jordi empezaba a curiosear por los ensayos de la banda tras la marcha de Fernando cuando grabaron su primera maqueta «Urbanitas» (2003) con pocos medios y un sonido algo precario, pero con muchas ganas que terminan en 2003.
Siguen tocando y hacen contactos que les ayudan bastante, Pili Salvador y Rafa Camacho se hacen amigos del grupo y si bien no llegan a entrar en la formación, se convierten en un apoyo muy importante para ellos. Pasan cuatro años tocando y componiendo, ahorran lo poquito que van sacando y lo invierten en mejoras de infraestructura, y al final consiguen juntar seis nuevos temas que graban en Blind Records. El resultado es «Momentos Regalados» (Autoproducido, 2007) su primer EP en serio.
Pasan un par de años hasta que les cae del cielo la posibilidad de incorporar el teclista que necesitaban, el elegido es el procedente de la banda madrileña Vive La Vinyl Israel Vela que en 2009 completa el quinteto. Con el nuevo miembro vuelven a grabar otro EP en este caso se trata de «Seres Extraterrestres» (Autoproducido, 2010). Lo gracioso viene ahora, cuando una broma se convierte en un nuevo rumbo.
Fue en junio de 2013 cuando Jordi volvía de su examen final de chino, los compañeros le preguntaron por sus impresiones al respecto y tras comentar un poco le dijeron en broma que cantara uno de sus temas en chino. Jordi se atreve y siguen toda la tarde con la pamplina hasta que lo que empieza como una broma se convierte en una apuesta fuerte de futuro. Graban su primer EP en la lengua de Confucio; «Chinese Works» (Autoproducido, 2013) les da notoriedad y salen reseñados en varios medios a nivel nacional. Declaran que la acogida entre comunidades chinas de diferentes partes del mundo es buena, y ya tienen en mente su próximo objetivo, su primer LP que también estará grabado en español y en chino mandarín o putonghua que es cómo se llama el chino mandarín en China. Pero igual esta diferencia la tienen que explicar ellos.
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