“En 1999-2000, dos simpáticos seres de otro planeta llegaron con sus poderes magnéticos a nuestro mundo; publicaron un disco, aprendieron nuestro idioma y adoptaron nuestras costumbres”. Así de simple y conciso es como definen su corta trayectoria estos zaragozanos que sin duda parecían venidos de una galaxia lejana para poner una nota de humor irreverente a nuestro mundo. Su nacimiento a finales del siglo XX a orillas del Ebro, contando en sus filas con Raquel Palacio, David Sanz y Luis Javier Velilla, fue la consecuencia de cierto hastío hacía el mundo discográfico por llevar años mandando maquetas a diferentes medios, discográficas y personajes del mundo obteniendo el silencio por respuesta.
Y así fue hasta que se conjuntaron los astros. A finales de los noventa aprovechando el boom que tuvo la música indie, sobre todo los grupos tecno-pop, logran fichar por el sello Jabalina. A pesar de esto, la verdad es que a D’Estrellitas Power no se les puede etiquetar junto a los grupos del llamado tonti-pop; sí tienen en común un punto hedonista pero ellos querían ser tan sofisticados como su grupo de cabecera que, indudablemente, eran Pet Shop Boys. Aún así fueron un grupo del momento, no pudiendo nacer ni antes ni después, surgieron en el instante justo, en palabras de David Sanz: “Las bases estaban muy trabajadas, las letras eran irónicas. Le buscábamos la vuelta de tuerca a todo lo que se estaba haciendo en ese momento”.
Graban su primer, y a la postre, único EP “En el Año 2000” (Jabalina, 2000). Tuvieron repercusión, pero sus letras desenfadadas y llenas de sentido del humor no calaron entre el público en el modo que ellos hubieran querido, y no fueron recibidos con los brazos abiertos precisamente. A Luis Javier no le gusta el rumbo que ha tomado el grupo y decide dejarlo; tanto Raquel como David deciden dar por acabado el proyecto y dan luz a Cassino, proyecto donde acogen un sonido más heterogéneo. Por su parte, Luis Javier forma parte del grupo Alice y más tarde colabora con el proyecto Jafi Marvel.
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