David Bisbal

La música, que no deja de ser una disciplina artística, en su rama popular está plagada de productos manufacturados, prediseñados, a menudo fríos y artificiales, concebidos antes como artefacto de consumo de temporada que como expresión real. Como con todo producto industrial, a veces se da en el clavo, a pesar de que en la mayoría de las ocasiones uno se encuentra sencillamente con algo repugnante. Pero también pasa que se conjugan los astros y ya no se acierta con algo interesante, sino que se encuentra un auténtico diamante, algo difícil de domar y empaquetar. Algo así puede decirse de David Bisbal.

David Bisbal, natural de Almería, es -como todo el mundo, quiera o no, sabe- uno de los concursantes de la primera edición española de «Operación Triunfo», retransmitida por TVE entre octubre de 2001 y marzo de 2002. Bisbal llevaba ya años cantando en la orquesta Expresiones, una de estas bandas de verbena y eventos variados. Tal vez por tratarse de la primera edición, en este OT se congregaron los únicos, o al menos, la gran mayoría de los concursantes que realmente han dado el gran salto a la fama: Rosa, David Bustamante, Chenoa y el reseñado David Bisbal. El almeriense no ganó, sino que lo hizo otra oriunda de Andalucía, Rosa, portentosa cantante algo distraída que contó siempre con el cariño del público. Únicamente Bisbal y Rosa fueron los favoritos de la semana y tan solo Bisbal y Chenoa estuvieron exentos de enfrentarse a la expulsión semanal. Así, Bisbal quedó segundo, por lo que no representó a España en el Festival de Eurovisión, pero sí participó, junto a otros triunfitos, en la canción “Europe’s living a celebration” interpretada por Rosa.

En este exitoso concurso todos los participantes ganaron, ya que de un modo u otro todos se vieron con la grabación de un álbum. David Bisbal inició su carrera en solitario a través de un contrato con la discográfica Vale Music, encargada de editar los discos de las galas del concurso y cuyo catálogo hasta entonces estaba más bien orientado a la música de baile. Su primer disco no se hizo esperar, y pocas semanas después se publicó “Corazón Latino” (Vale Music, 2002), producido por el ya por entonces prestigioso en el mercado latino Kike Santander -posteriormente ligado también a la factoría OT- y con la canción “Ave María” como sencillo promocional. El disco, en fin, barrió con todo y confirmó ya a Bisbal como un auténtico artista con una importante proyección internacional y el que más éxito cosechó de todos los participantes de aquel año -y, por descontado, de los posteriores- de OT, vendiendo más de un millón de unidades hasta la fecha. Con semejante panorama y lejos de sentirse abrumado, se embarca David en una extensa gira por toda América, donde también va cosechando triunfos.

Si ya su álbum debut estuvo hasta en la sopa, el siguiente no será menos. “Bulería” (Vale Music, 2004) volvió a conseguir ventas millonarias y como el anterior consiguió el certificado de platino -para el nicho de artistas latinos- en el mercado estadounidense. Este disco además cuenta con la firma de Bisbal en alguna de sus canciones, caso de “Desnúdate mujer”. Es en la época de su gira y promoción cuando se anuncia con gran revuelo su ruptura sentimental con Chenoa, otra de las participantes de OT que también logró una carrera sólida. A pesar de que el chaval procura mantenerse lejos de los medios en estos asuntos, acaba siendo comidilla de la prensa del corazón. Él, sin embargo, sigue dando pasos firmes en su carrera y en 2005 graba junto a la invidente cantante alemana Joana Zimmer la canción “Let’s make history”, con aceptables resultados en las listas de éxitos alemanas.

Estos dos primeros discos de David Bisbal nos ofrecían a un cantante con una imagen de conquistador latino, imponente y cuidada, coronada por su famosa cabellera de bucles dorados. Sin embargo, el tiempo pasa y en “Premonición” (Universal / Vale Music, 2006) se da un vuelco, se corta el pelo y adopta una imagen, digamos, más dura; además, el cantante firma ya varias de las canciones y da al álbum un enfoque menos romántico y más comprometido a sus canciones, en algunas de las cuales participan Vicente Amigo y Tomatito. Este hecho se vio continuado en 2008 con una edición en DVD con lo mejor de la gira promocional del álbum y diversos temas inéditos hasta entonces de toda su carrera. Ese mismo año, además, grabó la canción “Hate that I love you” a dúo con la barbadense Rihanna, incluida en la reedición de su álbum “Good Girl Gone Bad” (Def Jam, 2008) -originalmente el dúo era con Ne-Yo-, famoso por ser el que contiene el mega-hit “Umbrella”. En fin, que ya tenemos a un artista más vinculado con la industria musical de Miami que con la maquinaria de OT, con todo lo que ello conlleva, como el tratar de tú a tú a todos los que hasta entonces habían sido sus ídolos, pero también con la responsabilidad de tener una imagen pública que aprovecha y usa para ayudar en diversas causas benéficas.

En la era en que ya poca gente paga por un disco, David Bisbal sigue con una potente carrera, evidentemente ya no tan escandalosa como al principio, pero sin duda envidiable. Su cuarto álbum de estudio, “Sin Mirar Atrás” (Universal / Vale Music, 2009), se enfoca también el mercado europeo, que se le resiste más que el latino por evidentes razones, y se lanzan diversas reediciones, el DVD, la edición de lujo, etc. A finales de ese año, Bisbal anuncia que espera un hijo para el año siguiente de su nueva pareja. Otras alegrías que le depararán el 2010 es la canción promocional de Coca-Cola con motivo de la celebración del Mundial de fútbol de Sudáfrica, “Waving flag” -en su versión latina “Bandera de libertad”- junto al intérprete original, K’naan. Durante su promoción se encuentra Bisbal con la copa del mundial y le pega un beso, acto que le vale una buena bronca porque es algo reservado para los vencedores del título. Se ve que a la copa le gustó el beso y decidió venirse a España. Continúa así cosechando éxitos, tanto individuales como a través de colaboraciones con artistas de todo el globo –Alejandro Sanz, Miley Cyrus, etc.-.

En 2012 Bisbal regresó a la televisión para participar en la primera edición española del concurso musical La Voz, en el que hacía de jurado y mentor de diversos aspirantes a cantante. Es decir, que él venía de ponerse ante un jurado y ahora el jurado era él, si bien su papel era bien distinto. El concurso fue todo un éxito y fue uno de los miembros de su equipo, Rafa Blas, quien ganó dicha primera edición nacional. Para rematar el año, a finales del mismo lanza un nuevo álbum en directo acústico, «Live At The Royal Albert Hall» (Universal, 2012).

Ya en el 2014, David Bisbal vuelve a bailar, muy lejos eso sí de las producciones más recientes que tienen un toque más melódico que no acaba de estar del todo conseguido; no sabemos si al almeriense le apetecerá hacer otro tipo de música o que está preparando el terreno para la madurez (sólo tiene 35 años, por otro lado), pero este «Tú y Yo» (Universal, 2014) está lejos de sus primeros y exitosos trabajos.