Bajo la etiqueta flamenco-fusión nos han vendido buena parte de la música más previsible e inofensiva de los últimos años. No es el caso de Elbicho, cuya sorprendente amalgama de estilos e influencias supone todo un soplo de aire fresco en nuestra escena. El grupo madrileño-alicantino ha logrado hermanar la tradición del rock andaluz (Triana y, sobre todo, Guadalquivir) con las inquietudes del nuevo flamenco, todo ello sin renunciar a cierta frescura pop.
“Empezamos tocando en la calle y repartiendo octavillas que informaban de nuestros siguientes conciertos. A la gente le gustaba, nos pedían una maqueta, pero no la teníamos.”
Elbicho empezó siendo un fenómeno genuinamente callejero, un nombre que circulaba boca a oreja, un espectáculo que llamaba la atención del transeúnte. Antes de eso, el ilicitano Miguel Campello había conocido al guitarrista Víctor Iniesta, carabanchelero de pura cepa, en el taller del gran percusionista Guillermo McGill (Enrique Morente, Chano Domínguez), en la Escuela Popular de Música de Madrid. No tardaron en aliarse con ellos otros compañeros de Escuela: Antonio Mangas (batería), David Cobo (percusión) y Carlos Tato (bajo).
En 2001, el grupo pone rumbo al Festival de Jazz de Vitoria. Las colas en la entrada de los conciertos de Paco de Lucía y Jorge Pardo son el marco idóneo para mostrar al mundo su música. “Allí, muchos se interesaron por nosotros, e incluso conseguimos hacerle llegar una maqueta a Jorge Pardo”.
Ya de vuelta a Madrid, coinciden en un concierto con Tino di Geraldo, otra figura ilustre del nuevo flamenco. La impresión que le causan es tan positiva que el percusionista termina convirtiéndose en el gran valedor del grupo. En el año 2003 produce el primer trabajo de la banda, “elbicho” (DRO, 2003), un disco recibido con entusiasmo por la crítica y que encuentra rápidamente su público. La alineación de Elbicho se completa aquí definitivamente con los vientos de Pepe Andreu (trompeta) y Juan Carlos Aracíl (flauta). El debut de la banda cuenta además con las significativas colaboraciones de Carles Benavent, Jorge Pardo y Eva Durán.
Esta primera entrega supone la presentación en sociedad de la arrolladora personalidad de Miguel Campello, sin duda una de las voces más potentes que han surgido en España en los últimos años, simbiosis perfecta entre el desgarro flamenco y la sensibilidad pop. El extraordinario plantel de músicos es la réplica perfecta a la fuerza de Campello, si bien en este primer trabajo todavía no dan la auténtica medida de sus posibilidades.
“Elbicho” obtiene repercusión a nivel nacional, llegando al disco de oro, y allí por donde pasa el grupo va haciendo conversos con su espectacular directo. En 2005 publican “elbicho II” (DRO, 2005) un disco ambicioso que se permite el lujo de estar a la altura de su ambición. Rock progresivo, psicodelia, suites instrumentales con ecos de Morricone, ritmos étnicos, jams explosivas y flamenco, eso es “Elbicho II”. El disco, producido por José Luis Garrido, es la gloriosa confirmación de todo lo que se insinuaba en el debut. La banda demuestra que ha crecido en todos los sentidos y se desmarca con uno de los trabajos más apasionantes del rock nacional reciente.
Como curiosidad, señalar que la pegadiza “Contigo”, tal vez el único single del disco, fue escogida como la canción oficial de la Vuelta a España de ese año 2005, colocando de esta manera al grupo en un escaparate envidiable.
El nivel de popularidad de la banda es ya bastante considerable cuando en 2007 ve la luz “elbicho VII” (DRO, 2007). Producido por Tino di Geraldo, y con la colaboración de la cantaora La Carbonera más un aporte puntual de Bebe, «VII» es un nuevo paso adelante que esta vez se concreta en el acercamiento a nuevos ritmos como la salsa, la bossa o el reggae, aunque en conjunto este trabajo no puede medirse con el anterior. Acompaña al disco un DVD con un making of, videoclips y actuaciones en directo.
El directo es una de las armas de la formación y su hábitat natural, y al año siguiente se recoge en un doble CD + DVD, «elbich8deimaginar» (Warner, 2009) toda la energía de la banda, en un directo grabado en el Palacio de Congresos de Madrid el 16 de mayo de 2008, en plenas fiestas de San Isidro y con el cartel de agotado colgado. Una celebración lisérgica que repasa los temas más emblemáticos de su discografía, además de presentar un par de temas nuevos en los que se estaba trabajando de cara a su siguiente trabajo, trabajo que finalmente habría de esperar, pues al año siguiente elbicho se tomaba un descanso indefinido.
«Más que una separación del grupo, se trata de un parón que servirá para pensar si vamos a volver con lo mismo o vamos a intentar cambiar», afirmaba Miguel Campello, quien bajo el seudónimo de El Chatarrero continuaría desplegando su actividad creativa. Por su parte, a Carlos Tato, Mario Díaz, teclista que había pasado a ser miembro fijo de la formación tras su tercer disco, Juan Carlos Aracil y Antonio Mangas se les puede seguir viendo en Candelario.
Así, tras diez años girando, elbicho dirá hasta luego tocando por última vez el 10 de octubre en Barcelona, y editando DRO, como colofón, una caja que recoge toda su discografía, conteniendo un CD «tojunto maquetas 2000-2010» (DRO, 2010), con una serie de canciones en su versión maquetera.
Comentarios